Juego de Amores

Una vida

Christopher

Justo esta noche después del beso, se me comunico que saldríamos al alba, rumbo a Lannisport, en busca de nuevos reclutas para la orden, y de regreso escoltaríamos parte de los impuestos recabados en Westerlands, para la corona. Así que ahora, me tendré que despedir de mi dulce príncipe por algunos días, justo ahora iré a sus aposentos.

Veo, a uno de los sirvientes de Aerys, salir de sus aposentos. –Disculpa, ¿Esta el príncipe, en su alcoba?.-

-Me temo que no, mi Lord, el príncipe Aerys, ha salido con la reina madre a tomar su merienda.-

-Agradezco la información.- ¿Ahora como me despidiere de el?.

-¡Oww!, el caballerito quiere ver a su príncipe, que dulce imagen, ¿Le quieres desear una buena noche?.- Esa voz.

-Maekar, buenas noches, solo cumplía, ordenes del Lord Comandante, para cerciórame, de la integridad del futuro rey.- Los dioses me perdonen por esta mentira.

-¿Futuro Rey?, no me hagas reír Chris, si mi hermano con trabajos, gobierna en su propia alcoba.-

¡Tu no serias jamás, ni la mitad de lo que Aerys es!, si te pudiera decir, todas las razones, por las que Aerys, será el mejor de Rey de Westeros. –Bueno, estoy seguro de que al menos gobernara en todas las habitaciones de este castillo, incluyendo la tuya, y si me disculpa su majestad, me debo retirar.-

-Siempre, tan diplomático, espero disfrutes tu lugar como un simple guardia, ya te puedes marchar.-

Hare todo lo que este en mi, para evitar que Maekar, le pueda hacer algún daño a Aerys, nunca le podría servir a un rey, como Maekar. Ahora bien, debo de idear una forma de poder despedirme de Aerys. ¿Pero como?.

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Hace ya 5 días que he partido de Kings Landing, y solo he tenido una palabra en mi mente, Aerys, ese beso, no se como lo hice, solo... simplemente el mundo se detuvo, y ahora no he podido sacar de mi cabeza esa sonrisa, esa voz, ese olor. Toda mi vida espere por este momento, y al fin lo tuve. Si tan solo, no estuviéramos en esta situación; solo de pensar si, el comandante de la KingsGuard se enterase, me cortarían la cabeza, y en el mejor de los casos me dejarían tomar el negro. Lo cual seria tan malo, como lo primero, por que ahora no puedo vivir sin Aerys.

En este momento, solo quisiera saber si Aerys, ha recibido mi mensaje, no fue la forma mas ingeniosa de dejar un mensaje, pero creo que a quien se lo deje, sabrá como entregárselo.

Cinco días antes.

¡Toc, Toc!

Se escuchan unos pequeños y apresurados pasos acercarse a la puerta. -¿Quién toca ha esta hora de la Noche?- pregunta una voz adormilada.

-Soy Christopher Tyrell, busco a Eckbert.- Escucho, el abrir de varias cerraduras, al otro lado de la puerta.

-Mi Lord, son altas horas de la noche, pero ¿En que le puedo servirle?.-

-Toma esto, por favor entrégaselo al príncipe Aerys, saldré unos días de la ciudad, y es necesario que el sepa esto, ¿Entendido?.-

-Si mi Lord, ¿Pero puedo preguntar, por que ha estas horas?, me lo pudo haber entregado al primer rayo de sol.-

-Me temo que no podía.- ¿Siempre será tan rezongón, este Aprendiz?.

-Entiendo, entiendo mi Lord, se lo entregare al príncipe lo antes que pueda, ¿Debo decirle algo mas?.-

-No, simplemente que yo se lo mando, y procura que nadie mas te vea entregárselo, en especial Maekar, ¿Esta bien?.-

-Si mi Lord, cuente conmigo.-

- Hasta pronto Eckbert, y gracias.-

-No es nada, estoy para servirle.-

Aerys

Esta noche he intentado verte, pero me temo que he fracasado, no obstante es necesario decirte, que saldré de la ciudad por un par de días, partiré con rumbo a Lannisport, espero estar antes de la siguiente Luna a tu lado. De la misma forma era imprescindible poder, decirte todo aquello, que no he sido capas de decirte en los pasados años. Aerys, este corazón de rosas, se detiene cada que escucha esa voz, cada que esos ojos esmeraldas, tan verdes como los campos del Reach, se posan sobre los míos, en cada ocasión que tu piel toca mi piel, con cada sonrisa... esa sonrisa que ilumina, con la fuerza de mil soles. Toda una vida mi amado Aerys, toda una vida para poder decirte, lo que este corazón siente, por el hombre mas valioso, de este mundo, toda una vida para poder conocer, cada centímetro de tus labios. Lamento no poder, ser tan elocuente, pero ten por seguro, que mi vida es tuya hoy y siempre, juro estar ahí para ti, para defenderte de cualquier mal, apoyarte en cada decisión ciegamente, por que confió en ti mi amado principe. Sin mas que decir, TE AMO AERYS.

Siempre tuyo, el caballero de las Rosas.