Capítulo 7 - VOID

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- Sí, claro que sí. Por supuesto que sí – suspiro -He estado esperando este día por mucho tiempo, Alec. – su sollozo entre cortaba su voz - Te amo más que nada en el mundo y sería un honor llevar tu apellido y tu corazón al lado del mío. – Saque el anillo del estuche y se lo puse en su dedo anular. En su pequeña mano se veía más que hermoso, los pequeños diamantes le daban brillo a sus lágrimas. Me puse en pie y la bese, la bese como nunca lo había hecho, lo hice lento para disfrutar el momento, la bese de manera romántica, tierna, sensible, de manera... de manera que el mundo se podía acabar alrededor pero sabía que estaba completamente seguro en ella y ella en mí.

Después de haber terminado nuestra velada, decidimos ir a nuestra cabaña y mientras caminábamos la molestaba diciéndole – "Señorita Mc Clive, que hermosa está usted la noche de hoy" – sonreímos y mis carcajadas interrumpían el tranquilo sonido de la noche, pero a ambos no nos molestaba.

Al llegar a la habitación, Valerie tomo mi rostro y lo trajo a sus labios, me inundo de besos, caricias, me abrazaba fuerte cada vez que besaba mi cuello. La tome entre brazos y la lleve a cama y ahí empezamos a desnudarnos, lenta y delicadamente. Observaba su hermoso cuerpo y su rostro lleno de poesía, mientras ella hacia lo mismo. Entre abrazos y beso el ambiente estaba inundado de amor, alegría, paz y cuando estuve encima de ella...

- ¡No... No... no...!.- Grité, mientras me aparte de lo que ya no podía ver. - ¡Déjame! – grite –

- Cariño, no es real – decía la voz de Valerie a lo lejos – No, no... si fue real. No me toques – seguía gritando mientras alguien me tomaba del brazo. –

- Amor... respira. – y al cerrar y abrir los ojos, vi a Valeria de nuevo. – Amor, aquí estoy. – dijo mientras me tomaba entre sus brazos y me acariciaba el rostro.

- Valerie, ¡¿está todo bien?! Valerie abre la puerta – gritó Katherine al otro lado. –

- ¡Sí, todo está bien! – dijo Valerie mientras me cubría con las sabanas y ella se vestía con unos short blancos y una blusa holgada del mismo color.

- ¡Abre la maldita puerta! – grito nuevamente Katherine. – Valerie abrió la puerta y yo le di la espalda a la misma.

- Alec, ¿estás bien? – Pregunto Katherine. – No me toques – ordenó Katherine.

- Valerie, ¿está todo bien? – Pregunto Isaac. – Si, chicos. Solo fue una horrible pesadilla. – Valerie y los chicos se tomaron un tiempo – Chicos son sus parasomnias – dijo en forma de susurro. – déjenlo descansar y mañana hablan con él, ¿le pareces? – Valerie cerró la puerta y se quedó toda la habitación en silencio por varios minutos.

- ¿Alec?, ¿eres tú? – pregunto Valerie.

- No soy el Nogitsune, si eso te preocupa y no fue una parasomnias. Pensé que no había sido real. Y lo fue y ya entiendo porque lo golpee. – dije mirando a Valerie. Ella se acercó confiada y limpio mis lágrimas.

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