Capítulo 5

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Cuando Laito dijo la gran noticia, por fuera, Ruki permaneció serio pero por dentro ardía de celos ¡debió decirlo! Hace mucho tiempo atrás pero...¿quién se le habrá declarado a quien...? ¿Ayato a Laito...? ¿O viceversa? Demonios, tenía que saber eso, la curiosidad lo estaba matando pero no podía llegar con ellos y decirles "hey ¿quién se le declaró a quien?" Sería extraño y lo más probable es que no le contestaran...mm...¿qué podría hacer...? Tal vez se lo contestarían a alguno de sus hermanos...o ya vería en que pensaba para saberlo...por el momento también tenía que pensar en cómo separarlos...tal vez un engaño de Laito sería suficiente u ocasionar una pelea entre ellos dos...ya pensaría en algo bueno pero tenía que ser efectivo...

El muchacho peligris salió de su habitación para ir al jardín pero ahí sentados estaban Ayato y Laito quienes estaban compartiendo besos, unos pequeños e inocentes y otros que a los franceses les daría envidia pero en determinando momento Laito bajó sus besos al cuello del pequeño pelirrojo mientras se dedicaba a tocarle el torso y las piernas arrancando algunos gemidos de los labios de Ayato y ocasionándole unos celos enormes al Mukami, lo que Ruki pensaba era que esos gemidos tenían que ser ocasionados por él y no por el castaño con sombrero. Ruki se comenzó acercar a ellos pero justo escuchó otra voz

-¡hey! ¡Vayan a otro lugar para hacer esas cosas!-gritó el más pequeño de los Sakamakis quien estaba completamente sonrojado por ver a sus hermanos mayores hacer eso

-oh~ vamos Subaru-kun~ no es nada malo-dijo sin separarse del cuello de su nueva pareja

-pero éste no es el lugar-intervino Ruki acercándose-al menos piensen en lo que están haciendo y en donde

-ash -3- vámonos Aya-chan, aquí no nos quieren T^T

-no queremos verlos follar-dijo Subaru quien mantenía sus sonrojo y se cruzaba de brazos haciendo soltar una carcajada a la pareja

-Subaru, eres demasiado inocente-se rió Ayato mientras se levantaba-apuesto a que sigues siendo virgen-esa insinuación hizo que el albino se pusiera completamente rojo como tomate, no sólo de vergüenza si no que también de enojo

-¿¡q-qué acabas de decir!?-le gritó cerrando los puños con fuerza

-la pura verdad-dijo Laito acompañado con una risilla mientras comenzaba a caminar

-son tan jodidamente infantiles...-susurró Ruki para él mismo a la vez que sobaba su sien con sus dedos, esos tres vampiros le habían provocado un "lindo" dolor de cabeza

Ruki dio un largo suspiro al ver como Laito se llevaba a Ayato de la mano al interior de la mansión ¿qué voy a hacer para separarlos...? Pensó mientras caminaba entre los rosales mm...creo que tengo una idea... Sonrió malicioso pero para llevar acabo su plan tenía que pedir la ayuda a uno de sus hermanos menores ¿Kou o Azusa...? Se preguntaba mientras miraba el suelo, cualquiera de esos dos sería perfecto para lo que tenía planeado pero ahora el chiste era que los otros Mukamis aceptarán.

Por otro lado, Laito se había llevado a Ayato a su habitación y solo se concentraba en los labios del menor, besándolos y a veces mordiéndolos, Ayato simplemente le correspondía de manera tímida, no podía creer que su hermano estuviera besándolo de esa forma y mucho menos que algunos de sus besos eran tiernos y dulces ¡si su hermano castaño seguía así se volvería loco!

Con cuidado, Laito sujetó con una mano la nuca y con la otra la cintura del muchacho para volver a besarlo pero con delicadeza, como si aquel pelirrojo fuese a romperse, Ayato correspondió el beso poniendo sus manos en los hombros de Laito y con lentitud subía una hasta la nuca de éste para jugar un poco con el pelo castaño. Al separarse solo se miraron unos segundos y se sonrieron de manera tierna, Laito no se había dado cuenta pero comenzaba a caer embriagado ante su hermano menor.

Amor entre hermanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora