Mentira.

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Christian decidió que esa misma semana le pediría a Camila que fuera su novia.

Fue a verla al campo, ya que ensayaban la cuadra de porristas.

Se sentó en las gradas, mirándola.

Usaba un short negro pequeñísimo y un top blanco.

Su cabello lo recogió en una colita.

Suspiro por ella.

-¡qué demonios haces! –murmuro para el mismo.

Una chica lo miro y dejo de hacer la rutina, comenzó a sonreírle, luego llamo a otra e hizo lo mismo, luego, todas lo miraban, sonriéndole y lanzándole besos al chico.

-…3, 4, 5, 6, 7, 8…-la rubia seguía con la rutina, no sabía que pasaba detrás de ella.-chicas, cuenten conmigo…

Pero ellas seguían coqueteándole a Christian. Este sacudió la cabeza, desaprobando tal reacción.

-¡chicas! –volvió a llamar, al ver que no le contestaban, volteo para saber porque razón no le contestaban.

Se enfureció, más que eso, ardía en coraje.

-¡DEJEN DE MIRARLO! –grito desesperada.

-¿Por qué? –dijo una de las chicas.

Christian tenía que aprovechar este momento.

Bajo de las gradas y se dirigió hacia Camila.

-es que…-comenzó a decir, con una sonrisa que cada vez se hacía mas grande, la miro.-es mi novia.

Las chicas se quedaron boquiabiertas.

-eso no es cierto.-volvió a contestar la misma chica.

Christian  miro a Camila, la abrazo.

-no, no, Chris…-le susurraba, pero cedió al beso que el muchacho le daba.

La chica se giro y salió del campo.

Camila se alejo de los labios de Christian.

-¡lárguense!

Todas tomaron sus cosas y salieron casi corriendo del lugar.

Camila miro al muchacho, enojada.

-creo que este es un buen momento para irme.-dijo.

-no, no, quédate.-le contesto suavemente.

-algo malo pasara, siempre hablas así cuando me va a ir mal.

Ella rio…a Christian le pareció muy hermosa aquella risa que salió de la boca que acababa de besar…

¿Qué rayos piensas? Se pregunto.

-mira.-comenzó a decirle.-me conviene que seas mi novio.

-¿eso quiere decir que aceptas? –le pregunto, riéndose.

-si prometes solo besarme cuando yo te lo pida.

Christian fingió que lo pensaba.

-pero eso es lo divertido.-le respondió, riendo, ella lo quiso empujar pero él la abrazo más fuerte.-será difícil resistirme ante unos labios tan deliciosos como los tuyos…

Camila se sintió desvanecer, le temblaron las rodillas y las manos.

Christian volvió a aprovecharse de la chica y la beso.

Esta vez, tierna y lentamente toco los labios rojos de la rubia.

Los dos disfrutaban de aquel beso, el mejor que se habían dado desde que se conocieron.

Amor superficial.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora