Eventos, la comida de caridad y el baile de gala.

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Christian no entendía.

Le resultaba absurdo pagar mil dólares por un pedazo de carne y de hierba bañado en salsa, el cual, sabia horrible.

Ojala y hace años hubiera pensado de la manera en que lo hacia hoy.

-Christian Olmos.-dijo, aclarando la garganta.-se que trabajas.-el señor Johnston bebió un sorbo del vino, moviendo la copa.-y se sobre tu hermana enferma…

-¿Cómo sabe eso? –el chico se sobresalto al escuchar las últimas palabras.

-se todo sobre ti.-contesto tranquilamente, ignorando el tono en que el joven le hablo.-desde el 14 de julio del 1989 que naciste, hasta hoy.-le contesto.-sé que no es el momento, pero quiero ofrecerte un trato, que me conviene a ti y a mí, se que puede ser difícil porque mi tesoro.-señalo a Camila, quien platicaba con Paula.-está de por medio y sé que no la toleras.

-entonces, ¿Por qué razón me ofrece un trato que la incluye a ella?

-porque desde hace tiempo quiero que este con un muchacho que la merezca…

-¿y cree que un lavaplatos con media beca, la merece? –lo interrumpió para resaltar lo obvio.

-no, pero como te dije, se todo de ti.-se acerco mas al muchacho.-se que vienes de una familia importante y educada, que a pesar de su quiebra y del terrible accidente, tú y tu hermana siguen los valores y educación que ellos les ofrecieron.-el señor realmente se sinceraba con el.-por esa razón creo que mi hija merece estar con un muchacho como tú, responsable, inteligente, bueno y educado.

Christian no concebía que aquel hombre supiera todo sobre su vida, de su familia, el accidente y su hermana enferma.

-el trato es que, dejes tu trabajo para que trabajes para mí.

Al escuchar aquello le pareció una mala idea, no sabía que pensar sobre qué era lo que quería.

-no sé nada, apenas entre al colegio…

-sabes comportarte en eventos sociales, tienes educación y aguantas a Camile.-le resultaba difícil admitir que su hija no era bien vista por la mayoría de las personas.-honestamente, el noviecito ese, Frankie, no era ni la mitad de lo que mi bebe merece.

El chico no dijo nada, solo lo observa, trataba de adivinar la verdadera propuesta que le daba.

-aun no se qué quiere que haga para usted.

-es simple, el novio de Camile.-el joven levanto una ceja en señal de sorpresa.-claro, tendrías un pago, además de que, los gastos del tratamiento de tu hermana, correrían por mi cuenta.-el señor cada vez se interesaba más por el joven.-se que necesita una cirugía, la pagare si aceptas.

Aquello le parecía irreal a Christian, era un pase directo a la cura de su hermana, ya no tendría que preocuparse por los medicamentos o esa cirugía tan costosa que tenía un par de meses de retraso, era la oportunidad perfecta para salir de tan grande preocupación.

-¿Por cuánto tiempo? –pregunto.

-indefinido, como te dije, eres perfecto para mi hija y no sé hasta qué día aguantes a Camile.

-entonces, cuando decida dejar a Camila…-comenzó a decir el muchacho.

-dejare de pagar los gastos que genere la enfermedad de tu hermana.-ultimo el señor Johnston.

Christian se limpio la fina capa de sudor que cubría su frente, miro a Camila, era hermosa, pero al final siempre seria una muñeca de plástico.

-te doy este día para que lo pienses.

Amor superficial.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora