Capítulo 4

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Ayato recargó su cabeza en el hombro de Laito quien comenzó a jugar con el pelo de su hermano

-oye-llamó la atención del castaño

-¿que pasa?

-¿crees que debamos decirles a nuestros hermanos?

-mm...no lo sé pero la verdad me da bastante igual

-¿entonces?

-si, no quiero estarme escondiendo para esto-le dio un pequeño beso en los labios causando un sonrojo en el menor

-c-cállate...idiota...

-eres tan lindo 😍

-n-no lo soy...

-claro que si-dijo para después besarlo, Ayato le correspondió pasando sus brazos alrededor del cuello de Laito y se separaron después de unos segundos-lo mejor, es que no te tengo que compartir con nadie :3-dijo en tono de orgullo y abrazó al pelirrojo haciéndolo sonrojar más

-¡c-cállate!-escondió su cara en el pecho de Laito

-mucho menos con la humana

-con ella ni lo sueñes -3-

-la mato si es necesario :3

-que tierno

-lo sé -w-

El pelirrojo suspiro, los párpados le pesaban, estaba muy cansado, sin embargo, no era físico sino psicológico. Volvió a recargar la cabeza en el hombro de Laito y cerró los ojos quedándose dormido a los pocos segundos

-¿eh~? ¿Ayato-kun ya se durmió?-dijo Laito al mirar a su hermano-bueno~ ya ni modo-se acostó por completo y con cuidado de no despertar a Ayato dejándolo encima de él pero no le importaba, lo abrazó y comenzó a jugar con poco con su pelo para después suspirar-¿por qué se habrá enamorado de mi...?-preguntó en voz alta

De verdad que quería saber la respuesta ¿realmente que le veía? De seguro que no era el físico, bueno, en parte sí lo era pero ¿y lo demás? Su comportamiento no era precisamente el mejor y tampoco hacía muchas cosas como para que su hermano se enamorase de él...entonces...¿qué sería?

Laito se quedó dormido al igual que Ayato pero alguien entró a la habitación, esta vez era Papamaki...¿qué hacía ahí? Fácil, tenía que dar una noticia nueva pero al ver a sus hijos dormidos de esa manera se enfureció sacando conclusiones de manera rápida y acertada, no permitiría eso, mucho menos entre esos dos. Salió dando un portazo que despertó a los menores pero no hicieron mucho caso y volvieron a dormir. Karl se retiró de la mansión sin decir nada y fue con los Mukami, precisamente con el mayor de todos, Ruki

-¿qué necesitas?-dijo mientras miraba como el hombre de cabello blanco se sentaba en la silla de madera

-quiero que vayas a la mansión Sakamaki

-¿qué? ¿Para qué?

-dos de los trillizos están teniendo un amorío-Ruki se sorprendió ante esas palabras-quiero que los separes a como dé lugar

-¿quién son?-dijo molesto y esperando que no fuese el muchacho de quién se había enamorado tiempo atrás

-Ayato y Laito-Ruki apretó sus puños con fuerza, claro que los separaría de alguna forma

-yo me encargaré de que no estén juntos

-genial, espero que cumplas esto-dicho eso, desapareció

Ruki igual estaba molesto, odiaba pensar que ese chico pelirrojo de ojos verdes ya estuviera con alguien mas que no fuese él..los separaría si o si. Después de unos días abandonó la mansión que compartía con sus hermanos y se fue a la mansión Sakamaki siendo recibido por Reiji quien le preguntó su proposito y Ruki se lo dio, evitando obviamente el asunto del amorío.

-oigan~-se escuchó la voz de Laito que bajaba las escaleras seguido de Ayato quien era sujetado de la mano por su hermano-necesitamos decirles algo

-¿mm...?-dijo Reiji un tanto extrañado-okey ¿a todos?

-sip-todos los hermanos Sakamakis, la humana y el Mukami, fueron al salón para sentarse y mirar a los hermanos

-¿y bien? ¿que nos van a decir?-dijo Ruki mientras se cruzaba de brazos

-bueno~-empezó Laito-solo queríamos decirles que somos pareja-dijo con una enorme sonrisa abrazando al pelirrojo por la cintura a lo que Ayato se sonrojó mientras absolutamente todos los miraban sorprendidos-no buscamos su aprobación ni nada, solo queríamos que lo supieran :3

-¿qué...?-dijo el menor de los Sakamakis muy confundido

-sip :3 genial ¿no?

-es...raro...

-ya te acostumbrarás, calma

Lo único que hacía Ruki era mirar la escena en silencio, mirando al castaño con odio, le había ganado al pelirrojo, de ninguna manera lo aceptaría, haría cualquier cosa por separarlos y después se quedaría con el pequeño Ayato.

Amor entre hermanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora