Mi Amor por ti es Eterno. Por Siempre Tú & Yo, Mi Amor.

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Llego la hora del descanso, Chris me invitó a un café en la cafetería del edificio.

- ¿De verás no quieres un pastel? *Me lanzó una amplía sonrisa*

- No, gracias. *Le devolví la sonrisa*

- ¿De dónde eres? *Se recostó en la silla*

- Italia. *Agarré mí taza de café* ¿Y usted?

- No me llames de usted, y soy francés.

- Somos unos raros hablando. *Nos echamos a reír*

- Sí, todos nos miran por eso. *Me guiño el ojo mientras sonreía*

- Di algo en francés, nunca oí a un francés.

- Curieux, vous êtes curieux. J'adore ça. (Curiosa, eres una curiosa. Eso me encanta.) *Al oír su acento francés casi me caigo de la silla* Ahora te toca hablar en italiano. *Me lanzó una mirada que hacía derretir al mismo polo norte*

- Non capisco una parola che hai detto. (No entiendo ninguna palabra de la que usted dijo.) *Me miró fijamente*

- Me gusta el asentó italiano. Luego te lo doy escrito en un papel y tú lo traduces.

- ¿Me entendistes? *Pregunté curiosa*

- No, tú harás lo mismo Anahí. *Me sonrió nuevamente* Realmente no soy bueno en los idiomas, a penas se Español.

- Yo llevo aquí algún tiempo, si algo no sabes me preguntas y intentaré ayudarte con el idioma. *Me ofrecí de buena gana*

Christopher:

Entramos de nuevo en mí despacho. Estuvimos envueltos entré papeleos, cansados de preparar un juicio y dos demandas de divorcio decidí invitarla a almorzar, por que me había sido de gran ayuda hoy.

- ¿Por que se casarán? De verás creó que hay quién se casa sin pensar.

- Anahí, hay muchas cosas que creemos que funcionarían y luego fracasan demasiado rápido, más de lo que imaginas.

- ¿Eres divorciado? *Me preguntó alzando una ceja*

- No, nunca pensé en eso. Aparté mi relación más larga creo que fueron dos años o cosa así.

- ¿Y las mas corta? *Echó una sonrisa tímida*

- Unos 5 mesed creó. ¿Y tú?

- Yo, no. A mí no me dejaban mis padres tener novio. Y ahora que estoy sola no tengo tiempo para eso.

- Supongo que quieren protegerte. *Le sonreí y ella me respondió de igual manera a mi sonrisa*

- ¿Tus padres también eran protectores?

- Más bien me dieron muchas alas para volar, y me estampe muchas veces contra el suelo, y algunas dolieron lo suyo.

- ¿A donde iremos a almorzar?

- Buena pregunta. Ni puta idea. ¿Que te parece a un lugar que hace unos tejanos riquisimos?

- Me parece genial. ¿Cuando salimos?

- Cuando pase media hora. Ya qué falta 45 minutos para que sea la hora de salir.

- ¿Y mientras?

- Mientras es la hora. *Me quedé pensativo* Ni puta idea. *Anahí se echó a reír al oír mis palabras*

- Dices que te cuesta el español, pero bien que sueltas tacos.

- Eso es lo que mejor se decir. *Miré hacía la ventana, se había levantado algo de aire*

- Sé levantó viento. *Me dijo, a lo que yo la miré* Me voy a congelar, no pensé que se levantaría.

- ¿Como has venido?

- En autobús.

- Yo te llevó a tu casa, coges un abrigo, almorzamos y te vuelvo a llevar. No quiero que te refríes.

- Gracias Christopher. *Me sonrió con timidez*

- Chris, dime Chris. *Le lancé una sonrisa amable, y Anahí se puso algo sonrojada*

- Vale Chris. Mañana es fiesta. ¿Te apetece ir al parque?

- Me encantará Anahí, la verdad que no conozco a nadie fuera de mis compañeros y como vez son algo mayores.

- ¿Cuanto llevas?

- En España 14 días y en la empresa 13 días. ¿Y tú señorita?

- Yo llevo dos años. Desde que empecé la carrera. ¿Crees que sabría hablar tan bien español si llevara como usted?.

- Nuevamente, no me llames de usted. Y no sé, no es muy complicado este idioma.

- Disculpas, es que eres mi superior.

- Deja esas formalidad para el jefe, aún qué este jefe no le va el usted, dice que para cuando tenga 100 años entonces lo llamemos así.

Ambos nos echamos a reír, hasta que pudimos salir, salimos 15 minutos antes, fuimos a por un abrigó para ella y luego a almorzar unos solomillos al whisky, ya que hablando digo que le gustaba y a mi también, y era mejor que una hamburguesa o pizza, eso pegaba mas a la noche.