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Christopher me dejo en casa sobre las cinco de la tarde con un café y un pastel, que no tomaría conmigo, ya que si lo hacia dijo que no llegaría a la cita con Margarita. Oír cita de sus labios me hizo sentir algo extraño que no me gustaba. Después de disculparse por dejarme sola merendando, se fue y yo quede en mi sofá tomándome a duras penas la merienda.

Christopher:

Llegó la noche y salí ansioso por saber que me quería contar Margarita, deje en mi casa los bocadillos echó y le mande un WhatsApp a Anahí diciéndole que la iba a buscar cuando hablará con Margarita, ella me contesto con un simple «Ok». Llegué y Margarita me hizo pasar, el pequeño ya dormiría o algo por que no lo vi. Nos sentamos en el sofá y me preguntó que que quería que pidiera para cenar, le dije que nada, que tenía planes, así que me miro sería y agarró mis manos, respirando muy agitada, su mirada era directa a la mía.

- ¿Que es tan importante Margarita?

- Adán, mi hijo también es tuyo. No tenía como decírtelo, pero ahora te tengo enfrente de mi.

No sé si me quede mudó de la sorpresa o de que no me veía como padre. Pero sólo me quede mirándola.

- Chris, en todo este tiempo no dejé de pensar en ti, en que me quede en estado por que eras para mí.

- Margarita, eres hermosa, simpática y todo eso. Pero tú y yo no estamos echó el uno para el otro. Y sobre Adán no hay problema, cuentale al pequeño y ya nos ponemos de acuerdo con como hacerlo, ahora me tengo que ir.

Dicho esto salí de la casa de Margarita, y comencé a caminar por las escuras calles hacía mi auto para ir a recoger a Anahí.

Anahí:

Estaba tirada en el sofá cuando oí como llamaban a la puerta. Me levanté y me dirigí a la puerta, miré por la mirilla y una amplía sonrisa se dibujo en mi rostro. Abrí rápidamente la puerta, y ahí estaba Christopher, el cuál al verme me lanzó un giño con una sonrisa.

- Vamos Anahí, unos bocadillos nos esperan en mi departamento.

- Voy, espera que coga las llaves de casa.

- Te espero.

Salimos de mi casa, la noche estaba hermosa, una grande y brillante luna llena, y un manto lleno de estrellas. Subí a su auto, la música sonaba, una pieza relajante, o eso se supone, se oía el mar, los grillos, las cigarras, el ambientador del coche olía a campo, no recordaba esta mañana que tuviera esta música, ni este ambientador. Conducía con tranquilidad, en silencio.

- ¿Que quería Margarita? *Rompí el agradable silencio*

- Decirme que su hijo, también es mío. *Respondió mirando fijamente la carretera, ya casi en su puerta*

- ¿Que vas ha hacer?

- Pues cuidar a mí hijo.

- ¿Vas a salir con Margarita?

- Anahí, oye bien lo que te digo. Voy a cuidar a mi hijo, no a estar con Margarita.

- Perdón. *Me disculpé avergonzada*

- No te preocupes. *Me miró levente, mientras aparcaba*

Bajamos del coche y entramos en el apartamento para cenar. Una vez terminamos la cena, nos pusimos en el sofá con el portátil a ver anime, inu x boku ss. No se cuántas veces hice que parará el vídeo, los subtítulos eran algo rápidos, y a veces las palabras japonesas me hacían gracia.

- ¿Te gusta?

- Sí, soy un poco friki. ¿Y a ti?

- Sí, me gusta. Aún que hacía años que no veía.

- Yo veo un poco. Dime Anahí ¿Cual has visto? ¿hay alguno que quieras ver?

- Sailor Moon, Sakura Cazadora de Cartas, Death Note, Pokemon, Chobits, Dragon Ball, Detestive Conan, Hamtaro, Mirmo, Oliver y Benji, Peach Girl, School Days, Sukitte-iinayo, Totoro. Y quiero ver Samurai X y Naruto.

- Esos son algo largos, y no tengo mucho tiempo. Lo veremos, ahora vamos a ver este, espero que este bien.

Mi Amor por ti es Eterno. Por Siempre Tú & Yo, Mi Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora