Mi Amor por ti es Eterno. Por Siempre Tú & Yo, Mi Amor.

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Salimos del super, el con una lechuga, y filetes de pollo. Y yo con unos cuantos de paquetes de doritos, y la de pajita de kétchup para Adán. El cuál no esperó a llegar a casa y fue comiéndoselo por el camino, camino a la casa de Chris.

- Adán, ¿Te gusta los coches? *Le pequeño lo miró sonriendo*

- Sí. Me encantan.

- ¿Entonces te gusta las películas de coches, una coca cola y palomitas, mas todo eso que has comprado?

- Me parece muy bueno. ¡Corre! *Tiró de mi mano*

- Calma Adán, ya casi estamos.

Increíble pero cierto Chris vivía una calle antes que el pequeño Adán. Etramos y me sorprendí a ver la casa impecable.

- Sentaros, voy por la película, preparó lo que le dije a Adán y también guardo la cena. ¿Os quedáis?

- No sé si podré. Depende.

- ¿De que depende?

- De que a las 21:30h cena el pequeño y a las 22:00h debe ir a la cama.

- Será así.

- Entonces vale. *Respondí lanzando una sonrisa*

Christopher:

Vivos la película, aún qué Adán se perdió el final, quedó dormido. Yo me levanté a preparar la ensalada, y los filetes de pollo con salsa de limón y ajo. Una vez preparado vi a Anahí acariciando al pequeño, mirándolo dulcemente, mientras yo ponía la mesa, a veces me entraba ganas de formar una familia, pero no es fácil encontrar a la persona adecuada.

- Vamos a comer ya. *Le dije*

Ella despertó al pequeño y nos pusimos en la mesa a comer.

- ¿Y su madre? *Pregunte por curiosidad*

- Margarita, trabaja casi todo el día, por la mañana esta en la guardería, lo recoge come en un bar y luego voy yo y ella sale corriendo.

- ¿Y su padre?

- No sé, ella dice que quedó embarazada en unas vacaciones a Francia y que no sabe nada del padre.

- Que mal eso.

- Sí, ella a penas tiene 27 años, y esta criándolo sola.

- ¡Wow! Tiene mi edad y tiene un pequeño, lo esta sacando sola adelante, es digno de admiración.

- Bueno, ya tenemos que volver.

- Te acompaño y luego te llevo a tu casa.

- Vale, gracias.

- Se te ve mas cansada que al pequeño.

- Lo estoy.

Llegamos a la casa del pequeño, y Anahí abrió la puerta. Mis ojos fueron directo a la mujer de cabello pelirrojo y ojos azules.

- ¿Christopher? *Me dijo Margarita emocionada*

- Sí, que de tiempo.

- Dos años, casi tres. Pasen.

Pasamos y nos sentamos, mientras ella acostaba al pequeño. Luego de unos minutos volvio.

- Mañana tengo libre. ¿Vienes a tomar un café?

- Tengo planes para mañana.

- Tengo que decirte algo importante.

- Vale, si te viene bien en la noche.

- Vale, a esta hora aquí. No te quitaré mucho tiempo.

- No te preocupes.

- Anahí, toma. *Le tendió un sobré* Hay tienes el dinero de esta semana, ya te dije que sin falta te lo daba hoy.

- Gracias Margarita.

La llevé a casa y después de aparcar en mí portal, me quedé mirando al volante. Pensativo, muy pensativo.

- ¿Que edad tiene el pequeño? *Me pregunté a mi mismo en un hilo de voz que a penas mis oídos percató*

Suspire y entre pesadamente en mi apartamento. Dando vuelta y mas vueltas a lo que querría hablar Margarita. Mi cabeza solo pensaba en eso, hasta que sonó mi móvil y miré quien me llamaba.

- Anahí, dime.

- Que no me has dicho si desayunamos juntos, solo la hora y en mi casa.

- Desayunamos en un bar, te invito guapetona.

- Vale, como quieras. Besitos.

- Sueña cosas hermosas. ¡Muack!

- Adiós, besos. *Colge*

Una vez me despedí corrí a mí cama la cual deseaba coger hacia rato para que mi celebro no pensara más.