Papá (Harry Styles)

Capítulo 10

Viernes. Mi tiempo de estudio había terminado por hoy, estudiar a distancia no era tan fácil como pensaba en un principio. Liam se había ido esta mañana al estudio con los chicos, así que me preparé para ir a buscar a Noa a la guardería. Me duché y me arreglé en no mucho tiempo. Me dispuse a salir de casa, hoy en Londres no hacía muy buen tiempo pero por lo raro que parecía no llovía en aquella ciudad. Llegué en unos veinte minutos a la guardería, ya no quedaban muchos niños en ella. En cuanto entré vi a Noa jugando risueña con una niña rubia, quien la abrazaba.
Era una imagen tan adorable, llamé a la pequeña, pero no vino sola sino que aquella rubita de ojos verdes la sujetaba de la mano. Sonreí al ver aquella acción.

- Lyn - dijo Noa, estuve pensando que nombre podría ser aquel hasta que alguien llamó a la rubia y se fue corriendo.

- Evelyn - un chico rubio de ojos oscuros abrió los brazos mientras la pequeña se abalanzaba sobre él. Me miró con una amplia sonrisa, yo tan solo lo imité.

- ¿Nos vamos princesa? - Noa asintió y cogí sus cosas.

La cogí en brazos, ya que había empezado a llover. Me abrazó mientras intentaba que se mojara lo más mínimo. Caminaba con el paso acelerado, quería llegar cuanto antes a casa. De pronto un coche se paró a unos metros de nosotras. Aquel chico rubio salió del coche dirigiéndose a mi.

- ¿Os acompaño? - dudé por un momento pero si seguía lloviendo de esa manera hubiera sido imposible llegar a casa. Lo miré otra vez - venga, que no muerdo te lo prometo - sonreí y asentí llegando a aquel coche rojo.

- Lyn - dijo Noa en cuanto pudo ver a la rubita en la parte trasera de aquel coche, las dos sonrieron mientras Noa se acomodaba en mis piernas y se calmaba. Miré a aquel chico, que iba empapado.

- Siento que te hayas mojado por nuestra culpa, no tendrías que haberte parado - me miró sonriendo, y menuda sonrisa.

- Evelyn me ha insistido - me dijo poniendo atención en la carretera. Me quedé pensando en como una niña de un año le podría haber insistido en eso, me estaba tomando el pelo. Lo miré confundida mientras una carcajada sonaba en el interior de aquel coche - no iba a dejar que os mojarais de esa manera, era de locos.

- Gracias.. - me quedé esperando a que me dijera su nombre, me miró y me sonrió.

- George, ese es mi nombre, y no tienes porque dármelas - me sonrió y mi mirada se dirigió a mi pequeña, quien ya se había dormido. En poco tiempo la lluvia había desaparecido.

Después de diez minutos llegamos a la dirección que le había dado a George, la casa de mi hermano. Pude ver como justo delante de nosotros aparcaba una furgoneta negra. Rezaba para que no fueran ellos, pero sí. Cinco chicos salieron de ese vehículo mientras George aparcaba justo delante de ellos. Para mi sorpresa el chico rubio salió del coche y me abrió la puerta cogiendo todas las cosas de Noa. Salí y allí se encontraban observando cada movimiento que George y yo hacíamos.

- Gracias otra vez - dicho esto me dio las cosas de la pequeña - por cierto, mi nombre es _______, encantada de conocerte.

- No tienes porque dármelas ______, espero que nos veamos pronto otra vez - dicho esto besó mi mejilla - me encantaría.

Pocos segundos después desapareció aquel coche rojo y me giré mirando a aquellos cinco chicos, que intentaban disimular.

- ¿No encuentras la llave hermanito? - dije acercándome a ellos. Me miró nervioso mientras metía la llave en la cerradura, sonreí por lo protector que podía llegar a ser a veces. Saludé a los demás y en cuanto entré en la casa dejé a Noa en su habitación. Eran ya las seis de la tarde y hoy era la esperada cena con Harry. Sí, estaba algo nerviosa.