Amor superficial.

Historias.

Christian y Camila se verían en la mansión Johnston para nadar y para festejar su tercer mes de novios.

Las chicas se ponían su traje de baño.

Camile usaba uno rojo con negro, de dos piezas.

Paula uno de blusa con un short pequeño.

-ponte este.-Camila insistía en que usara un diminuto bikini rosa.

Paula accedió y se lo puso.

Las dos, se miraban en el espejo de cuerpo completo.

-¡Paula! –se asusto.

-¿Qué? –pregunto.

-harás dieta, mira, esa lonjita se te está saliendo.-le toco el vientre, Paula se hizo hacia atrás.-también haremos ejercicio.

Tocaron la puerta.

-adelante.-respondió Camila.

-señorita, el joven Christian está en la piscina.

-dile que en un momento vamos, ahora vete.

La domestica salió casi corriendo de la habitación.

-¿Qué has estado comiendo? –volvió a cuestionarla.

-nada, de verdad.

-¿entonces?

Paula sabía muy bien porque estaba engordando.

-ya vamos a la piscina.-la empujo fuera de la habitación.

Tenía que dejar el tema para que Camila no siguiera preguntarle.

-¡mi amor! –Camila le salto encima a Christian.

Paula sabia que Camila era feliz al lado de Christian, por eso, se tenía que mantener al margen de cualquier decisión que ella tomara.

Dejo la toalla y se tiro un clavado.

A Christian ya no le sorprendían los desaires y faltas de atención por parte de Paula.

-vamos a entrar.-dijo gustosa.

-espera, tenemos que hablar.-le dijo en tono serio.-siéntate.

Saco una silla y la rubia se sentó, luego también se sentó en otra silla frente a ella.

-¿de qué quieres hablar? –pregunto, con miedo.

-¿me quieres?

Sonrió, despreocupada.

-claro mi amor.-lo beso.-¿Por qué preguntas eso?

-¿Qué planes tienes a futuro?

-terminar de estudiar, luego ejercer…-sonrió, penosa de lo que quería decir.-y si quieres, casarnos e irnos de viaje por el mundo…

-¿entonces, si quisieras casarte? –la interrumpió.

-contigo si.-sus ojos brillaban, su sonrisa se hacía más grande de solo pensarlo.

Christian deseaba casarse con ella, la había comenzado a amar desde el momento en que vio que había otra Camila dentro de ella.

-¿quieres casarte conmigo? –las palabras salieron de su boca con naturalidad, con amor.

-¡AHHH! ¡AHHH! –grito como loca y comenzó a correr.

-Camila, espera…-le decía, riéndose.

Paula salió de la piscina.

-¿Qué le pasa? –pregunto, riéndose.

-¡ME VOY A CASAR!