CAPÍTULO XII

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CAPÍTULO XII

SORPRESAS Y SENTIMIENTOS PARTE 2 

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Definitivamente no se esperaba encontrar a Chris sin camiseta. No es que no haya pensado en algo así, sólo que no lo vio venir.

Ella venía a hablarle, no a pedir un strip dance de su vecino barra amigo barra chico con el que quiere.

—Creo...creo que volveré en otro momento —ella susurró sin saber que más decir o donde colocar los ojos.

Se decidió a mirar sus ojos y tener el suficiente autocontrol para no verle los abdominales. Era ya una chica adulta, no una adolescente hormonal. Pero eso no quitaba que sentía bastante calor tras ese momento.

—Puedes pasar si quieres, sólo déjame terminar de vestirme —Chris habló abriendo la puerta para permitirle el paso.

Dakota algo incómoda pasó al apartamento del chico. Se sentía bastante intimidada. Venía a gritarle al chico pidiéndole explicaciones y terminó viéndolo casi desnudo.

No es que se quejara, está de más admitir que tal vez en otras circunstancias le hubiera gustado verlo expuesto de tal modo, pero ahora la había distraído de lo que había venido a hacer.

Chris le señaló donde quedaba el cuarto de estar. —Puedes esperar por ahí si quieres, no tardaré... —dijo y corrió por el pasillo a lo que ella suponía estaría su habitación.

Ella caminó hasta donde Chris le había indicado.

Observó todos los detalles de la casa queriendo ver, aunque sea un poco más de la vida del chico ojos azules.

Lo extraño de todo era que había un par de fotos solamente de cuando ellos eran pequeños.

De ellos sonrientes abrazados a un hombre.

Dakota tomó la foto y sonrió ante tal cariño que ellos podían trasmitir con su sonrisa.

—Era mi padre... —Chris susurró detrás de ella, asustándola un poco.

—Lo lamento —ella colocó la foto en su lugar de inmediato, no quería ser tan metiche.

—Descuida, me gusta verla de vez en cuando —admitió. —Me gusta imaginar cómo serían si él aún estuviera aquí —habló bastante bajito.

Ella no podía imaginar lo que sería perder a su padre, si, vivía lejos, pero estaba ahí para ella si lo necesitaba. No podía suponer cómo algún día no lo estuviera y menos siendo aún ella bastante joven.

—Eso es muy lindo —Dakota se paró junto a él a observar la otra foto. —Debió haber sido un hombre increíble.

—Lo fue... —él susurró. — Recuerdo que esa foto la tomaron en las últimas vacaciones que tomamos todos juntos —comenzó. —Debió haber sido por lejos el mejor verano que he tenido. Papá nos llevaba a la playa y a acampar enseñándonos todo lo que él sabía... —relató más que encantado de poder hablar eso con ella, aunque doliera le gustaba esa sensación.

Dakota volteó a mirarlo y pudo ver los ojos vidriosos de Chris. Sabía que él estaba haciendo todo lo posible por aguantar las lágrimas.

—Chris...no debes hablar si no...

—Quiero hacerlo —dijo rápidamente, interrumpiendo lo que ella decía. —Me gusta recordar estos momentos, aunque duela —rio levemente. —Es bastante masoquista pero después de las lágrimas me siento mejor —admitió.

—Entonces ven, sigamos hablando si es lo que quieres —ella tomó su mano guiándolo al sofá.

Chris se quitó las lágrimas y miró a la chica sentado junto a ella. No sabía en que momento había empezado a llorar, pero no le molestaba que ella le viera. Es más, no se sentía para nada cohibido bajo la atenta mirada de Dakota.

Él reconoció algo de atención y preocupación en los ojos de su vecina. Esa mirada le gustaba, hacía mucho no la veía en nadie.

—Estarás bien —ella dijo sonando más como una promesa mientras movía su cabeza tratando de mostrarle una sincera sonrisa.

Promesa que ella cumpliría.

—Lamento lo de ayer, no estoy bien —se disculpó.

—Todos tenemos un mal día —ella trató de hacerlo sentir mejor.

Chris se levantó bruscamente. Ella temía haber dicho algo que no debía.

—No es eso —negó tranquilamente.

—¿Qué es Chris?

—Estoy roto y las cosas rotas no pueden ser reparadas —finalmente dijo tras pensarlo bien.

Así se sentía, cómo una copa de cristal que cayó al suelo y fue pisada por alguien, volviendo aquellos pobres pedazos en simplemente pedazos rotos que no podrían ser reparados.

Dakota se quedó viéndolo por un segundo. No podía creer que él pensara esas cosas sobre si mismo. Se levantó y tomó sus manos.

—Te prometo que juntos te repararemos —sostuvo sus manos.

—Pero no puedo ser reparado, soy como el cristal —murmuró.


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Ella negó y pensó unos segundos lo siguiente que diría. Acarició inconscientemente el dorso de la mano de él.

—Preferiría utilizar otra comparación —ella comenzó, vio la atenta mirada de él ante sus palabras. —Eres más cómo un árbol, aunque suene un poco raro. Pero es un ejemplo, tu imagínalo —murmuró suave. —Eres como un árbol el cual pierde todas sus hojas y se marchita. Crees que nunca podrá tener una copa verde y grande, admirable, pero no es así. Ese árbol tiene unas fuertes raíces, pero no se ven, están bajo la tierra. Eso sería tu corazón. Tienes un corazón fuerte que con el debido nuevo cuidado podrá hacer crecer las hojas nuevamente. Con agua podrá volver a crecer y ser el mejor árbol que nadie haya visto... —sonrió tierna. —Yo seré esa agua, ese amor y comprensión que necesitas.

—No tienes que hacer esto —él dijo.

—Quiero hacerlo —ella expresó acercándose más al chico.

Ambos quedaron frente a frente. Dakota no se animaba a dar otro paso y besar al chico.

¿Parecerá una aprovechadora de su vulnerabilidad o él también lo querría? 

HE'S BLUE | CHRIS EVANS【✔】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora