Cuervos

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Eckbert

Como odio los días lluviosos, es impresionante, como esta torre no se ha inundado en el pasado, los 7 son grandes, seguro que si, todo el día haciendo nada mas, que tapar goteras, colocando todas las ollas y vasijas, que había en la torre, y tirando el agua de estas cuando se llenan, que odioso... Bueno, esto podría ser peor, podrían estar lloviendo ranas.

¡Toc, Toc!

-¡Eckbert, abre la puerta.- Lo dice en tono cada vez mas cansado el viejo gran Maestre.

-Si, gran Maestre.- ¿Quién podrá ser?, seguramente es Aerys, y viene a una de sus lecciones, con el gran Maestre, bueno al menos, el día no terminara tan mal. –Adelante , Aer... su majestad, el gran Maestre lo esta esperando.-

-¡Hola, Eck!, ya te he dicho que me llames Aerys.- Me lo dice en su típica voz de positivismo extremo, ¿Qué le pasa? ¿Jamás, tendrá días malos?, es agradable, pero me resulta, incomoda tanta dulzura junta.

-Lo se, pero si el gran Maestre, me escuchara, seguramente, me fustigaría, con una horrible tarea, por mi tono poco acorde a mis servicios.- es mejor que lo diga en voz baja, el gran Maestre a pesar de su edad, tiene muy buen oído.

-Esta bien, y cuéntame ¿Te gustan estos días de lluvia?.-

¡No la verdad es que los Odio, con todo mi corazón! -Pues me gustan, pero si la verdad es dicha, aborrezco el hecho, de que tengo que cambiar todos baldes, de las goteras.- lo digo un poco, quejumbroso.

-¡Oh! Que mal por ti, pues a mi me gustan mucho, probablemente, por el hecho de que no tengo, que, preocuparme por las goteras del castillo.- Exacto tu solo te tienes que preocuparte por estar sonriente y caerle bien a todo el mundo, pero sinceramente, no creo que me gustaría ser tu.

-Jóvenes basta de platicas, es hora de sus estudios joven Aerys, y tu Eckbert, es mejor que termines de alimentar a los cuervos, tengo muchas cartas que enviar esta misma tarde.-

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Esos mal agradecidos cuervos, solo saben actuar bien cuando esta el gran Maestre con ellos, cuando estoy yo solo, se la pasan revoloteando y dándome de picotazos, y ese molesto ¡Maiz, Maiz!, un día de estos les amarrare el pico.

Mientras alimento a los cuervos, noto desde la ventana de la torre, un contingente con banderas doradas y azules, y un escudo con dos peces. Debe de tratarse de caballeros de las Riverlands, ese escudo con dos peces pertenece, a la casa Tully, ¿Pero por que vendrán, en ese numero?... ¡Oh cierto! El gran Maestre ya me lo había comentado, el Rey espera en audiencia a Lord Tully, al parecer han sucedido intrigantes ataques, a ciertas comunidades en la zonas mas al norte, en el paso, hacia "el Norte". Será mejor que me apresure, el gran Maestre, querrá que estemos en la comitiva de bienvenida, pero mugrosos pajarracos, no dejan de aletear.

-¡Eckbert!, muchacho será mejor te apures con tus deberes, ha llegado Lord Tully, y el rey espera que estemos en la audiencia.- me grito desde un piso mas abajo, de la torre el gran Maestre.

-¡En un momento termino, ya bajo!.-

-Esta bien muchacho, solo ponte algo presentable para la corte, y no olvides quitarte el olor a cuervos.- Inquirió el gran Maestre en tono burlón.

-Seguro que no lo olvidare, y será mejor que usted no olvide llevar sus viejas gafas, no queremos que vuelva tropezarse.-

-¡Calla muchacho! Ya te veré a mi edad, solo apúrate y esta listo en menos de lo que canto de gallo.-

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