No me da miedo la oscuridad, me da miedo no encontrarte entre tanto dolor. Pero tú ya te habías ido antes de que pudiera empezar a buscarte.
Yo sabía que las cosas no eran fáciles, pero no pensé que dolería tanto. Por eso duermo. Duermo para no pensar, para que nada me duela. Pero el efecto ya no es el mismo. Ahora estás en mis sueños también, y me despiertas.
Antes también soñaba contigo, pero por aquel entonces, tú me querías, y lo único frustrante era el no poder sentirte de ninguna otra manera que no fuese al dormir. Entonces, cuando despertaba me sentía triste porque sólo hubiese sido un sueño. Pero yo sabía que me querías y con eso me bastaba. Ahora sueño contigo, y cuando despierto sólo hallo un vacío.
No es que no me guste soñar contigo, al contrario, pero ojalá no despertase. Así no te perdería nunca.
ESTÁS LEYENDO
Susurros
AcakEsto es sólo el diario de las emociones de una chica adolescente con exceso de pensamientos, plasmados en tinta y palabras.