Volverte a ver 2

Capítulo XIX

Semanas más tarde...

Micaela comenzó una terapia especial donde ejercitaba sus recuerdos y memorias. Su médico se lo había recomendado y ella estuvo de acuerdo. Era hora de buscar la verdad, quería entender muchas cosas de su vida.

La terapia estaba haciendo grandes pasos en ella. De a poco comenzaba a recuperar datos que había olvidado. Se había acordado como conoció conoció Bruno, como empezó la relación con él.  Como al principio ella no era nada serio para él y como de a poco ella misma se fue enamorando de ese hombre.
No lo negaba, cada recuerdo que recuperaba de él le dolía. Le dolía porque ahora no lo tenía.
Todavía no se acordaba del primer quiebre que habían tenido. De ese bebé que nunca llegó a nacer. En el fondo temía recordar ese momento, iba a ser una tortura y estando nuevamente sola no sabía si iba a poder soportarlo.

Micaela se tiro en el sillón y se puso a mirar combate, también había recordado mucho de eso. Algo le llamo la atención y era que estaba Francheska, una ex participante roja, siendo entrevistada por los tres conductores y la cámara enfocaba simultáneamente a Bruno.
Otro recuerdo volvió a ella. Esa morocha besando a Bruno. Bruno de novio con otra rubia, amiga de esa morocha. Y como una luz, recobró toda su memoria por completo. Cada detalle de su vida regresó a ella.
Y si, definitivamente odiaba a Feancheska.
Ahora teniendo toda la información de vuelta le prestó atención a la televisión. Daban a entender que Bruno estaba teniendo una relación con esa. Con esa que fue su amante mientras él estaba de novio con Nicole. Vaya amigas.

Cada vez que la cámara enfocaba a Bruno se lo notaba incómodo y negaba con vehemencia. Estaba sentado en la cucha verde acompañado por el resto del equipo. Mientras en el centro del estudio estaban los conductores charlando con Francheska, que se hacía la boba y dejaba a entrever que tenía algo con Bruno. Micaela estaba furiosa, que echaba humos.

¿Habrá sido por Francheska que él no quiso volver con ella?
Micaela no podía dejar de cuestionarse. Sin pensarlo dos veces, apagó la tele y agarró las llaves. Iba a tomarse un taxi e ir a buscarlo. Había llegado el momento de volver hablar con todo claro.