La Princesa De Satanas

Capítulo 1

-por favor no...- suplico en un susurro mirando mi arma, para luego empezar a llorar silenciosamente - te lo ruego, ten piedad - sollozó.

-Le pides piedad a la chica equivocada - dije con una sonrisa demoníaca, apreté el gatillo de la pistola que tenía en la mano. Y la mujer cayo al suelo sin fuerza. Me acerqué a ella, era cuestión de minutos para que muriera.

-terminarás como ellos, tal vez pienses que lo que haces esta bien pero no es así - tocio un poco - algún día alguien como yo te descubrirá y descubrirá todo de ti, no te odio por que me este muriendo por tu culpa - dijo sin fuerzas y con el último respiro dijo- te comprendo... - rodeé los ojos, que cliché es esta mujer.
Tome la navaja que había en mi bota y con sangre de la mujer que acababa de matar escribí en la pared:
"intenten investigar más y de sus vidas me voy a encargar.
La Princesa de Satanás". Y dibuje una flecha apuntando a la mujer que se encontraba en el piso, se llama Gina Vazques, tiene un marido policía e investigo de mi, es una persona bastante inteligente como para haber averiguado bastante hacia mi persona. Escuché una sirena y corrí hasta mi auto entre y cerré la puerta y todo con seguro. Lo arranqué y apreté el acelerador a todo lo que da.

- Detenga el auto sabemos que es usted princesa de Satanás, y si detiene el vehículo será más fácil- grito un policía desde su auto yo tan sólo me limite a anda mas fuerte y cuando vi la vuelta en U, aproveché , acelere a todo lo que girando en forma de U, provocando que los policías se chocaran pero habían tres que me seguían todavía, ¿que no
se rinden?.
Di la vuelta de manzana como diez veces alrededor para luego seguí derecho, mire en el retrovisor y no había ningún policía, suspire de alivio y me dirigí a mi casa, entre y corrí a mi habitación. Me cambié con mi pijama rápido, ya que no quería que alguien de la familia que me adoptó me vea con el traje de " la princesa de Satanás", luego me dirigo a la cocina para ver a mi mamá adoptiva cocinando.

-Hola- digo seca

-Hola cariño - dice con dulzura, yo rodeé los ojos - ¿pondrías la mesa para nosotras dos nomas?. Por que papá llegará tarde por el trabajo, tu hermano se fue a una fiesta y tu hermanita se quedó a dormir en la casa de la abuela- me dijo con una sonrisa en la cara.

-Okey Marta - ella suspiro con tristeza.

- Desde los 6 años te tenemos y ni ahora que tienes 17 me dices mamá - dice con angustia.

- Si fueras mi madre te lo diría - dije poniendo los cubiertos en la mesa.

- Pero te recuerdo que yo estoy aquí es por algo Atina... Tal vez tu madre no esté pero yo estoy aquí para cuidarte como una- exclamó enojada.

-Nunca serás como mi madre por que no lo sos, fin de la conversación - al terminar de discutir nos sentamos a comer para luego irnos a dormir, yo me dormí pensando todo lo que vivi, suspire y caí en los brazos de Morfeo.