-¿Que harás ahora con el bebé?- me pregunto Bea mientras miraba las pruebas de embarazo, cuatro positivas y una negativa, evidentemente preocupada.
-No lo se... Supongo que tengo que ir al hospital para que me lo saquen ¿no?- dije con ironía. Lamentablemente estaba descargando mi rabia con la mejor persona, con mi amiga.
-Siento ser tan seca, pero me siento como una grabadora, no tengo más palabras para decirte, lo único que se es que saldrás adelante como la otras ocasiones, eres fuerte, podrás con esto, y estaré allí para apoyarte en este proceso que ya hemos repetido antes, tu has estado siempre para mi... en las peores situaciones, entonces estaré allí para ti.
Miro a Bea, evidentemente emocionada, por todo lo que está pasando y su apoyo es lo que más me llega, aparte de que aún falte decirle a Max, se que a él también le costará esto, pero podremos superarlo.
Rápidamente nos fundimos en un abrazo que no logra calmarme del todo.
Apoyo mi cabeza en su hombro, sintiendo como las calientes lágrimas bajan por mi rostro, estoy cansada de sentirme como una mujer inservible y que todos me juzgues no sabiendo cuanto me duele esto. Que después demuestre una sonrisa delante de todos no quiere decir que todo esté bien.
-Creo que lo mejor es que vallas a casa y hables con Max - Dice mi amiga mientras acaricia mi espalda suavemente.
-Creo que necesito procesar esto sola primero.
-Aunque pienses que a Max no le afectara, sabes que si, no seas dura con el, ni digas palabras que después te arrepentirás
-Lo se - digo mientras recibo el pañuelo que Bea me tiende y seco mis ojos.
-Sabes que las palabras no se olvidan, lo que digas se quedará, no se puede remediar.
****
Después de dejar a Bea en su departamento, nada más que esperar, me pongo en marcha.
Aunque haya estado en esta situación muchas veces, cada vez temo la reacción de Max, temo que se aburra de mi, temo que ya no me soporte más.
No me demoro más de veinte minutos en llegar, el conserje al verme me regala una gran sonrisa para luego abrirme el portón.
Dejo el auto en el estacionamiento, el auto de Max también está, indicando que el ya ha llegado.
Tocó con los nudillos la puerta, ya que he salido sin llaves, por andar distraída se me han quedado, espero un rato hasta que me abre.
Max me recibe con una enorme sonrisa, lo que de ha poco me hace sentir más culpable aún, más mala por la noticia que le tengo que dar.
-Hola cariño, ¿como te la pasaste? Espero que me hayas extrañado, ingrata, no respondiste ninguno de mis mensajes - dice para luego rodearme con sus fuertes brazos y elevarme un poco, mientras deja un beso en mis labios.
-Mmm... Bien ¿y a ti que tal? - digo posando mis brazos alrededor de su cuello.
-Nada mal, he tenido la conferencia con los japoneses así que todo estaré bien en el trabajo. - me dice con una sonrisa satisfecha.
-¡Eso es genial!, nunca he dudado de tus capacidades de poder convencer a quien quieras.
-Bueno, eso todos lo saben- dice dando unos golpes a su pecho demostrando lo orgulloso que está, pone dos vasos en la mesa donde puedo ver que están puestos los cubiertos y vasos, para luego continuar -He puesto la mesa para la cena, se ve que..
-Max - lo paro y el voltea a verme- tengo algo que decirte- El me mira extrañado y se acerca a mi.
-¿Que sucede? -dice preocupado, tomo una gran bocanada de aire para soltarlo todo de una vez.
-Yo.. yo estoy embarazada Max, pero como es común en mi, lo perderé.
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Negativo
Romance-¡Solo quiero un maldito positivo! - grite mientras tomaba lo que tenia a la vista y lo arrojaba a alguna parte de la habitación. -Tranquila, cariño - dijo Max tomando mis manos con fuerza, para después aflojar su agarre - ya vendrá algún día -. Sos...