He perdido por completo la noción del tiempo, no sé qué día es ¿lunes? ¿Jueves? ¿Domingo? Ni si quiera puedo saber con seguridad la hora. Es como si toda la información vital que debería haber de mí se haya extinguido.
Después de haber sido medio arrastrada por toda esta fábrica de naturaleza por Andrew y que este me dejara frente a la puerta de mi habitación me puse a pensar en cuanto tiempo me tomaría el escapar de él. Pero por la forma en que me metió aquí dudo que pueda hacerlo en menos de 10 segundos. Señala con el brazo la puerta y con los ojos me indica que entre.
- No quiero, cuantas veces debo decírtelo - hablo antes de pensar que esa respuesta no fue la adecuada. Él es uno de esos chicos a los que siempre les hacen caso, como esos bravucones del colegio que te piden tu dinero o te golpean por una simple manzana. Nunca se acercaban a mi o porque no me veían o porque ataque a un chico en la escuela por querer mi dinero, por suerte solo estuve en detención una semana. A veces pienso que debo medirme.
- Mira, chica nueva - hace comillas con los dedos - no me interesa lo que fuiste antes de aquí pero por ahora tu aquí no eres nadie para reclamar tu lugar. Todos tuvimos que ganarlo desde niños. Así que te vas a meter a esa habitación, te dormirás y te levantarás a las 5 de la mañana para poder empezar todo lo que decidiste perder, por suerte no lo hare yo pero si lo tendrá que hacer tu pareja y Melina. Y para ellos en este punto será una pérdida de tiempo - me dedica una última mirada y se va. Dejo soltar el aire que estaba guardando durante su discurso, no dejaré que un chico con complejo de dios me amargue el ánimo que la noche siempre me da.
Abro la puerta y un aire fresco me empapa la cara, el césped es tan verde que duele el verlo, se siente una ligera brisa con un olor a tierra mojada. Me adentro más en ella pensando que no será tan grande hasta que llegó a unas cortinas de hojas, las abro con cuidado y lo que veo es algo que hasta ahora pensaba imposible. Dos camas grandes con una base de madera de árbol sin tallar, un colchón que hasta esta altura se ve cómodo y sábanas blancas, pero eso no importa comparado con el hecho de que ambas están en el aire, levitando, volando... Simplemente están en el aire a una altura de 5 metros del suelo. Y esta es la pregunta ¿¡Cómo se supone que llegaré a una de ellas o cual es la mía?!
Camino hasta quedar bajo la cama cuando la puerta del otro lado se abre y el chico de cabello café sale con una toalla en la cintura y el cabello mojado, me volteo rápido pero él ya me vio.- Hey, pudiste haber tocado y no tener que salir así contigo aquí - me animo a voltear y fijo mi mirada en algún punto que no sea el con esa toalla en la cintura.
- Lo siento, sólo me dijeron que debía entrar. Nadie me dijo que estabas aquí y... - antes de que pueda terminar hace un movimiento con la mano en el aire y justo baja una cortina de hojas igual a la primera cubriendo la otra parte de la habitación. - Tu baño está en esa puerta, también hay ropa ahí por si quieres bañarte. Y no es por nada pero no estoy acostumbrado a estar acompañado en mi habitación – remarca más la palabra "mi habitación" y a mí solo me queda quedarme callada, veo la puerta que menciono y entro en el baño. Parece un baño muy común, las paredes son de roca sólida y el piso esta alfombrado de un tono verde oscuro, una tina grande con una cortina de hojas. Al lado el inodoro y el lavabo. Muy normales para un baño como este, en la pared opuesta al lavabo hay un gran ropero, voy hacia él y lo abro. Casi todo aquí es negro a excepción de unas cuantas blusas o chaquetas. Botas negras e incluso unos tenis. En los cajones de abajo encuentro calcetines, medias y ropa interior. Toma una toalla de la repisa y abro el agua. Me tardo unos minutos en saber cuál es la caliente, descubro que es la derecha.
Cuando pasó el jabón por mis brazos siento un leve ardor, los reviso y tengo grandes raspones con pequeños rasgos de sangre. "Estúpido", dice una voz en mi mente "deberías patearlo como ese chico en la cafetería, tal vez así se calme."
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Con El Aire
RandomTe imaginas poder controlar el agua, aire, tierra o fuego.... O aún mejor, ser el mismo elemento. Cuando parecían que las cosas iban bien (o en su mayoría) Kathe tiene que cambiar de vida, una vida que no puede ni quiere regresar, una vida en donde...