Capítulo 42.

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Hacía tres semanas que me habían dado en alta en el hospital y nos habíamos instalado en casa una vez más. Decenas de personas nos habían visitado en los primeros días, familia y amigos de las dos partes parecían entusiasmados con el nuevo miembro de la familia.

Cogí el pequeño biberón ahora ya caliente y me dirigí hacia la sala de estar, donde se encontraban Harry y los pequeños. Se lo cedí a aquel chico y me agradeció con una sonrisa antes de probar si la leche se mantenía demasiado caliente para Oli. Me senté junto a Noa, que se abrazó a mí en cuanto pudo, haciéndome sonreír. Estaba muy ilusionada con la llegada del pequeño pero se comportaba de una manera diferente a la que pensaba que lo haría. Se había acercado mucho más a mí si eso era posible, pero se había alejado mucho de Harry y de Oli, sabía que todo aquello eran simplemente celos. Besé su frente y nuestras miradas se dirigieron a los chicos de la casa.

- ¿Quieres ayudarme a darle de comer a Oli princesa? - Noa no dijo nada durante unos segundos, viendo como su hermano comía tranquilo entre los brazos de Harry. Acabó negando mientras seguía abrazándome, haciendo que Harry me mirara sin saber que hacer. Ya habíamos hablado sobre ese tema antes y no sabía muy bien como actuar después de intentarlo todo. Negué y volvió la mirada a Oli, rindiéndose de alguna manera.

Pasaron pocos minutos antes de que la pequeña saliera de la sala para dirigirse hacia su habitación, según ella, era la hora de jugar con sus muñecas.

- Creo que te echa de menos - me levanté del sillón para poder sentarme junto a aquel chico y acariciar la mejilla de Oli mientras seguía comiendo, manteniendo sus ojos cerrados - podrías proponerle hacer algo vosotros dos solos - me miró asintiendo.

- ¿No la he dejado de lado estas semanas verdad? - negué y me acerqué a él para besar sus labios durante unos segundos.

- Tan solo no entiende que Oli necesite más atención que ella ahora, pero esto es nuevo para todos - sonrió y depositó el biberón vacío en la mesa que se encontraba frente a él, poniendo a Oli sobre su pecho y proporcionándole suaves masajes en su espalda. Era bastante tranquilo y no solía dar problemas a la hora de dormir, aunque era bastante puntual en cuanto a la hora de cada toma.

- No entiendo como sigues tan animada después de todo lo que has pasado - sonreí apoyando mi cabeza en uno de sus hombros.

- Tengo muy buena ayuda - sentí como besaba mi cabeza - en un mes será un poco más difícil, pero podremos con ello - dije intentando hacerme la idea de todo lo que en pocas semanas iba a ocurrir. Harry aguantó a Oli con una mano mientras con la otra me abrazaba, apoyando mi cabeza en su pecho - con lo que le gusta a este pequeñajo estar con papi - sentí como sonreía y era lo único que quería en ese momento.

- Lo que os voy a echar de menos a los tres - alcé mi rostro y deposité mis labios en su cuello de manera dulce, para después capturar sus labios - me gustaría que vinierais aunque fueran unos días, ¿qué me dices? - acaricié la manita del pequeño, haciendo que agarrara mi dedo con toda la fuerza que podía ejercer sobre mí. Sonreí y asentí sin pensarlo mucho.

Noa apareció minutos después, quedándose parada mientras nos observaba. Harry me miró y yo asentí cogiendo a Oli, observando la situación.

- Princesa, ¿qué te parece si hacemos nuestras super pizzas para cenar? - una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro de Noa, sabía que no podía decir que no a eso.

- ¿Con mucho mucho mucho queso? - dijo ella abrazando el peluche que Louis le había regalado meses atrás. Harry asintió con una sonrisa y abrió los brazos haciendo que Noa corriera hasta él y lo abrazara. Se levantó con ella entre sus brazos y besó su mejilla un par de veces, haciendo que ella no parara de reír.

Papá (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora