TRATA de no enamorarte [YoonMin]

CAPITULO 26: Aturdido ✓

Honestamente el cuerpo dejó de responder, ni siquiera eso, el cerebro de Yoongi se murió todo ese rato que tenía los ojos petrificados e inamovibles de la escena sacada más bizarra y absurda de la que pudiese ser testigo; simplemente no conseguía creer lo que él mismo estaba viendo, no quería aceptar la realidad pese a que esta se hallaba frente a sus narices apestando todo el sitio porque Yoongi quería vomitar del absurdo.

¿Qué hacía Jimin abrazando esa bestia?

Su mente reprochó una vez más sus advertencias, fue como un grito sonoro de "Lo sabías" dentro de su cabeza dejándole sordo y estupefacto, sin más oportunidades que mirar en cámara lenta cómo se degradaba Jimin a sí mismo, aferrándose al traje negro del tal Hunchul, mientras éste le miraba desde su altura como quién mira su zapato empastado de mierda.

Así no se miran las cosas lindas.

— No puedo creer que estés aquí - bramó ensimismado en su felicidad, Jimin, acariciando el torso ajeno con su perfecta y suave mejilla - Lo dude y tuve muchísimo miedo, pero sabía que tú no permitirías que me hicieran daño ¿Verdad, Hun? Hasta para ti fue demasiado tenerme aquí.

Sus ojos podían estar mal pero sus oídos no, incluso las alusinaciones, incluso las pesadillas tenía límites; ¿Qué mierda estaba diciendo Park?

La única manera, y la más sensata, de romper este sentimiento horrible y amargo que tenía atorado en el vientre, pecho, garganta y boca, era alejándose lo más que pudiese para resguardarse y mantener a salvo lo poco que le quedaba de corazon; sin embargo no quería irse tampoco, no con Jimin estúpido frente a un monstruo... frente al monsteuo que lo condenó.

Si Yoongi tuviese pa oportunidad de moverse, violentamente arrancaría los brazos de Jimin y los pondría lejos de esa nefasta persona, abofetearía al menor para que despertada y luego le haría comer su puño al pelinegro que anteriormente juro cosas inhumanas y despiadadas; quería, el podría... Si tan solo respondiera el cuerpo a sus deseos y no ante el dolor, manteniéndolo así, congelado, anonadado. Que alguien le pellizque a él antes que a Jimin, porque todavía tenía esperanzas de estar soñando el peor de los escenarios posibles.

¿Cómo podía doler tanto el corazón? El se dijo que no tenía que querer a Jimin desde siempre... ¿Cuando se coló tanto en el, como para pulverizar toda ilusión que no sabía que guardaba?

Y su necesidad de ser regresado a la realidad se cumplió, pero no despertó por un pellizco sino la mano temblorosa de Jungkook, ajustando el agarre en su camiseta con el miedo tatuado en sus expresiones, todavía sin alzar los ojos del suelo, respirando suavemente quizás para que no le note el demonio, posiblemente sabiendo que venía a buscarlo. Pero Yoongi estaba muy decepcionado como para reaccionar inicialmente, se sentía completamente engañado.

Estaba lloviendo para sus adentros empapando cada rincón seco y frío de su ser, al final la verdad era amarga y fea como la mecidina misma; fue tomado por repuesto de ese asfixiante y desagradable hombre, le dieron caricias que jamás fueron destinadas para él, fue besado con el cariño que no estaba inspirado en él, fue abrazado y sostenido entre un juego de superación y la imaginación de Jimin confundiendo realmente al que tenía en frente con quien quería estar amando, y ese no era Yoongi... Y pese a que siempre sospechó la falsedad con la que se unían él y Jimin, de todos modos se sentía humillante y ácido, vacío cuando recordaba los dulces ojos castaños que le miraban, la deliciosa boca que lo tocaba y llamaba, las manos que recorrían su cuerpo exploratorias y luego sabias.

Yoongi lo quería, quizás más que eso y ahora daba de plano con la realidad honesta pero aspera que siempre tuvo presente, y que ahora confirmaba. Él jamás fue tomado en cuenta como humano, simplemente fue un repuesto de un asqueroso y horrible ser humano. La verdad, la comparación, sus sentimientos... Todo dolía.