La mujer palideció un segundo y parpadeó dos veces antes de asentir con la cabeza.
—Sí, por supuesto —dijo haciéndose para un lado para que pasáramos—. Por favor, están en su casa, tomen asiento, yo... Necesito saber de ese virus del que hablan... ¿Es muy peligroso?.—No es sólo peligroso, señora, no es nada simple, es totalmente letal —contestó Justin con una cara seria mirando a la mujer que se retorció un poco del miedo bajo su mirada.
Ay, mi niño hermoso es inteligente aveces, como que sí le funciona el cerebro en algunos momentos. No está tan jodido después de todo.
—Verá, —empecé a decir, sentándome en el sillón blanco al lado de Lizzy y poniendo mis manos sobre mi regazo, intentando concentrarme en la mentira. Carraspeé fuertemente antes de empezar a hablar—. Todo empezó con la mascota de nuestro director, era un lindo cerdito, el más rosita, el más gordito y bonito cerdito hermoso que usted haya visto alguna vez... Pero de un momento a otro su piel empezó a llenarse de unas manchas cafés chiquitas y raras... Nosotros no nos preocupamos por eso porque algunos cerdos nacen así, pero este no era el caso... "Druwstin" como lo llamaba nuestro querido director que en paz descanse...
—Dios lo tenga en su gloria, querido Director —murmuró Justin con los ojos cerrados y las manos al cielo, como si estuviera rezando. Lo miré mal pero no sirvió de nada porque no me veía.
—Lo extraño tanto, hombre —le dijo Kevin a Justin, exagerando demasiado, maldita sea. La mujer parecía no notarlos, ella sólo me miraba asustada.
—Sí, sí... Bueno, todos lo extrañamos. El caso es que... Em —¿En qué iba, en qué iba? Demonios ¿Qué iba a decir?— ah, em... Druwstin empezó a tener reacciones extrañas y peligrosas, como si fuera rabia pero no lo era realmente... Un día de esos mordió al director en la mano... Nosotros pensamos que no pasaba nada, al fin y al cabo era sólo una mordida como muchas otras, pero día con día nuestro director se veía más delgado y más... Decaído. Su cabello empezó a caerse y su piel se llenó de manchas horribles... Con mucha pus, costras y cosas feas, horribles y desagradables. Y de la nada... Murió. Él sólo murió así nada más por culpa de ese cerdo.
—Maldito Druwstin ¡¿Por qué te llevaste a nuestro director?! —exageró Kevin de nuevo, al borde del llanto, casi sufriendo de verdad
—Y ahora... —siguió Lizzy— Ahora todos los cerdos de la ciudad están infectados y siendo llevados a nuestro laboratorio...
—¡Oh, Dios! —gimió la mujer de repente, más preocupada y desesperada de lo que jamás había visto a alguien en toda mi vida.— ¡France! ¡France, ven aquí! —Empezó a gritar con voz chillona y fuerte.— ¡FRANCEEEEE!
—¿Que pasó, mami? —preguntó una voz de niña desde el pasillo.
—¡Ven aquí inmediatamente! —gritó de nuevo. Y apareció la mugrosa "France" con mi Druwstin corriendo detrás de ella.
Druwstin corriendo. ¿Qué. Demonios. Está. Pasando?
Él es el cerdo más asquerosamente perezoso y flojo del mundo. Ademas... No puedo ni siquiera creerlo. La maldita niña le puso un ridículo vestido floreado.¡Es un macho, estúpida! Le quise gritar.
—¡OH POR DIOS! ¡UN CERDO, UN CERDO, DEMONIOS!—gritó Justin de una manera desgarradora haciéndose hacia atrás tomándose de la pared desesperadamente, como si estuviera viendo aliens, gente muerta andante o algo por el estilo.
Como actor se muere de hambre. Seriamente.
