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No sabría cómo definir a Aarden con tan solo dos días de haber hablado con él pero al menos es el que mejor me trata, debo admitir que tiene una sonrisa bonita y unos ojos tranquilos, junto con una voz suave que parecería como la de un niño de 8 años. Aileen por otro lado es como la parte activa de Aarden, siempre la veo con una sonrisa y dando saltitos por los pasillos, incluso en las cenas es la que más habla, su sonrisa contagia a cualquiera y tus ojos siempre te examinan con rapidez.

- Escuche que te golpeaste en la cabeza y vinimos a ver qué tal estabas, te falta un poco de color y te ves bastante cansada, pero eso no quita lo bien que te ves - sonríe y Aileen asiente con la cabeza, me fijo en ellos y sólo tienen un poco de tierra en la cara. Me hacen la plática por lo que me parece una eternidad hasta que lo último que veo es la sonrisa de Aarden.

Despierto y estoy en mi cama, aún tiene las patas de madera rotas y hay hojas esparcidas a los lados, la cortina de hojas está en el suelo y tengo una sábana ligera. Una cortina azul hecha de flores impide que el sol de la mañana me dé directo en la cara. Volteo a los lados y no hay señal alguna de Ian, con dificultad me paró y un dolor en el pecho me impide pensar con claridad, como puedo me dirijo al baño y me veo al espejo. Un moretón resalta en la cara pálida junto con unas ojeras grandes, tengo el cabello pegado al cuello por el sudor y un rastro de sangre va desde un punto oculto de mi cabeza hasta llegar por debajo de la oreja, debe ser ahí donde pegue contra la cabecera. Me doy un baño rápido y como no sé qué es lo que haremos hoy me pongo solo unos jeans junto con una blusa azul, no escucho voces o murmullos cuando me apoyo en la puerta para oír algo.

Salgo al pasillo y está vacío y en total calma, empiezo a caminar cuando veo una figura flotante plantarse en frente mío, es pequeña y tiene una cara tierna, parece un niño sólo que flota y parece ser de agua, trato de tocarla pero se aleja y me lanza unas gotas de agua en la cara, me río y el chilla. Pienso que es una risa, da vueltas alrededor de mi por unos segundos y por lo que parecen unos brazos me hace señas de que lo siga, obedezco y me lleva por varios pasillos hasta que llegamos a la primera puerta de metal que he visto entre todas. La pequeña figura señala con unos de sus brazos la puerta, entiendo el mensaje, todos deben estar ahí dentro en alguna junta o algo parecido, empujo con fuerza y la pequeña figura vuela a manos de Naida, ella con un simple movimiento la hace desaparecer y todos me voltean a ver. Entró despacio y con todas la miradas en mí.

- Vamos querida, toma asiento y escucha - Melina se ve más despierta que hace unas horas, tiene su cabello perfectamente arreglado y su ropa es igual de pulcra que siempre. - te hubiéramos esperado pero necesitamos con urgencia establecer esto de una buena vez. - me siento junto a Ian, en su frente ya sólo queda una pequeña cicatriz.

- Retomando lo anterior... creo que por ahora sólo nos queda juntar todos los cristales que tengan, antes de que el bosque empieza a deshacerse más de la cuenta... - un hombre con una barba ligera habla con tranquilidad.

- ¡Las cajas! - es la primera vez que escucho a Newen hablar, su voz es grave pero ligera y su expresión al levantarse de la mesa es graciosa, Aileen ríe un poco.

- De que nos servirían las cajas... no son más que de música - Daryela tiene un parche en la cara, tiene los ojos rojos pero su voz ya no tiembla.

- Creo que olvidas que las mismas joyas están hechas de los cristales Dary, y tal vez si juntamos todas podamos establecer el orden hasta que las podamos encontrar - sus ojos grises brillan de alegría, parece haber encontrado la cura de una enfermedad.

- Las cajas tampoco están.... quien haya entrado a tomar los cristales habrá tenido la misma idea en cuanto a las cajas y las ha tomado también - Ian habla y se cruza de brazos, su voz está teñida de tensión excesiva.

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