Los pasos apresurados de los estudiantes del lugar se lograba escuchar mientras la campana sonaba entre cada rincón de aquel enorme campus. Muchas sabían que esa universidad no era normal, muchos sabían que a la universidad Chandeler, solo asistían los hijos de familias de alto nivel social. No se podía faltar ni una regla que pusiera a su familia en la vergüenza. Aunque no muchos cumplieran las reglas y nada mas y nada menos que los mas millonarios de ese lugar.
Algunos pocos gozaban de todos los servicios de la Universidad Chandeler, instituto creado por un buen empresario que supo invertir demasiado en este. Y aunque todos tuvieran dinero, aun existían las clases sociales dentro de ese círculo.
Primero los mas millonario, hijos de Diputados, senadores, jefes de corporaciones internacionales en empresas o productos.
Segundo, los medio millonarios que las inversiones no sobrepasaban al otro lado del mundo.
Tercero, los algo mas que millonarios donde sus inversiones no sobresalen del continente asiático, aún así su dinero es elevado.
Cuarto, los simples millonarios. Los que por una herencia, una beca, o una simple marca podía mantenerlos viviendo adecuadamente.
Pero a pesar de todo, ninguna queja llegaba a los directivos. Nadie estaba desacuerdo, todos sabían sus clases y respetaban a sus superiores. Muchos sabían que los mas elevados no se les podía decir nada, no se les podía negar nada. De ellos era de lo que dependía la escuela. Todos lo sabían.
-Ah, estos jóvenes de hoy en día.-Las secretarías que se encontraban tomando su descanso a lado de la dirección. Observaban al montan de jóvenes que pasaban corriendo.
-Si sigo en este lugar es porque la paga es bien.-La que parecía ser la mas joven, tuvo que guardar un poco de silencio así misma para no ser escuchada y perder el empleo.
-Pero no todos son malos. Este mundo aún tiene esperanzas Taen.-La pelirroja giro a verle con una alegre sonrisa mientras la otra solo refunfuñaba.
-Mira a esas chicas.-Murmuró haciendo que las 3 en ese momento, giraran a ver a el pequeño grupo de 3 chicas que venían abriéndose paso en el pasillo principal. -De seguro vienen hablando de lo que les paso. De lo bueno y de lo malo que se compraron, Hay mira mi anillo. Fue mi regalo de fin de curso, ahora que ha comenzado uno nuevo, mi papi me prometió un yate en New York.-Comenzó a tratar de fingir una chillona voz mientras se escondía detrás de su escritorio mientras las otras miraban por los vidrios.
-No puedo creer que digas eso.
La mas adulta llevo sus finas manos a sus labiales para poder cubrirlos y no darse a destacar cuando la risa comenzó a gobernar su ser, seguido por la pelirroja quien solo desvío su vista de los cristales para tener otra plática que no fueran los estudiantes.
Aunque algunos fueran insoportables, ese era su trabajo, por suerte, aun les tenían respeto a ellas.
-Debo de ordenar los horarios de los primeros años.-Una de ellas comento mientras abría su laptop dispuesta a comenzar a escribir.
-Buenos días señoritas.-El director abrió la puerta haciendo que las 3 se levantaran al mismo tiempo para hacer una reverencia y seguido responder al saludo.
-Señor director, en un momento le llevare su desayuno.
-Muchas gracias, oh, tenemos a un nuevo integrante mas.-Este rió mientras golpeaba suavemente su maletín que llevaba con su diestra, recibiendo una curiosa mirada de las 3.-¿No lo sabían? -
-Me parece que no fuimos informadas, señor.
-Bueno, pero eso no nos corresponde, solo usted y los demás maestros deben saberlo.-La joven movió sus manos mientras negaba, llevándose la aprobación de sus compañeras pero la desaprobación del director quien cruzo sus brazos.
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• Dear teacher •
Random¿Quien dice que la vida del mundo es un lugar cálido y de pura paz? Son puras mentiras que se expresan para tratar de mantener la compostura. Cuando en verdad existe todo tipo de gente que esta dispuesta a hacerte daño. KimJongWoon, 29 años. Maestr...