—¡Ahhhh! —gritó Trisha lo más fuerte que pudo, tomando a Freddy con más fuerza como si estuviera preparándose para correr— ¡Nos vamos a morir todos! ¡NOS VAMOS A MORIR!
—¡LLEVENSE AL MALDITO CERDO! —nos exigió la mujer al borde de la histeria, llorando y abrazando a su hija bien fuerte—. ¡LLEVENSELO, LLEVENSELO! ¡TIENE MANCHAS!
—¡MIERDA, CHICOS, EL CERDO TIENE MANCHAS! ¡ESTAMOS JODIDOS, VÁMONOS DE AQUI! —chillé corriendo a la puerta como si de verdad estuviera despavorida y como si de verdad me fuera a ir de ahí sin Druwstin. Los chicos me siguieron, gritando cosas, gimiendo y chillando con miedo, asustando cada vez más a la pobre mujer.
—¡POR FAVOR, POR FAVOR LLEVENSELO! —gimió hipando del llanto. Su hija nos miraba confundida y llorando.
—De acuerdo, de acuerdo. Justin, toma al cerdo con cuidado y vayámonos de aquí cuanto antes. —ordené manteniendo la calma falsamente—. Tendremos que sacrificar al cerdo, lo siento mucho.
—Hagan lo que sea necesario pero llévenselo, por favor.
Justin se agachó y tomó rápidamente y con esfuerzo a Druwstin que estaba más grande y gordito desde que lo vi por ultima vez. Oh, tenia muchísimas ganas de abrazarlo.
En cuanto lo tomó salió corriendo con él hacia el auto donde ya estaban todos, luciendo chistoso y con sus típicos pantalones a media nalga a punto de caerse por completo.—¡No, Osito! ¡¿A donde se lo llevan?! —chilló la niña—. ¡No se lo lleven, no! Mami, diles que es mío, es Osito, por favor.
—Para empezar, no es un "Osito" ¿De acuerdo? Es un maldito cerdo —la iluminé con ese detalle. La mamá me miró mal y supe que ya estaba casi completado mi plan y ser mala con la mocosa no sería bueno—. Mira, linda, tu precioso Osito tiene una enfermedad muy mala que tienen los cerdos que se llama "Cerditis Con Manchitis Aguditis" ¿De acuerdo? Y lo que tenemos que hacer para terminar con esta enfermedad es matarlo, para siempre, cruelmente, lo siento.
—Creo que es mejor que te vayas de una vez —inquirió la mujer abrazando más a su hija que había empezado a llorar horriblemente.
—Sí, bueno... Fue un placer conocerlas. Adiós —dije, y salí caminando hacia el auto lo más rápido que una mujer con una panza como la mía podía hacerlo. Lo cual no era muy rápido. Entré al auto a un lado de Lizzy y en cuanto azoté la puerta Kevin arrancó.
—¡Dios mío, _____, eres tan... Ocurrente! —exclamó Trisha riendo desde el asiento delantero. Druwstin empezó a moverse como loco en las piernas de mi novio.
—Sólo soy genial, Drew, dame a mi Druwstin —exigí, y Justin lo soltó para que pasara sobre Lizzy, haciéndola gemir exageradamente y caminara hacia mí—. Oh, mi bebé hermoso, te extrañé tanto, mi amor. No te dejaré solo con Justin de nuevo ni permitiré que ninguna otra mocosa te lleve a su casa y te ponga estos ridículos vestidos.
Lo dejé entre mis piernas mientras él hacía mil ruiditos con su trompa, estaba tan emocionado de verme como yo lo estaba, me incliné para besar su bonita y grande cabeza olorosa a chicle de fresa y le quité ese estúpido vestido.
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Real Life, real love- TPBL #2
Romance¿A dónde han ido los buenos tiempos? Todo está mal, ¿Dónde están los planes que hicimos para los dos? Sí, yo sé que es difícil recordar la gente que solíamos ser. Es aún más difícil imaginar que no estás aquí a un lado de mi. Tú dices que es demasia...