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N'this starts like; oh my god

Su vida no era complicada; hijo de un matrimonio chino, no se graduó sin pena ni gloria, pues fue su tiempo de libertad, de jugar y divertirse, además le era fácil aprender lo único que le dificultaba era botar la pereza de su cuerpo. Sin embargo, todo eso se compensaba con ser bastante organizado y ordenado, si algo que le hacía perder los estribos era que alguien le moviera las cosas tal y como él había dejado. "Nada resulta como uno quiere", LuHan lo sabía pero también era bastante terco y gustaba de las cosas a su modo.

Todo estaba saliendo conforme a su plan de vida. Había logrado ingresar a la universidad que él quería, tenía una novia estable que era de lo más adorable y maternal; Victoria, era la mujer soñada, con la quién, en algún momento, se casaría. A sus veinticuatro años era uno de los fotógrafos más calificados y codiciados de su generación siendo directamente contratado en la revista "W" con un exquisito contrato. Y como todo trabajo con glamour y fama; había una fiesta de bienvenida.

Sabía que era guapo, es más, le gustaba ser 'bonito' pero no estaba en sus planes ser la portada de una revista o algo por el estilo, él prefería capturar el momento. Su meta de ser fotógrafo había nacido desde que era pequeño. Era un chico bastante observador y minucioso; dándose cuenta que nada se volvía a repetir exactamente. Cada momento era irrepetible y los recuerdos mentales nunca serían tal cual era la realidad. Como ese instante; mientras se acomodaba su cabello, que estaba húmedo debido al sudor, consecuencia de haber bailado tanto con su novia. Con una disculpa, ahí estaba en el baño tratando de recuperar el aliento. Se relamió los labios tratando de saciar su sed; bien, cinco horas corridas de baile ya no eran lo suyo después de todo.

Y tampoco era lo suyo levantar su mirada y encontrarse con un par de avellanados ojos que estaban completamente vidriosos y oscuros. Sin darse cuenta, estaba tragando saliva con fuerza. Trató de no inmutarse, no lo estaba mirando a él, o al menos de eso quiso convencerse, pero podía sentir como su espalda era lentamente escrutada.

Repentinamente, el baño se había convertido en algo pequeño, y la calidez como el aroma del otro chico lo estaba invadiendo por completo; intoxicándolo.

«Oh Dios, oh Dios», se murmuró mentalmente intentando controlar sus pensamientos que estaban corriendo por su mente, mareándolo. Y, poco a poco, su bajo vientre sucumbía bajo lava caliente, al contrario del otro chico que estaba lavándose las manos en agua fría. Qué irónico.

Su mente estaba completamente alcoholizada. 

Eso debía ser. 

Aspiró, fuertemente, aire en busca de relajarse, e inconsientemente, mientras hacía eso había cerrado los ojos.

¿Desde cuándo el piso parecía moverse tanto?

Nuevamente, su lengua salió a humedecer sus labios, fue entonces cuando dos palmas calientes se posicionaron en su cintura. «Oh Dios, oh Dios», se repitió mentalmente en su cabeza. Su respiración se cortó, la piel de su nuca se erizó, bruscamente, cuando notó la punta de la nariz del extraño contra su cabello. 

El extraño estaba respirando contra su cuello. 

El extraño chico de ojos hipnotizantes que sólo logró calentarlo con una pequeña mirada 'casual' estaba respirando contra su cuello... oh, no sólo estaba respirando. Ya no, se encontraba dejando suaves besos en el costado de su cuello, subiendo hasta posar sus labios en la línea de su mandíbula.

Nunca había sido gran fan de sentirse débil o cohibido, pero estaba totalmente vulnerable contra ese chico, que se había convertido en todo un hombre pegándolo contra él. Y, bum, sus piernas se hicieron soufflé; cosa que no pasó desapercibida por el extraño. Éste lo agarró fuertemente por las caderas y LuHan sintió en todo su esplendor la dura y palpitante erección ajena contra su trasero, rozándose sin vergüenza alguna. Un suspiro se coló entre sus labios mientras rendido echaba su cabeza contra el hombro ajeno dejándose hacer. Tal vez aquellos tragos que había tomado al azar eran afrodisíacos, porque todo su cuerpo ardía en llamas a cada contacto que tenía.

Two to nine; HunHanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora