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  —soy real
—no, no lo eres. —renegó, luciendo cansado, gracioso y confundido.
—¡Si lo soy! —tomé su cara entre mis manos ignorando sus quejas estúpidas.
—ella murió —me dijo, como si yo fuera otra persona, y con sus ojos gritando que se moría de la tristeza. —Por mi culpa
—¿Tu culpa? —pregunté extrañada.
—si... Ella me dijo esa mierda en una jodida grabación —miró hacia otro lado y se soltó de mi agarré— tráeme otra botella
—¡No! Estás asquerosamente borracho —me quejé frunciéndole el ceño.
—eso no es cierto... —sonrió. Suspiré, sería imposible tratar con él si estaba en estado de borracho deprimido y loco.
—¡Claro que si, maldición!
—No voy a pelear contigo... Quien quiera que seas... Solo porque te pareces mucho a la desgraciada de ____
—eres... Agh, eres más imbécil que yo —murmuré poniendo los ojos en blanco.
—cállate y vete de aquí. No sé ni quien eres.
Me levanté para llamar a Liam y antes de que diera la vuelta Justin me agarró la pierna izquierda con mucha fuerza haciendo que casi me callera de boca al piso.
—no te vayas —murmuró dolido, cómo si no me hubiera estado diciendo eso desde que llegué.
—mmmmm, quien te entiende pues —me reí— no me voy a ir, solo iré a...
—¿No que no te ibas? —replicó sin soltarme. Puse los ojos en blanco una vez más y saqué mi celular ahí mismo con su palma tibia quemando donde tocaba.
—hola —contestó Liam— ¿qué pasó?
—es que... Justin está borracho, muy borracho y yo no sé que hacer.
—oh... Bueno, prepárale un café y mételo a la regadera. De seguro se le quita con eso.
—ummm, de acuerdo. Adiós.
—adiós. Suerte —colgamos.

Aun sin voltearme con él, sonreí, sonreí porque estaba feliz, porque por fin estaba con Justin, porque él estaba bien a pesar de la mugrosa borrachera y porque no me odiaba.

—te voy a preparar un café —le dije con voz melosa y una gran sonrisa agachándome a su lado. Él empezó a negar muchas veces.
—no quiero eso, quiero otra botella de esas —apuntó a los vidrios en el piso.
—mira... ven conmigo —le extendí una mano. Él la vio muy bien como por tres minutos, no sé porque rara razón se le quedo viendo como si fuera un maldito extraterrestre. —¡Toma mi mano!
Justin levantó con inseguridad su mano y cubrió la mía con mucha suavidad. Solo dejo nuestras manos juntas.
—por favor, levántate —rogué. Él gruñó y soltó mi mano para levantarse solo, con muchísimo esfuerzo y tardándose mil horas pero se levantó.
—oh mierda —exclamó con los ojos muy abiertos mientras caminaba y se balanceaba de un lado a otro sin nadita de equilibrio.

Justin borracho era bipolar y gracioso, no podía caminar mas de tres pasos sin casi caer al piso, no podía hablar coherentemente, no podía creer que yo fuera real, de hecho creía que yo era solo alguien que se parecía mucho a _____. El caso era que Justin borracho era igual de perfecto que Justin normal. Y yo lo amaba de cualquier manera posible.

Nos metimos al baño y prácticamente aventé a Justin al piso de la regadera, haciéndolo caer como vaca y soltar mil maldiciones hacia mí y hacia él mismo.
Abrí la llave de una sin avisarle y por poco brinca hasta el techo cuando se mojo todo.
—¡Está fría, joder! —gritó tiritando. Bien, se lo merece por borracho.  

Real Life, real love- TPBL #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora