- Vete Miguel, por favor.
- Lauren, espera, hablemos.
- No hay nada de que hablar Miguel, te pido que te vayas por favor.
- Por dios, no estás pensando claramente, hablemos para que te Calmes y podamos solucionar esto.
- No entiendes que no quiero hablar, vete y no quiero que vuelvas, ya me doy cuenta que fue un gran error dejar que entraras tanto en mi vida.- Dice con lágrimas sus ojos.
.-Lo mejor será que me vaya para no empeorar las cosas-.
- Está bien Lauren, me iré.
Salgo del apartamento y no miro hacia atrás hasta llegar al coche, miro hacía su habitación, nuestras miradas se cruzan a través del vidrio de su ventana.
.-Hasta pronto-. No soy capaz de despedirme en su totalidad de ella.
Me dirijo a mi casa lo más rápido que puedo, necesito desahogar me lo más pronto posible o sino voy a explotar, siento rabia y tristeza a la vez, es agobiante, apenas llego me sirvo un trago, algo fuerte como el ron se buena elección para pasar esto, no pasa mucho para que me olvide de el vaso y empiece a beber directamente de la botella, me siento mareado y como puedo llego a la cama y sigo bebiendo.
Sueño. . . . Tengo mucho sueño, mis párpados se sienten pesados.
*Martes por la mañana*
Joder. . . . Que resaca tan horrible, busco en la mesita de noche una pastilla para el dolor de cabeza y me la tomo con algo de agua que busco en la cocina, rayos, que me pasó para que me emborrachara de esa manera? Bueno, por algo lo hice. . . . Supongo.
Mi celular. . . . ¿Dónde está mi celular?
Busco en mis pantalones y lo encuentro.-Ufff, que suerte que no lo he perdido-. Siento como un pequeño vacío en mi corazón pero no le presto mucha atención, miro la hora 9:30AM .-RAYOS-. Es algo tarde, en fin, pasaré por la oficina para ver cómo van las cosas, aunque todavía me muero por la resaca tan horrible que tengo.
Me meto a la ducha y salgo a los 15 minutos, me pongo uno de mis trajes negros favoritos, no tardo mucho en vestirme y antes de salir suena mi estómago.-Hay hambre. . . Será mejor arreglar eso rápido-. . . . . Ya en la empresa me dirijo directamente a la cafetería por unos waffles con mantequilla derretida y miel de maple.-Criptonita para mí-. Busco una mesa para comer y me consigo con Yolver.
- Miguel ¿Dónde carajo has estado?
Fue ahí cuando recordé lo que había pasado el día anterior.-Sentí un dolor en el pecho-.
- Por allí.- Respondí fingiendo que no tenía nada.
- Tú no eres de andar por allí nada mas, andabas con Lauren ¿Cierto?
.-Joder, que la siga mencionando hace que duela cada vez más-.
- Y si así fue ¿Importa?
- Obviamente, lógicamente que sí idiota, Carlos y yo anduvimos preocupados por ti, no sabíamos si te había pasado algo, ya te dábamos por muerto.- Dice con sarcasmo.
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Dos Caminos Dos Historias
Ficção AdolescenteMiguel, un joven empresario de 24 años de edad, alto, cabello oscuro, de ojos cafés, piel blanca pero muy bronceada en los brazos, un poco el torso y de las rodillas para abajo, apasionado del fútbol junto a sus dos amigos, dueños de una cadena exit...