Cerebros (completa)

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No estarás de acuerdo con lo que voy a decirte y seguro pensarás que me he vuelto loca o que alguien ha hecho cambiar mi forma de ver las cosas. Pero no es así, es algo que ya llevo tiempo pensando, y no sé de qué otra forma decírtelo, no sé cómo no lastimarte.

Sé que ya no soy una niña, pero me cuesta mucho hacer entender a mis emociones que no tienen que actuar de esa forma tan infantil que tú ya conoces bien. Lo siento, pero debo irme. Necesito cambiar mi vida. Sé que seguir aquí, haciendo lo que hacemos, no me dejará avanzar. Es difícil explicártelo cuando no has vivido dolores tan fuertes como los que yo he sentido y no te han dicho cosas con las que no tienes idea de qué hacer; me repito todos los días que eso ya no importa, hace tiempo entendí que no puedo contar con nadie y que no vale la pena vivir como los demás quieren que lo haga. En esta casa encontré a mi familia, pero solo por un tiempo; no encontré mi hogar. Estoy más cansada de lo que alguna vez imaginé y me siento desesperada por escapar de este estilo de vida que me está matando en muchos sentidos.

No sé cómo agradecerte por todo lo que has hecho por mí, desde tus jugos de kiwi a tu gran compasión. Lo lamento, pero algo me dice que debo seguir caminando para poder aceptar que ya no soy una niña. Y que en realidad, tampoco soy una mujer.

Besos,

Gabriel, tu estrella perfecta