Junté todo mi cabello en una coleta en la cima de mi cabeza, los rizos rozaron mi cuello cuando sacudí la cabeza. Mire la estúpida sonrisa que se reflejaba en el espejo, la sonrisa que se había hospedado en mi rostro desde ayer cuando una nota de Miles había aparecido en mi casillero. En la nota decía que hoy, miércoles, después de clases me presentara en el gimnasio con ropa deportiva para una reunión del equipo B. En ese momento por poco y saltó hasta el techo de la alegría y salté, no hasta el techo pero si salté. Después de casi cuatro semanas de no hacer nada de gimnasia volvería a hacerlo, mi pasión.
Metí la ropa en la mochila junto con el teléfono, la ajuste en mis hombros y salí de los vestidores de chicas. Contuve el impulso de querer correr hacia el gimnasio, suficiente había con que llegaba temprano, empuje las enormes puertas azules y entré, recorrí el lugar con la mirada, efectivamente no había nadie aún, me adentre hasta quedar en el centro del lugar donde coloque mi mochila en el suelo. Haría estiramientos mientras esperaba, y así expulsar toda mi energía afuera.
Eleve el brazo derecho por encima de mi cabeza hacia el lado contrario y así con el otro, después doble ambas rodillas por turnos, abrí las piernas y baje hasta hacer un split, doble el torso hacia el frente y sentí como se estiraba toda mi columna vertebral. Se sentía bien. Muy bien. Coloque las palmas abiertas en el suelo a la vez que cerraba las piernas, me acomode de tal forma que mis brazos soportaran el peso de todo mi cuerpo, subí un pie muy lentamente y luego el otro hasta quedar suspendida cabeza abajo.
Infiernos, esto es maravilloso.
Me quede por unos minutos en las misma posición. Cerré los ojos y olvide todo a mi alrededor; el estrés de las clases, el mensaje de mamá sobre no comer (ni siquiera oler) frituras en su ausencia, la inminente separación de mis padres... Todo. Para cuando abrí los ojos de nuevo Olivia y Miles ya habían llegado, en una imagen invertida pero allí estaban , se mantenían observándome desde la puerta. Rápidamente baje los pies y me puse de pie acomodando mi pantalón de chándal y top, avergonzada. Fruncí los labios mirando a mi alrededor, sonreí cuando ellos estaban lo suficientemente cerca y eleve una mano agitándola animadamente.
— Hola, chicos.
— ¿Como haces eso? — preguntó Olivia con la mirada brillante y expresión maravillada — ¡Es magnifico!
Sonreí mirando como la chica estaba a centímetros de dar saltitos y aplaudir, un sentimiento de profundo orgullo floreció en mi pecho. Mentiría si dijera que no me agradaba ser admirada por hacer lo que amas ¿A quien no le gustaría sentirse así?.
— Olivia — el tono que Miles usó me desconcertó, parecía estar regañando a Olivia para que cerrará la boca.
Ambos compartieron una conversación de miradas en la que yo me sentí bruscamente excluida, y estaba casi segura de que dicha conversación era sobre mi.
Momento incomodo.
Después de que Miles inclinara su cabeza ligeramente en mi dirección, soltara un resoplido, rodara los ojos y finalmente me mirara a la cara, habló:
— Estamos aquí para que cada uno vea el nivel del otro, después de todo los tres somos co-capitanes.
Por su expresión podía apostar a que le caigo como una patada al hígado.
Mis cejas se elevaron mientras fingía sonreír, usualmente cuando alguien me detesta yo lo detesto de vuelta, aplico eso de recoges lo que siembras, pero realmente Miles no me caía mal. Puedo decir que hasta llegar a ser mono, y que solo falta que tengamos mas interacción para que desaparezca esa errónea idea de mi. Aunque tengo que decir que su tono si me desairó, ¿el nivel del otro?, cielos; en pocas palabras era como una audición ¿no?, una audición para ver los defectos del otro.
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Infantiles
Novela Juvenil"Lo que más me gusta de ti es la seriedad con la que inventas disparates" Perfección. Esa palabra que persigue a todos, así como todos la buscamos. Happy quiere enorgullecer a su madre es por esto que se disfraza de una hueca porrista, rigurosament...