Lo miro y es un flacucho con pelo rizado, rubio y desarreglado.
-¿Y tu eres..? –Suelto y me percato de que no me negué a lo que dijo.- Apenas conozco a Peter. –Alego a mi defensa.
-Thomas, su primo y quien lo ayudo a llevarte al auto de tu amiga cuando tuvimos que irnos. –No pude evitar reírme con la cara de altanero que puso al decirlo.
-¿Quién te dijo de la fiesta anoche? –Si esperaba que me presente o le agradezca, no lidia con la chica indicada, además de que tengo plantada esa duda desde anoche. Enarca una ceja y me analiza antes de contestar.
-¿Importa? –Firmo su sentencia de muerte y está comprando tickets de ida a mi lista negra. Justo cuando abro mi boca para soltarle el primer cargamento de insultos, el misterioso Peter se hace presente y me deja sin habla.
Nos saludó a ambos e hizo una broma sobre que ahora si estábamos en condiciones de conocernos, ni su primo ni yo reímos. Se ve que al rubio le caigo tan mal como el a mi. De seguro es ultra gay y tiene un crush con su guapísimo primo. Rio para mis adentros sobre lo ridículo que sería eso, y cuando miro a los hombres frente a mi, ambos me ven a la espera de una respuesta y me maldigo por dejarme llevar por mis pensamientos y abstraerme de lo que me rodea, como de costumbre.
-Faith ¿por donde estas? –dice mi adonis con una sonrisa burlona y moviendo una mano frente a mi cara como intentando sacarme de un trance.
-Aquí, es solo que mi cabeza sigue dando vueltas. Debería dejar de beber tanto. –Hago una mueca y me encojo de hombros. Thomas abre la boca y lo fulmino con la mirada, advirtiéndole que se ahorrara los comentarios estúpidos.
-En eso concordamos. –Ríe Peter.- Entremos.
Cruzamos el umbral de la tienda y doy gracias a los dioses porque Thomas no venga tras nosotros. El aroma de las antigüedades me invade y me hace sonreír levemente. El se sienta sobre el mostrador y me mira. No sé bien quien piensa romper el hielo, pero la tensión que hay entre nosotros es muy fuerte y su penetrante mirada me atraviesa hasta helarme los huesos.
-Tengo mi primer enemigo aquí y es todo por ti. –No puedo entender si es un reproche o un chiste. No puedo entender nada con este chico. Sin mencionar que no tengo ni la menor idea de a que se refiere. Mi cara debe reflejar mi desconcierto porque el agrega..- tu ex, anoche no te dejaba tranquila y no le hizo gracia que yo te defendiera y te metiera al Mustang.
Me dejó boquiabierta. No puedo imaginarme al pacifico Peter haciéndole frente a nadie. Y no me imagino al retorcido Ronald haciéndose menos que nadie. Esa debe haber sido una discusión digna de ver, y yo estaba demasiado ebria. "y te metiera al Mustang" esa simple frase me hizo dar una ola de calor.
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faith.
Teen Fictionuna adolescente perturbada, acostumbrada a silenciar su mente con alcohol, cuyo futuro no veía la luz hasta que el destino lo pone en su camino.