Two to nine; HunHan

xxi

Los siete meses de embarazo llegan con un SeHun que no puede apartar la vista del vientre de LuHan. Finalmente, los momentos entre LuHan y él parecen mejorar, aunque tampoco todo es perfecto; sin embargo, LuHan sigue entre sus brazos y eso es lo que más le interesa. No desea presionar tampoco, así como están "mejorando" es lo más preferible ir avanzando a su ritmo natural y lento, porque SeHun tampoco tiene interés en presionarse porque, quiera o no, se da cuenta que los raspones que su corazón se ha dado también lo hacen tener cuidado y hacerlo caminar como si estuviera sobre suelo minado. Está como un poco alerta, a la espera de que LuHan le diga que no pueden estar juntos por más tiempo. SeHun se esfuerza por entenderlo, lo hace, pero, asimismo, espera la misma comprensión porque sigue siendo un humano al que le duelen las acciones y, aunque no lo parezca, es sensible.

—Pero estamos aquí —murmura hacia su alubia que está bien cobijada dentro de LuHan, quien se encuentra aún durmiendo, a pesar de que ya ha amanecido hace un par de horas— ahora —asegura nuevamente SeHun, observando el ombligo de LuHan, se pregunta mentalmente si es que es capaz de salirse, ¿es capaz? SeHun frunce el ceño ante lo que se imagina—. Solo dos meses más y estarás con nosotros —de repente, la voz de SeHun se torna cálida y emocionada, realmente lo está ansiando.

LuHan duerme mucho, está entrando a su último trimestre, así que está más malhumorado de lo normal, se queja hasta por si la almohada está muy esponjosa "porque, SeHun, tú no sabes lo que es estar embarazo". Por supuesto, han hablado largo y tendido sobre las propias inseguridades que tienen ambos. LuHan le contó sobre su infancia y los problemas que había tenido por parecerse a una niña; SeHun considera que la vida le encanta ser lo más satírica del mundo. SeHun detesta, aunque no debería, a las personas que han causado que LuHan no se sienta cómodo con su propia imagen, porque, a pesar, de dar el tinte de tener una buena autoestima, LuHan quiere salirse de eso que le dijeron: "rostro de niña". No por caer en estereotipos ni que LuHan se vea obligado a ser varonil, pero claramente, LuHan no era una niña, la comparación estaba fuera de lugar. SeHun se encargaría de hacerle saber eso a LuHan, cuando él también curara sus propias inseguridades. Paso a paso le diría su madre. 

Hablaron. Se besaron. SeHun le cumplió todos los antojos a LuHan. SeHun, sobre todo, le pidió a su manager que tratara de despejar su agenda lo más que pudiera; sin embargo, no era todo tan fácil, no era solo cuestión de pedir, se trataba de compromisos firmados entre su empresa y las promotoras y programas. La vida de SeHun no era lo que él quisiera, sino lo que la SM considerara lo mejor para su propia carrera como modelo, no es que lo menospreciara ni mucho menos a sus fanáticas que siempre estaban para él, pero, en ese tipo de momento, a veces solo deseaba ser "SeHun", un chico más que si se le ocurre faltar al trabajo, no se pierde una suma cuantiosa de dinero. Aún así, SeHun se las arregló para viajar y, al mismo tiempo, no descuidar a LuHan, era bastante cansado, pero notó que LuHan conforme se sentía más seguro con 'lo que sea que estuvieran teniendo' era mucho más accesible. 

Hoy, por suerte, SeHun podía quedarse en casa a hacer nada, es decir, mirar al chico que le gustaba dormir mientras babeaba su brazo, que no soltaba por nada del mundo, y a su alubia dar pequeñas patadas que se veían a través de la piel de LuHan. Tenía planes para hoy; el primero, no hacer enojar a LuHan con despertarlo temprano, así que lo dejaría dormir como la marmota embarazada que era; segundo, sorprenderlo con lo que más le gustaba; tercero, pasarla bien entre los dos y comenzar a dar los pasos correctos- Eso era el plan hasta que, de repente, su celular comenzó a vibrar en la mesa de noche. SeHun soltó un bufido al saber que no podía ignorar la llamada, no a su manager:

—¿Hyung?

—SeHun-ah, lo hemos capturado.

Esta vez, SeHun se acomodó entre la multitud de almohadas que tenía porque LuHan le gustaba estar en nubes literalmente.