Dos malditas, dolorosas y larrrrrgas horas después, de sólo estarme comiendo las uñas y muriendo de la angustia por mi novio borracho, mi hermano desmayado y mi mejor amiga pariendo, el doctor pasó por enfrente de nosotros y me levanté rápidamente, mareándome y casi cayendo al piso, pero acercándome a él como plaga.
—Oiga, oiga ¿Qué está pasando? ¿Cuanto tiempo más falta? ¿Por qué todo esto es tan lento? ¿Cómo está Marbella? ¿Cómo está su hijo? ¿Qué...
—Por favor, señora... —me hizo callar, levantando una mano a la altura de mi cara y cerrando los ojos con molestia un segundo. Y me dijo señora, lo que hizo que yo también me molestara—. Marbella aun está dormida por la anestesia, le dijimos eso hace una hora. Están bien, ambos.
—De acuerdo viejito, gracias ¿Tan difícil era decirme eso de buena manera? —murmuré con los ojos entrecerrados y me di una vuelta dramática para volver a mi asiento a un lado de Lizzy que ya se estaba quedando dormida.
—Ultimamente eres más agresiva —se burló Trisha riendo y recargándose en Joel.
—Es culpa de ellos —miré a mi panza—. Yo siempre he sido dulce ¿recuerdas?
—Um, no —dijo y se volvió a reír. Puse los ojos en blanco y salté del susto cuando mi celular empezó a vibrar en mi mano. Era un numero desconocido.
—¿Sí? —contesté. Se escuchó mucho ruido por un momento y luego calma.
—_____, soy Louis —gritó. Alejé un poco el celular de mi oreja—. ¿Está todo bien? Justin no deja de decir algo de sangre, parir y atorarse. Dime que todo está bien. Estoy empezando a preocuparme, él está... llorando.
—¿Qué? ¡No, nada está bien! Marbella está pariendo, estamos en el hospital ¿Cómo está Liam? ¿Sigue desmayado? ¿Justin está llorando? ¿Por qué?
—Demonios —dijo, con la voz más baja—. Ya no está desmayado pero sigue borracho, muy borracho. Y Justin, bueno, no sé que sucede con él... no importa, los llevaré para haya ahora mismo ¿en que hospital están?
—En el que está a un lado de una plaza, en el centro. Pero no vengan, déjalos ahí y...
—El bebé de Liam está naciendo y él no puede quedarse aquí borracho. Llegaremos en quince.
—Pero... —empecé a decir, pero me colgó. Suspiré con frustración y gemí bajito.
—¿Cuantas veces tienes que repetirle las cosas a un hombre para que entienda? —me pregunté en voz baja. Pensando en que todos los amigos de Justin eran iguales de... poco inteligentes, que él.
—Amiga, los hombres nunca entienden —murmuró Lizzy a medio dormir a mi lado.
Media hora después se escucharon risas, golpes y palabras arrastradas desde el pasillo. Cerré los ojos y recé que no fueran los chicos. Pero la voz de Justin era inconfundible, aun cuando estaba toda ronca y borracha. Dejé salir todo el aire y apreté los dedos en mis palmas. Levanté la vista y los vi. Liam iba riendo, apoyado en Louis quien prácticamente lo cargaba, y Justin venía detrás de ellos caminando y hablando solo pero bien concentrado en cada paso y tambaleándose. Se veía tan tierno que casi lo perdoné. Casi.
Me paré y caminé hacia él directamente.
—Mi amor —dijo cuando me vio y dejó de caminar, pero yo seguí acercándome a él y como si lo golpeaba de verdad me iban a sacar del maldito hospital, alargué mi mano y le di un pellizco largo, fuerte y tardado en el brazo izquierdo. Él gritó dramáticamente y se sacudió de mi agarré, gimió, se sobó el brazo y caminó hacia atrás pero se cayó de culo y se quejó de nuevo.
—¡¿Qué me hiciste?! —chilló sin dejar de gemir y sobarse el brazo de manera totalmente exagerada.
—Se llama pellizco —vociferé y me agaché un poco para volver a pellizcarlo en el otro brazo. Justin volvió a chillar y a sobarse y sonreí. Por fin encontré algo que puedo hacer para que se retuerza.
—¿Que está pasando aquí? —susurró fuertemente una enfermera, mirándonos de la peor manera posible. Últimamente todos me miran de esa manera—. No pueden hacer escandalos así, este es un hospital y se requiere...
—Lo sé, lo sentimos y no pasará de nuevo, pero él se lo merecía —la interrumpí y golpeé la cabeza de Justin—. Ya parate.
—Si no amara a esta maldita loca... —empezó a murmurar mientras trataba de levantarse sin éxito—. Todo sería más jodidamente... fácil.
—Deja de hablar y sólo levántate —exigí después de casi diez malditas horas esperándolo.
No sabía que todo el trabajo de parto era tan malditamente tardado, teníamos ahí en el mugroso hospital todo el mugroso día y todavía no nos dejaban siquiera entrar a ver a Christopher. Marbella ya había despertado y tampoco nos dejaban verla. Según podía entrar el padre del niño pero dijimos que él no estaba presente aunque porque Liam estaba asquerosamente borracho, desparramado en una silla y cantando canciones viejas.
Entonces nosotros teníamos que esperar no sé cuanto tiempo más. Ya todos estabamos aburridos y enojados. Trisha y Joel se fueron porque debían recoger a Freddy, Lizzy se durmió, Louis estaba recargado contra Liam, cantando con él y yo estaba sentada a un lado del borracho, separada de ellos, escuchando sus tontos comentarios acerca de yo no amándolo.
—Sólo dímelo, ____, dime ¿Por qué ya no me amas? —susurró Justin, recargado en mi hombro y hablándome al oído. Me estremecí, cerré los ojos y me apoyé contra él sin contestar nada—. Conociste a otro tipo ¿Es eso? Todo este tiempo que me tenías abandonado conociste a otro tipo en tu país y ahora ya no me quieres. Me lo merezco ¿no? no, no me lo merezco. Te amo tanto, no me importa que quieras a otro...
—Justin, te amo, en serio. Ahora cállate.
{❤}
{Justin}
—Mira, Avalanna está golpeando a su hermano —dijo ____ emocionada, riendo como loca mientras veíamos a nuestros hijos peleando dentro de ella.
Cómo no me gustó el nombre Delilah, ni a ella le gustó Kimmosavy, decidimos ponerle solamente Avalanna, porque era un nombre bonito y normal. Y al niño le pondríamos Elvis. Sólo Elvis. No me gusta para nada pero como ella estaba enojada conmigo aun por emborracharme el día de parto de Marbe, tenía que darle gusto en todo.
—Ya me los puedo imaginar peleando cuando nazcan —dije perdido, sonriendo como idiota viéndolos moverse. No entendía una mierda de que era lo que movían pero de todos modos verlos era maravilloso. ______ se encogió de repente y soltó un gemido bajito.
—Me tocó un codazo. Niños, no me metan en sus problemas.
Cuando terminó la sesión la doctora me dijo al oído que necesitaba hablar conmigo otro día, a solas. Me congelé y asentí para ella pero me fui totalmente desconcertado.
—No podemos decírselo a ella —dijo la doctora, luciendo consternada y preocupada— porque no queremos que tenga emociones fuertes que puedan arriesgar esto incluso más. _____ me contó todo, lo de su enfermedad y cómo casi mágicamente la salvaron... y..
—Pero no entiendo —susurré interrumpiéndola, con la mirada perdida en su escritorio sin querer verla a la cara—. Lo que está diciendo es...
—Aquí hay varios problemas, Justin. El corazón de la niña no late como el del niño. Sus latidos son débiles y ella es notablemente más pequeña. Ademas, _____ no está fuerte como cualquier mujer normal. Acaba de pasar por cirugias importantes y no creo que tenga la fuerza como para dar a luz... Justin, tienes que ser fuerte por ellos, porque no todos van a sobrevivir.
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Real Life, real love- TPBL #2
Romance¿A dónde han ido los buenos tiempos? Todo está mal, ¿Dónde están los planes que hicimos para los dos? Sí, yo sé que es difícil recordar la gente que solíamos ser. Es aún más difícil imaginar que no estás aquí a un lado de mi. Tú dices que es demasia...