Uno de los pedidos de aquellos yankee, por tener un buen recaude a sus noches de acostones con las cochinas pervertidas que venían a pedir por ellos, pero que así también debían tener su cierto agradecimiento con aquellas inmundas degeneradas, fue un balón de fútbol, pedido por el peor jugador de todos los tiempos en el Palace, y del planeta, Jonathan Lipnicki, pero que gracias a su buena voluntad para con los compañeros y sus incansables intentos por aprender el deporte con el cual insistía Calleri ser un "Crack"; de lo contrario ninguno tendría nada si se valieran de la obsesión con la música que el otro yankee, Phillipp Phillips tenía, mejor conocido por los latinos como 2p, apodo que el Argentino le dio..
Habían tenido uno de sus tantos partidos, de esos en los cuales el mexicano era un "escandaloso" según los yankee, alardeando que nadie era mejor delantero que él y sus "piernas de acero", ignorando el echo de que por esto lo molestaban con sus leyendas urbanas nativas.
El moreno estaba tan cansado pero feliz de haber jugado de nuevo, que ni siquiera se dio una mínima oportunidad de pensar en Jimin.
No se sintió egoísta por ello, ya que las últimas tres ocasiones tuvo que declinar el deporte para pasarlo con él, lo cual no le molestó en lo absoluto, él prefería saber cómo estaba su amigo, más estos últimos días parecía tener una razón profunda para estarle detrás de la cola al niño rata, y él optó por favorecer esos lazos dándole espacio a su Li.
Rezaba que ellos se amigaran, ya que tener a alguien que compartía contigo, al menos, tu idioma, era lo más aliviador que podía sucederte en ésta mugre, alguien que te entienda, con quien hacer chicstes, una soledad con quién compartir junto a pensamientos e ideas, alguien con quién insultar a tu manera y que te entiendan o se den una idea de lo te hablas al menos.
Si no fuera por Antonio, él se sentiría un poco nostálgico todavía, pero Choi la hizo grande al darle un compañero de español aunque éste fuese el mañoso, obsesionado por la limpieza, ególatra y pendejo que era el mexicano.
Tan atípico de lo que un hombre realmente es, jamás lo diría en voz alta, pero el "mama huevo" era una mano amiga, aunque no pudiese decírselo porque parecía mosca de verano con eso de que Calleri le llamara de esa manera, porque eso eran a pesar de no ser capaces de compartir un mismo espacio juntos, porque como se apreciaban, se trataban, concluyendo el argentino que esto era el típico "porque te quiero, te aporreo" de su país. Y por eso decía que el otro gustaba de él, ya que eso hacían los niños cuando gustaban de una chica en kinder al no encontrar una mejor manera de llamar la atención, y a base de golpes el pelinegro traía a Jonathan cuando no sabía qué responder a sus insultos.
Pero él no era una chica, y por eso siempre le devolvía el golpe, terminando en una paliza mutua pero perecedera cuando se acercaban los guardas a separarlos. Siempre tan violentos como solo Calleri podía manejar la amistad.
Una sonrisa bailaba en sus carnosos labios al recordar a su compañero, y la manera iracunda que tuvo para devolverle el golpe al empeine que él le dio sin tanta mesura, con las claras intenciones de derribarlo, quitando, por milagro, la pelota de su poder para pasarla y que Emmanuel Ifeanyi metiera un gol; pero no cualquiera, sino el gol de la victoria como siempre lo sentenciaba el nigeriano.
Orgulloso de su logro, entró dispuesto a dirigirse a la ducha para limpiarse las derrotas anteriores a su equipo, cantadas por Antonio cuando tenía la jodida oportunidad de recordarle que era un perdedor, y como él no había sido partícipe del juego, no sabía ni podía responder nada, recordando siempre que el dueño del balón estaba en su equipo.
Lo primero que vio al ingresar, fue a Jimin recostado como un animal, desplegado en toda la colcha sin taparse a pesar de que el aire estaba demasiado alto; pasó a su lado como acechándolo, recordando el sexto sentido de Park cuando duerme y lo incómodo que lo pone que le miren intensamente cuando duerme, despertando de inmediato en varias ocasiones, siendo esta una ocasión contraria.
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TRATA de no enamorarte [YoonMin]
FanfictionA diferencia del resto de chicos, YoonGi era el único oriental en el mercado, siendo generalizado y apodado como "Chinito". Las cosas marchaban sobre ruedas siempre que no se preocupase por otros, la vida de sus "compañeros" era un maldito infierno...