CAPÍTULO XIX

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CAPÍTULO XIX

FLORES 

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—Sólo te digo que estas rara Sharon —Dakota le dijo a la rubia quien estiraba junto a ella.

Sharon se mordió el labio para no hablar y soltar la razón del porque estaba rara y ocultándole cosas a su amiga.

—Estoy estresada, es todo —dijo simplemente. —¿Qué tal si tú y yo salimos esta noche? Necesito ir y embriagarme.

—Uhm. No lo sé —comenzó a decir.

—Oh vamos, no me hagas rogar D. Además, es viernes. Por favor —la rubia hizo un puchero que su amiga no pudo denegar.

—Okay. Pero no tomaremos demasiado —le dijo acusadoramente apuntándole con el dedo.

Sharon rodó los ojos. —Haré de cuenta que ese "no" no existe y quisiste decir que tomaremos hasta perder la conciencia.

Dakota rio ante las palabras de ella. Se limitó a seguir los movimientos que hacía bastante concentrada.

—Lo que tú digas —rodó los ojos.

—¡Yeees!

Ambas chicas dejaron lo que estaban haciendo para mirar al hombre que había entrado a la sala de entrenamiento con un enorme ramo de rosas.

—¿Dakota Stone? —preguntó.

Dakota miró extrañada a Sharon quien se encogió de hombros y le indicó que fuera hasta ahí.

—Soy yo —dijo algo extrañada por eso.

El chico le entrego el ramo y una planilla para que pudiera firmar. Se despidió con una sonrisa deseándole buen día dejando a Dakota sumamente confundida sobre quien le había enviado aquello.

Sharon se acercó a ella y miró las rosas con una sonrisa.

—¿Tiene tarjeta? —preguntó.

Dakota miró y efectivamente entre el montón de rosas había una pequeña tarjeta. La saco y con ayuda de su amiga que sostuvo las rosas procedió a leer la tarjeta.

"Extraño escuchar tu música clásica por las mañanas"

—¿Qué se supone significa eso? —preguntó Sharon.

—No puedo creer que me haya comprado rosas, no tiene que hacer eso —Dakota susurró.

—¿Quién? —trató de ocultar su sonrisa.

Sharon sabía muy bien a quien se refería, pero simplemente buscaba ver la reacción de la chica.

—Chris —suspiró mirando algo triste a su amiga.

Dejo la tarjeta y las flores a un lado volviendo al entrenamiento que estaba haciendo.

[...]

Chris caminaba de un lado a otro preguntándose porque el tiempo no avanzaba más rápido.

—Cálmate hermano —Scott le dijo.

Él lo miro con el ceño fruncido antes de rodar los ojos.

—De seguro siguen entrenando —trató de hacer sentir mejor a su hermano.

El mayor asintió, pero no dijo nada. Era bueno tener a Scott de apoyo, hacía tanto tiempo no pasaban más tiempo los dos juntos. Chris no podía encontrar una excusa de porque había alejado a su hermano, mejor dicho, a básicamente todos, hasta que ella llegó.

Ella era un sol iluminando el oscuro mundo de Chris, ella era colores puros, la imagen clara de dulzura y que con un leve toque había hecho cambiar radicalmente el universo del chico triste.

Un sonido proveniente del teléfono de Chris hizo que ambos hermanos se alertaran.

—Le gustaron las flores, aunque se decepcionó al saber que fuiste tú, sigue sensible. Igualmente saldremos está noche, ponte guapo —leyó Chris en voz alta.

Bueno no está todo perdido entonces —Scott se levantó del sofá. —Recuerda ponerte guapo para esta noche —susurró divertido a su hermano ganando un golpe por parte de él.

—Cállate.

—Enserio si quieres a la chica de vuelta al menos ve a ducharte —le devolvió el golpe. —No lo arruines...

Chris asintió. Era fácil para todos decirlo, pero hacerlo sería diferente.

Aunque él se encontraba preparado para que todo saliera bien está noche y pudiera recuperar a su chica.

8C


HE'S BLUE | CHRIS EVANS【✔】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora