aquí estoy

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Aquí estoy.

Una voz que a cada paso aumentaba su peso, una lágrima que quedó olvidada en el aliento negro. Una voz que entre laberintos de palabras se sumergía en la idea de su regreso. ¿Cómo podía hablarles si no era en silencio? aquella voz quería reprocharles que la abandonaran como a un resto. Ahí estaba, frente a ellos, ahí temía, sin sus manos de apoyo. Era la voz la señal de todos los muertos que perdidos tras sus ojos ya no hablaban de ilusiones, sino de miedos.

Aquí estoy.

Era una niña viajando entre sueños de gritos de dolor. Una niña que se acercaba a las historias de los ancestros detallando la imagen con la idea que le dictaban las voces que llegaban a su ventana. La niña estaba, pero no podía presentarse, la niña dormía, pero no podía descansar. La niña hablaba de seres que volaban, que ruidosos le espantaban los pasos que ella sola daba. ¿Alguien sabía a dónde iba? nadie comprendía que ella avanzaba, que ella veía y apuntaba hacia un frente que se doblaba. La niña era vieja con sus pequeños dedos, la niña era joyas de todos los juegos.

Aquí estoy.

Ahí estaba esa voz que nadie veía, esa voz que en una caja guardaron con llaves de algodón. Ahí estaba ella, la niña, ahí estaba llorando por sus manos, por sus oídos, porque la escucharan. ¿Alguien puso atención a lo que ella decía? Era una canción, reclamaban todos, un poema que nadie comprendía.


Cerebros (completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora