Los días estando aquí se pasaban de una manera más rápida y tranquila, las camas de la habitación habían vuelto a la normalidad gracias a que todos pusieron parte de sus cristales para mantener un equilibrio. Rabia veces en las noches que las camas tambaleaban, lo que indicaba que debía bajar antes de golpearme de nuevo. Y la rutina era la misma, bajar de la cama o en su caso solo levantarme, una ducha a prisa y vestirme para salir al jardín junto con Ian y recibir mas de 10 ordenes en unos 10 segundos. Por las noches después de la cena pasaba un rato detrás de la fabrica, y cada día Andrew iba a buscarme como si fuera a creer que podría salir de este bosque, cada día me sentía con mas ligereza y de vez en cuando sentía que mis pies no estaban en el suelo.
Los fines de semana la pasaba con Aarden y los demás en el bosque, tenían un juego el cual consistía en recolectar el mayor número de piñas pequeñas que caían de los arboles, el ganador se llevaba un pedazo de cristal pero como ahora no podemos ni verlos recibíamos helado extra. Ian tan solo me evitaba, siempre que entraba en la habitación las cortinas estaban abajo, por la noches hablaba dormido pero nunca alcanzaba a entender lo que decía.- Vamos Brix hazlo como te enseñe - Ian estaba sentado en el aire y yo con un palo largo entre las manos, llevaba por lo menos tres horas tratando de hacer lo que el con tanta destreza y facilidad hacia, girarlo entre los dedos en varias direcciones, mover-lo a manera de ataque hacia un costal de tierra. Me había golpeado por lo menos unas cinco veces en la cabeza y en las piernas.
- ¿Porque debo aprender a golpear un costal de tierra? - había dominado un poco el mover-lo entre los dedos.
- Ya te dije que es en defensa personal, alguien podría atacarte en cualquier momento y si no sabes siquiera moverte entonces estarás muerta. Hazlo de nuevo - su voz es impasible y parecía que perdía la paciencia con cada segundo que pasaba. Volví a intentarlo y esta vez me pegue en la nariz, sentía la sangre caer pero no me dignaba a limpiarla enfrente de Ian y logre darle unos cuantos golpes antes de que bajara.
- Toma - me extendió un pañuelo y lo tome con rapidez, la sangre ya escurría por mi cuello - siéntate y espera a Aarden. Te llevara a la biblioteca, no preguntes porque y trata de no ser igual de torpe con el - por un momento pienso en tomar el palo y darle un buen golpe en el cuello pero se va antes de que vuelva a verlo.
Mi cabeza empezaba a dar vueltas y me sentía casa vez mas cansada, me asustaba la manera en que Andrew se acercaba sin hacer ruido y solo sabia que estaba ahí por el calor que emanaba de su cuerpo.- ¿Que te paso? - trataba de verme entre los mechones de cabello.
- Solo me pegue en la nariz - retire el pañuelo pero mi nariz no dejaba de sangrar. Andrew lo tomo sin avisar y pasa su mano por el, toma mi barbilla y me alza la cabeza, pensaba en separarme cuando el volvió a ponerlo frente a mi nariz, se sentía una extraña calidez.
- ¿Mejor? - lo veo y asiento con la cabeza, alza su mano y la acerca a mi cabello pero algo lo detiene y vuelve a dejarla sobre su pierna. Veo a Aarden llegar por un pasillo, lo dos se ven pero solo hacen un leve movimiento de cabeza hasta que Andrew se va.
- Lista para leer por horas - Aarden siempre llegaba a mi con esa sonrisa que podría poner de buenas a cualquiera.
- No creo que deba ser tan pesado como lo imagino - el toma mi mano y me lleva hasta la biblioteca, los estantes son las ramas de los arboles y tan altos que llegas a perderles de vista, cada libro tiene en el lomo decorados de oro, los títulos de estos parecen desgastados pero aun son legibles, pequeños insectos y mariposas van de un lado a otro cuando Aarden toma varios libros de una sola, de alguna manera se alza junto con la tierra y alcanza un libro de hasta arriba, que hasta ahora es el mas grande que ha tomado. Vuelve a bajar y con un movimiento de mano alza de la tierra una mesa junto con dos sillas a ambos lados. Me siento y Aarden revuelve varias cosas en un cajón.
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Con El Aire
RandomTe imaginas poder controlar el agua, aire, tierra o fuego.... O aún mejor, ser el mismo elemento. Cuando parecían que las cosas iban bien (o en su mayoría) Kathe tiene que cambiar de vida, una vida que no puede ni quiere regresar, una vida en donde...