Mi Amor por ti es Eterno. Por Siempre Tú & Yo, Mi Amor.

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Me desvistió, me hizo suya, olvidándose de que el pequeño andaba en su dormitorio, pero nuestra noche fue interrumpida por el teléfono móvil.

- Cogelo, y si paso algo ¿En? *Le dije apartando sus labios de mi cuello*

- ¡Grrr! *Gruño de fastidió*

Pulsé la pantalla y le descolge el teléfono, luego se lo pege a la oreja y no paso ni 5 minutos y su cara se volvio blanca, se levanto de encima de mi rápidamente, dejándome desnuda en el salón, mientras el cogía toda la ropa y iba al baño, aun con el teléfono en la oreja, haciendo preguntas, y mas preguntas. Yo recogí también mi ropa, y cuando me iba a vestir, vi mis pienas ensangrentada, así que llame al baño y Chris me abrió con el móvil en las manos.

- Tengo que ir al hospital, por favor quedate con el niño.

- ¿Que paso?

- Margarita, iba en el coche algo bebida y se salto un Stop.

- Vale, ve. *Dije algo triste y no se por que motivo celosa*

- Esa cara y ese tono.... ¿No será de celos o algo así? Se que te montas películas raras.

- No, no es nada, solo me preocupe.

- Mas te vale, por que te amo mi amor. Solo a ti, seas mi prima, mi hermana o quien seas, te amo y no te dejaré nunca.

- Te amo, ve con ella y me dices lo que tiene, yo me duchare.

- Sí, que estas un poco manchada. Yo cuando llegue también me duchare, estoy casi tan lleno como tu de ti.

- Llevas mi sangre, pero no sabes lavarte un poco.

- Tengo prisa.

- Pero bien que estas aqui quieto hablando.

- Es que no quiero irme de tu lado.

- Vete. *Me acerqué a sus labios y lo bese castamente*

- Adiós amor.

- Adiós mi vida.

Dicho esto salió del departamento. Me quedé en el baño, para meterme durante un buen rato dentro de la bañera con agua templada, aun que mientras que se llenaba recorde el sofá lleno de sangre, tenía que limpiarlo, así que anude una toalla en mi cuerpo y con una esponja húmeda con gel de baño vertido en ella y una toalla fui a limpiar el desastre del sofá.

Christopher:

Llegué a la puerta de la habitación donde estaba Margarita ingresada, había chocado con otro coche, y los pasajeros de ese coche era unos críos, 18 años y un niño de un año, los cuales estan gravemente, no me atrevía a entrar, mis puños estaban apretados al igual que mi mandíbula, quería gritarle. Solo el echo de ponerme en la piel de aquella joven familia, me removia el estómago y me llenaba de odio hacía esa mujer que era la madre de mi hijo, y que en su momento sentí algo. Me intenté relajar mil veces durante 5 minutos, pero no entre hasta que un enfermero me preguntó que me sucedia, obviamente le dije nada y entré en la habitación después de despedirme del enfermero.

- Hola precioso ¿Y el niño?

- El niño esta con mi novia, y nada de precioso, no lo soy. *Le dije secamente* Sabes que por tu imprudencia al volante, un chico y una chica de 18 años estan al filo de la muerte, y que su hijo de un año no esta mucho mejor que ellos. ¿Lo sabes?

- No, pero yo también estoy mal. ¿No lo ves?

- La cosa que es culpa tuya. Eres tu la que te saltas un Stop y encima tienes cuatro veces más del alcohol permitido, eres una irresponsable, ¿Que pretendías con tal acto?

- No quería nada, solo salí para olvidarte. No me hago la idea de no poder estar contigo, cuando te veo cada día.

- No tienes de otra, tengo que ir a por mi hijo, aun que creó que vas a estar un largo tiempo sin vernos, esto que has echo tiene prisión.

- Eres abogado, puedes ayudarme.

- Ni en tus sueños. Esta la vida de tres personas en peligro, es más preparate por que los defenderé.

- ¿Yo soy la madre de tú hijo?

- Y la que hizo todo mal, así es la vida. Yo estoy al lado de la justicia, no del lado de la madre de mi hijo.

- ¿Y si en mi lugar estuviera Anahí? ¿De que lado estarías?