Capítulo 11 - ALEC - VOID

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Mes 7

- ¡Alec!, ¡Alec! – Gritaba una chica con el mismo tono de voz que el de Valerie.

- ¿Valerie? – Pregunté. - ¡¿Dónde estás?! – Grite.

- Estoy sola, corre, ven. – era ella. Valerie, conocía muy bien su voz. El tono de Valerie era cada vez más angustiado. Corrí, la vi, estaba ahí de pie en la misma iglesia donde le dije adiós.

- Amor, ¿Qué estás haciendo acá? – intente tocarla pero no pude. Su silueta era poco traslucida - ¿Val... porque no puedo tocarte? – La mire aterrorizado.

- Supéralo y avanza. – Valerie sonrió.

- ¿Qué? – pregunte confundido mientras miraba su rostro sin ninguna clase de sentimientos. – Val, cielo te extraño mucho, no sabes lo... - de momento el lugar se volvió oscuro, mire alrededor de Valerie y las sombras empezaron a llegar detrás de ella.

- Supéralo, Alec! – su cuerpo fue jalado al suelo. - ¡Ayudameee! – Grito. Su rostro se llenó de miedo y fue en ese momento donde las sombras la tomaba y ella se esfumaba de ese lugar.

Quedé inmóvil, no podía creer lo que estaba viendo. – Esto no es real, Alec – inhale y exhale – no es real. –

- ¿Qué te hace pensar que no lo es? – dijo la voz áspera de la sombra. La conocía tan bien, que sabía que ese lugar estaba en mi mente y que en este mismo instante estaba soñando.

- Aléjate de mí. – intente huir pero mis pies estaba inmóviles.

- Alec, yo puedo quitar ese dolor o más bien ese dolor se puede convertir en tu fuerza. – podía sentir su presencia cada vez más cerca.

- No es real.- me abrace. – despierta, Alec.- inhalé - ¡Despierta, Alec! – grité y golpeé mi cabeza con mis manos, una y otra vez.

- Déjame entrar. O que prefieres, ¿otro muerto?, primero tu hermana, segundo tus amigos y ahora... - se detuvo y me tomo del cuello.- Tu dulce y estúpida Valerie. Que incluso ella, te dice que lo superes.

- No puedo respirar, Aléjate Void. – Tenía razón, si no aceptaba a Void en mi vida, podría seguir mamá, papá o John. No lo quería así.

- No lo pienses. El miedo es el arma más poderosa del mundo si te alimentas de él. En lugar de dejar que te controle... Te volverás en una fuerza imparable. – Su mano frio estaba aplastando y quemando mi garganta.

- Está bien. Entra en mí. – volví a respirar. Y mire a Void fijamente a sus ojos rasgados color fluorescente que sobresalían de la sombras – Te pertenezco Void.

- Agujero, entre abierto y sombra. Esas fueron las respuestas de mi juego, ¿Sabes porque pregunté? – respiró – porque eso es exactamente lo que hay en tu vida, abriste una puerta que no cerraste la cual te marco tu corazón y es ahí donde hay un aguijón – Mi pecho dolía - y yo, soy la sombra que por tanto tiempo estuve al asecho. – Explico Void

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