Capítulo diez.
Micaela estaba en su departamento limpiando la cocina. Había pasado la tarde con Lucas, su ahora novio. Se sentía feliz y completa, desde que se despertó del coma sentía como una espinilla molesta y el beso, o más bien los besos, que había compartido con Lu por la tarde lograron tranquilizarla y volver a sentirse segura.
Estaba terminando de guardar los platos que ya se habían secado cuando escuchó el timbre. Camino a paso lento hasta la puerta preguntándose quién podía ser, no esperaba a nadie.
Era un hombre de su edad, morocho y se notaba que musculoso. Se detuvo en los ojos castaños que la miraban sorprendidos y emocionado. Pero ella no lograba comprender quien era y si ya lo conocía. Algo dentro suyo despertó, algo que había estado dormido hasta entonces. Lo conocía, sabía con certeza que ya se conocían, pero no recordaba nada sobre él.
- Micaela – habló el joven después de largos minutos observándose uno al otro.
- ¿Nos conocemos? – logró preguntar ella. Él asintió sin poder hilar palabras, un nudo se había formado en su garganta. Hace meses no se veían y a pesar de todo, la extrañaba, ella era su amor y él solo un cobarde que nuevamente volvió a irse de su vida cuando más lo necesitaba. - ¿Quién sos? – volvió a cuestionar la rubia al ver que él no respondía.
- Bruno. Tu novio. – afirmó él y ella retrocedió unos pasos estupefacta. Ella se echo a reír sin comprender.
- No es posible. Nunca te vi en la clínica. Ni con mis amigos. Eso que decís es mentira. Te estás aprovechando que tengo amnesia.
- Mica no, cometí errores pero jamás te mentiría ni me aprovecharía de vos. – se atajó él. – Puedo explicarte todo, sé todo sobre vos, puedo ayudarte.
- No te conozco, no te quiero cerca – dijo con firmeza Micaela.
- Podes llamar a Dalila o a Congo, ellos van a confirmar lo que digo – le suplicó él.
- El médico prohibió que me digan cualquier cosa, tengo que ir recordando todo por mi misma – contó ella. – Y dejame decirte que acabas de perjudicar mi cerebro con lo que me dijiste. Ya ves que estoy bien, ahora te pido amablemente que te vayas.
- Mica por favor... necesito que hablemos – siguió implorando Bruno.
- Yo... lo siento, ahora no puedo – finalizó la rubia cerrándole la puerta en la cara y apoyándose allí por unos minutos para recuperarse de las nuevas noticias. Novedades que iban a repercutir en su cabeza.
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Volverte a ver 2
FanfictionSegunda parte de Volverte a ver. Novela Brunaela. Todos los hechos son inventados y pertenecen a mi loca imaginación.