Papá (Harry Styles)

Capítulo 23 4/4

La cabeza me daba vueltas y yo tan solo quería desaparecer de allí. ¿Aborto natural? Eso era imposible, no podía ser así. Me limpió el gel del vientre y salí de allí sin decir ni una palabra, ¿para qué escuchar más palabras de lástima?

Necesitaba aire así que salí del hospital a paso acelerado mientras oía a alguien gritar mi nombre.

- ¡________! - Gemma me perseguía con Noa en brazos, quien me miraba sin entender nada - ¡por favor para!

Y paré, girando sobre mis talones, mirando a mi mejor amiga sin expresión alguna mientras ella intentaba acercarse a mi. Noa se movía inquieta entre sus brazos y la cogí, abrazándola con fuerza. Abrazo al que se unió Gemma antes de besar mi mejilla con delicadeza.

La miré y le dediqué una pequeña sonrisa, ¿qué iba a hacer? Me sentía horrible conmigo misma pero ellas no tenían la culpa de nada. Tan solo la tenía yo.

- ¿Nos vamos a ir a casa sí? - asentí y tan solo entré en el coche, haciendo que Gemma se encargara de todo lo demás.

Arrancó el coche minutos después sin decir nada, mirándome de vez en cuando para asegurarse que estaba bien. Paramos en un semáforo y cogió mi mano, apretándola levemente.

Mi móvil sonó y en la pantalla apareció una imagen. Una imagen que en ese momento me partía el corazón. Éramos Harry y yo uno de los últimos días antes de irme, besándonos. (foto en multimedia)

Dejé que sonara, no estaba preparada para básicamente decirle que no iba a ser padre. Me daba hasta miedo decírselo y que me dejara por ello.

- ¿No vas a cogérselo? - negué - ¿quieres que hable yo con él? - volví a negar y ya no insistió más. Pero Harry sí, y no sabía donde meterme ya, apagando el teléfono tras ello.

Llegamos a casa y no sabía muy bien a donde dirigirme, no quería que Noa me viera mal. Como siempre ella decía, "si mamá estaba mal, la princesa Noa estaba mal".

- ________.. - me llamó Gemma por tercera vez y la miré algo desconcertada - ¿quieres que te deje sola? - asentí mínimamente y ella se acercó a mi para abrazarme con fuerza - ¿te parece bien si vengo antes de cenar y pedimos algo? - volví a asentir con una pequeña sonrisa y depositó un beso en mi mejilla.

Se despidió de Noa y la acompañé hasta la puerta, asegurándole que iba a estar bien esas horas. Cerré la puerta y suspiré para ver a Noa de pié frente a mi con una mueca en su rostro. Empezó a correr en mi dirección y la cogí en brazos, mientras apoyaba su cabeza en mi pecho.

- ¿Tienes sueño cariño? - asintió y me dirigí a mi habitación para tumbarme con ella en aquella gran cama.

Se giró para quedar frente a mi y sonreí al ver como aquellos dos grandes ojos azules querían transmitirme tranquilidad.

- ¿Mamá está bien? - sonreí y asentí mientras acariciaba su cabello.

- Solo necesita descansar un poco princesa - ella seguía mirándome dudosa.

- ¿Voy a tener un hemanito? - me preguntó inocente y yo negué lentamente.

- ¿Que te parece si esperamos un poco para que puedas ser una gran hermana mayor? - asintió con una gran sonrisa y se acurrucó entre mis brazos mientras besaba su cabeza.

Cerré los ojos unos segundos haciendo inevitable que las lágrimas empezaran a descender por mis mejillas.

Me encontraba mal, me sentía mal conmigo misma después de todo. Me había ilusionado con todo esto y ahora no tenía nada. Ni Harry tenía nada.

En este momento solo podía pensar en él, en su reacción después de ver lo emocionado que estaba con la situación. Mi niño, el chico que luchaba por aquello a pesar de todo.