|Mi doctor favorito|
Catrina.
Sus ojos se abrieron más que dos bolas de billar. Reí por su graciosa expresión y él sonrió.
—Y yo quiero que seas mía. —me besó con dulzura. Eso sonaba a una promesa.
No podía dejar de temblar cada vez que me besaba o me miraba. Cualquier acción suya debilitada mi cuerpo. Era completamente débil ante él.
Me besó muchas veces en todo el rostro, amaba sus besos. Amaba la forma en la que me consentía.
La noche no podía ser más perfecta. Miré las estrellas e intenté contarlas.
Volteé al darme cuenta de que Martín me estaba mirando.
—¿Qué tengo? —pregunté asustada.
—El rostro más lindo del mundo.
—No. —negué—. Tengo al novio más lindo del mundo. —dije abrazándolo. Su celular comenzó a sonar y él lo contestó fastidiado.
—Hola. —dijo de mala forma—. Esta bien, bueno, bueno, adiós. —colgó y yo lo observé esperando a que me dijera quién era.
—Es del hospital, tengo una emergencia. —dijo frustrado. Suspiré decepcionada.
Una noche que podía ser perfecta terminó perfectamente arruinada.
—Luego nos vemos. —dijo y sonrió animándome. Le di un beso en la mejilla y él besó todo mi rostro.
Cada parte de él me encantaba por completo.
Caminamos hasta su coche y él me abrió la puerta. Luego me llevó hasta mi casa, fue increíblemente triste despedirnos.
—Hola, mamá. —dije entrando a casa.
—Mi amo. ¿Cómo te fue con tu galán? —reí divertida.
—Todo iba bien hasta que tuvo una emergencia en el hospital. —me tiré al sofá con un suspiro.
—Esa es la vida de un doctor. Debes de acostumbrarte. —dijo y asentí sabiendo que era muy cierto.
—¿Y si se aburre de mi? ¿Y si piensa que soy aburrida? —tenía tantas dudas e inseguridades que no me cabían en el cuerpo.
—Si él te eligió es porque sabe que jamás podrá encontrar a alguien como tú. Eres maravillosa y seria imposible aburrirse de ti.
—La diferencia de edad.
—Tú puedes aprender de él y él de ti. Ambos pueden enseñarse muchas cosas. Martín puede brindarte madurez y tu puedes brindarle imaginación. —mi mamá siempre veía todo de forma positiva.
Me fui a mi habitación a escuchar música y a dibujar. Para mi era un placer incomparable.
Mi celular vibró y sonreí feliz al darme cuenta que se trataba de él.
El mejor novio del mundo: Te extraño mucho, mi hermoso ángel.
Nunca le presten su celular a Martín.
Yo: Yo te extraño más, mi guapísimo doctor.
El mejor novio del mundo: Te mando mil besos. Descansa, mi amor.
Yo: Hasta mañana, mi doctor favorito.
El mejor novio del mundo: ¿Acaso hay otro?
Yo: ¡JAMÁS!
Imposible quitarme esa sonrisa de la cara, estar enamorado era una locura y la locura más grande es que Martín fuera mi novio.
Me sentía como en un sueño.
La pregunta era: ¿Cómo se lo diría a Katia?
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Enamorada de un doctor.
Romantik¿Alguna vez se han enamorado a primera vista? ¡Yo sí! Me enamoré de un hombre mayor que curó todas mis heridas y encendió mis sueños. Me enseñó que no importaba la edad, la profesión o los obstáculos... En realidad nada importaba cuando estabas: «En...