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Stay with me



—Eres un panqueque —dijo HaYoung, a través de la vía telefónica. 

—¿Soy un qué? 

—Un panquecito con miel —aseguró Hayoung, nuevamente.

—¿Y por qué soy...? —SeHun roló los ojos ni siquiera estaba realmente seguro por qué le estaba haciendo caso a su hermana menor, cuando era eso: el tipo de hermana menor que siempre le había hecho bullying por sesear y ponerse a llorar por si mataban una hormiga. HaYoung y sus palabras no deberían ser tomadas en serio—. Hayoung, estoy un poco ocupado-

—Sh, estoy intentando ser buena hermana —corrigió ella de sopetón—. Llegué en la mañana, LuHan no se veía muy bien, se notaba muy distraído y a la mención de tu nombre terminó asesinando una fresa —rememoró—. Panquecito con miel, no estás logrando que LuHan te tome en serio.

SeHun decidió que, tal vez, su hermana menor podía decir buenas e interesantes palabras. Además, HaYoung había pronunciado la palabra mágica: LuHan, con eso se ganó la absoluta atención de SeHun. Se disculpó con su manager, que se encontraba negociando seriamente con un paparazzi, para salir al jardín y tener una mejor recepción de señal—: soy todo oídos, ¿por qué LuHan no habría de tomarme en serio? No he salido con nadie, le he demostrado lo mucho que me gusta.

—¡Por eso! —SeHun alejó el celular de su oreja, HaYoung era tan chillona a veces—. No te toma en serio, porque te dejas pasar por encima, LuHan pretende buscar estabilidad y siente que tú no lo eres, porque no te expresas, solo te dejas arrastrar por LuHan y así no siente que seas una persona 'seria'. Es como si, tú, esperaras que él siempre tome las decisiones. Si LuHan te dice algo, tú lo haces, no hay más, y tampoco te expresas... es como si todo lo que él hiciera a ti... ¿te diera igual?, ¿te das cuenta de lo que te hablo, verdad?

Los dedos de SeHun fueron a parar sobre el puente de su nariz, pellizcó con suavidad. No entendía por qué las relaciones amorosas tenían que ser complicadas. Ni siquiera con su última pareja se había carcomido la cabeza y eso que ella tenía un carácter del demonio. LuHan ni siquiera era predecible, un día le estaba mirando con esos grandes ojos de ciervo; al día siguiente, con ojos de terminator. Su lengua chasqueó contra su paladar, entonces su vista se topó con una señal de su manager, llamándolo de regreso al recinto, había cosas muy serias que solucionar en esos instantes. Por una vez en meses, SeHun se veía obligado a dejar a LuHan en segundo plano.

—¿Comió bien? 

—Básicamente sí, es decir, no se veía emocionado... pero lo hizo.

—Bien, panquecito con miel off. 


***


No era tan temprano, pero se consideró el mediodía como el momento adecuado para tratar de remediar lo causado. No había mucha seguridad ni certeza de la respuesta que obtendría. No obstante, era de humano errar y él lo aceptaba, después de una larga charla con KyungSoo, JongIn sentía que su cerebro por fin se desestancaba y la situación no se le hacía tan pesada como en algún momento la había sido para él. Sobre todo, JongIn entendió que no todos tenían que vivir de la misma manera y que no quería perder a su mejor amigo. Lo descubrió el día que había peleado con KyungSoo, justamente por ser tan hermético, y quiso desahogarse, intentó hacerlo con YiFan, pero salió terrible, el hombre no lograba conectar con él como SeHun sí lo haría.

Two to nine; HunHanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora