Capitulo Once.

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Tragame tierra Tragame tierra pedi un millón de veces pero no paso, tenia miedo subir la mirada y ver esos ojos verdes que me provocan un sin fin de cosas.

—Chicas, las dejo con mis mejores peleadores para mostrarles las diferentes formas de como salvarse de un agresor.—Solo pude ver sus Pies alejarce, gracias a dios todas las chicas se hicieron bolita al frente dejandonos a Carlotta, Rebecca y a mi hasta atrás.

—¿Dime si ustedes no se follarian a ese chocolate?—Dijo Carlotta.

—Cary, velo bien.—Le dice Rebecca.—Ojos verdes, sonrisa perfecta, encanto potencial.—La mirada de Cary se despego de Federico y se enfoco en mi.

—Eres una idiota, en tu lugar jamas me hubiera alejado de ese bombón, es tan perfecto.—Rebecca la miro mal, yo no quiero ni levantar la vista, no quiero cruzar la mirada con el.
—Perdon cariño, si gustas puedes irte, te cubrimos.

—Gracias, nos vemos en la siguiente clase.—Tome mi mochila y sali de la multitud, no tengo clase asi que me dirijo al comedor.

—¿Tanto te afecto verme?—Salio de la nada bloqueando mi camino, malditamente mi estúpida cabeza dejo salir las lagrimas al recordar todos esos momentos juntos.

—Tengo clase.—Pase de el pero me tomo del brazo para acorralarme en tres la pared y el.

—Tengo tu horario, ademas sigues siendo una pesima mentirosa amor.—Paso un mechon de mi cabello por mi oreja, tenerlo asi de cercas me mata, siento algo penetrando mi corazon que mata lentamente.

—No me vuelvas a decir asi, ya no somos nada.

—¿Nada?—Expeta.—Si ya no fuera nada para ti tendrías el valor de mirarme a los ojos Elsa.—Me arme de valor y subí la mirada, esos ojos verdes como me lo temia movieron todo dentro de mi.—Lo vez, aun sigo siendo algo para ti, tus manos tiemblan, los ojos brillan y tu corazon late tan rapido que puedo escuchar a la perfeccion.

—Claro que significas algo, eres un  cáncer Federico.—Me dolió decirlo, me dolió como no tiene una idea, tengo que alejarlo, se tiene que ir de mi vida de nuevo.—Que hace diez  años me detectaron y hace dos logre quitarmelo,  pero como buen cáncer, jamas desaparece.—Golpe su brazo para que me dejara pasar y asi fue, segui mi camino a la cafeteria.

—Pues este cáncer jamas te dejara, y como buena pasiente te tendras que hacer a la idea de vivir con el.—Me grito pero no me gire, segui mi caminar hasta la cafeteria.

—Hi, aqui esta la novia mas hermosa del mundo.—Jared llego por atras para abrazandome y besarme la mejilla.—¿Que sucede?—Me pregunto al darme a vuelta y verme llorando.
—Amor ¿Que te sucede?

—Nada, dolor de cabeza.—Y no me creyó.

—¿Segura?—Asenti.—Bien vamos a comer algo.—Caminamos directo a la cafeteria para reunirnos con los chicos, Marcus, Tavo y Salvador.

—¿Que no se supone que rosita fresita deberia estar en las clases de defensa?—Pregunto Marcus pero no le puse atencion.—¿Que le sucede?—Jared solo se encogio de hombros.—Elsa ¿Quieres gusanitos?—Paso por frente de mi la bolsita la cual tome en segundos.—Ya esta bien.

Mi estomago esta tan revuelto que quiero vomitar, mis manos tiemblan tal y como me lo dijo Federico, mi cabeza esta hecha un maldito asco en este momento.

—¡Bote!—Grite y Jared fue el único que me entendió ya que me señalo uno cercas de la entrada, corrí a el y devolvi el desayuno.

—Vamos a la enfermería.—No proteste, suficiente tenia con mentirle como para también darle problemas.

—¡Eso Jared!—Grito Marcus.
Jared solo le mostró su dedo medio y seguir su camino.

—¿Probabilidad de estar embarazada?—Me pregunta la doctora. Negue pero no me creyó.
—¿Eres su novio?

—Si, solo tenemos un mes, aun no ha pasado nada.

—No tiene una idea de cuantas me dicen lo mismo, por las dudas cariño.—Me tendio una prueba casera y señalo el baño. Baje de la camilla y entre, tarde unos minutos ya que no tenia ganas.— Negativo, es la primera que me sale asi.—Se lo dije, hacer ese estupido tess de nuevo me hizo soltarme a llorar, Jared me mira confundido y como ocultarle que Federico esta aqui, es imposible.—Te sacare un poco de sangre pequeña para mandarlo a análisis.—No senti ni la aguja.—Listo, ven en tres dias.

Nos despedimos de la enfermera y salimos del pequeño cubículo.

—Y bien, ¿Sere tia?—Me pregunto Joselin quien al parecer nos estaban espernado con Tavo.

—¡No!—Dijimos al unísono.

—Pues tu su lo seras.—Mori y Tavo atraganto con su bebida ya que la escupio de inmediato.

—Es broma ¿Cierto?—Su cara es de espanto total.—¿Jo?

—No sabia como decirlo, vi la oportunidad y la use.—Nos regalo una sonrisa tranquila, relajada.

—Que gran noticia hermosa.—Tome sus manos y le mostré mi apoyo, por un momento recordé todo, A Carter, Josh h el dia en que esa mala madre dejo a esa pequeña bebe sola en casa.—Un bebe es ma mejor bendición del mundo. ¿Cuantos tienes?

—Cuatro meses.

—¿¡Cuatro meses!?—Grito Tavo.—¿Cuando tenias pensado decirmemo?

—Gustavo tranquilo, es mejor que hablen esto en casa, aqui no es el lugar.—Jared intento calmarlo pero no puede.—Vamos todos a casa, haya lo hablan.—Jared tomo mi mochila para despues tomar mi mano.

—Jared en casa tenemos que hablar.

No resivi respuesta, solo se concentro en el camino, en uno de los semáforos tomo mi mano y no la soltó hasta llegar a casa, el auto de Gustavo se desvio del camino y no se si sea bueno o malo.

—Tienen que hablar solos, estaran bien.—Bajamos del auto y subimos al departamento.—¿Ahora si me puedes decir que pasa?—Me tomo de la cintura y pego a el completamente por la espalda, del tiernos besos en mi cuello provocandome cosquillas.

—Si haces eso no podre decírtelo.
—Adoro que haga eso, que me lleve la contraria.—Jared.—Me gire a besarlo pero la puerta nos interrumpio.

—De nuevo ese jodido olvido sus llaves, pero por la noche no te me escapas bebe.—Dejo otro beso en mis labios para ir a abrir.

—Buenas tardes vecinos, soy el nuevo inquilino de enfrente.—Dios ¿Tu me odias cierto? Me odias demasiado.
—Solo queria presentarme, Hola soy Federico Denovan.

¡Ese Idiota Es Mio!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora