-Nena, acabo de encontrar el grupo de ayuda que tanto busque.- dice Max inmediatamente cuando yo abro los ojos. Mire el reloj que esta encima de la mesita de noche y son las once del día y yo recién despertando, lo admito, soy una floja.
-Mmm...Es muy tarde y tu no me despertaste, tenía que ir al trabajo Max.- le digo aprovechando de estirarme los más posible en la cama.
-¿Puedes tomarte el día?,yo me lo tome.- dice muy relajado, el claramente no se tiene que preocupar.
-Solo por que seas jefe, no puedes faltar cuando se te plazca.
-Claro que puedo, es una gran ventaja.- dice y me el guiña el ojo a lo que yo gruño.
-Vale, vale.- acepto y me levanto de la cama directamente al baño.
-Hey, no te enojes, lo decía en broma.- dice Max golpeando ligeramente la puerta del baño.
-Te creo, ahora déjame arreglarme.- por un largo rato me quedo en silencio y al no escuchar nada más doy por hecho que Max se corrió de la puerta. Comienzo a lavarme los dientes rápidamente y cuando terminó, comienzo arreglar mi cabello que aún que no esté del todo desordenado, sigo pareciendo un nido de pájaros y más aún con mi tono de cabello claro.
Cuando salgo, ya veo la cama hecha, bien, menos trabajo para mí.
Salgo de la habitación y soy alzada por Max que me agarra en el momento que cruzó la puerta.
-¡Max, bájame!.- chillo y me remuevo tratando de que me baje, el sabe cuánto odio que me tomen.
-Eres muy mala conmigo, señorita.-dice mientras camina hacia la cocina.
-Soy señora, estoy casada, ¿recuerdas?.- digo mostrandole mi dedo anular en dónde está mi anillo. El ríe y me deja en el suelo.
-¿Así?.- dice poniendo los platos con el desayuno en la mesa.- ¿Quien es ese hombre que se casó contigo?, debe de ser un hombre muy afortunado por estar con una mujer tan hermosa como tu.
-Eres tu, tontito.
-¡Oh!, Si es cierto.- dice logrando hacerme reír de forma escandalosa. Cuando logro tranquilizarme, me siento con el en la mesa y comenzamos a comer.
-¿De qué es ese grupo que tanto buscaste?.- le pregunto y continuó comiendo mi sabroso omelette, Max es un exelente cocinero.
-Es un grupo de ayuda.
-¿Y en qué supuestamente necesitamos ayuda?.- pregunto confundida.
-Sophie.- dice tomando mi mano.- sé que tienes un problema contigo misma, sobre no poder quedar embarazada y aún que no te guste ir a psicólogos, necesitas ayuda y siento que yo no lo estoy haciendo.
-Max... Ya hemos hablado de esto y sabes que contigo me basta y me sobra.
-No, no es suficiente nena, necesitas ayuda y creo que va a tener resultados ya que son personas que han pasado lo mismo que nosotros, además voy a acompañarte.
-No Max, no es tu problema, puedo ir yo sola.
-¿Cómo que no es mi problema, Sophie?- pregunta con molestia.- Cuando pierdes un bebé yo también lo pierdo, cuando te embarazas, ambos estamos en la espera, no literalmente pero yo quiero estar allí Sophie, no me alejes.
-Max, esto es difícil para mí, no me presiones.
-Vale, no lo haré, pero quiero asistir aún que sea una vez, no me lo niegues.
-Claro, cariño.- digo soltando su mano y me levanto de mi silla para sentarme es su regazo.- no es que te este alejando o negando, solo que necesito conocer el terreno yo primero, podrás ir, claro que irás, pero yo no sé con que me encontraré, déjame lo a mi primero, ¿si?.- finalizó y tomó su menton, haciendo que el levante su cabeza, mirándome con esos ojos tan intensos, ¡diablos!, este hombre nunca me terminara de gustar.
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Negativo
Romance-¡Solo quiero un maldito positivo! - grite mientras tomaba lo que tenia a la vista y lo arrojaba a alguna parte de la habitación. -Tranquila, cariño - dijo Max tomando mis manos con fuerza, para después aflojar su agarre - ya vendrá algún día -. Sos...