SUEÑOS DE UN FENIX

Capítulo 9~Leyenda~

-¿Lexi?—La llama Luhan entre gemidos lastimeros-- ¿Es que te vas a quedar allí o me vas a ayudar?—

Lexi parpadea y sacude la cabeza. Su cuerpo se siente pegajoso, además de desprender un olor parecido al barro podrido. Ella se acerca a Luhan y apoya sus brazos contra los de él para ayudarlo a apoyarse, sin pronunciar palabra alguna.

-¿Te encuentras bien?—Le pregunta Luhan mientras caminan a pasos medidos—

-Claro que estoy bien. No tendría por qué no estarlo—Responde ella— Tu estas equivocado, Luhan. Deberías de buscar alguna forma de regresar por dónde has venido—

El silbido repentino de Luhan, se mescla con la brisa—

-Bueno. No te lo tomes muy a pecho—Comenta, pero Lexi no le responde. No desea hablar de ella. Minutos más tarde han ingresado a su casa, en completo silencio. Nadie los ha escuchado.

Lexi cierra la puerta y se apresura a cambiarse de ropa, limpiar su piel de aquella espesa sustancia, y luego a ir por el botiquín de primeros auxilios—

-Levántate la camiseta—Le pide ella. De inmediato, una sonrisa pícara aparece en los labios de Luhan que esta recostado sobre la cama—

-Oye. Tranquila. Podemos ir a pasos lentos. Primero conozcámonos ¿Está bien?—Le dedica un guiño. El calor se apodera de las mejillas de Lexi, pero lucha para que este no sea notorio—

-Levántate la camiseta—Exige ella mientras sujeta la prenda y lo hace por sí misma.

Luhan gime de dolor, pero pronto se fuerza a ayudar a Lexi, deshaciéndose de la prenda.

La joven extiende las manos con gasa entre ellas y agua oxigenada para limpiar la herida. Su piel esta demasiado roja, no obstante, parece haber sanado en algunas zonas.

-Creí que sanabas con rapidez—Dice ella.

-Claro. Aunque digamos que algunas criaturas tienen ciertos veneno que impiden la adecuada cicatrización de la herida—

Lexi limpia la herida, le pasa alcohol y luego se dispone a vendarlo. Sus mejillas están tan rojas como el color de un tomate. Sus manos han empezado a temblar debido al hecho de verse obligada a tocar el torso de él para realizar el vendaje. Además de tener en frente suyo, el torso y pecho desnudo del joven. Musculatura firme, piel ligeramente dorada, espalda ancha y perfectos bíceps.

-Vaya, vaya. Creo que te estas sonrojando—Murmura él, con el timbre de voz lleno de picardía-- ¿Te gusta lo que tocas y ves?—

-Nada mal. He tocado mejores—Responde ella sin mirarse. Sabe que sus mejillas ahora lucen muchísimo más rojas.

-Lo imagino—Luhan emite un gemido de dolor cuando Lexi aprieta la venda con brusquedad para callarlo. Sabe que lo hace por ello.

-Se amable conmigo—Se queja—Te he salvado la vida—

-Y yo la tuya. Estamos a mano—

-Quizá—Sonríe él—Pero vamos. No podré estar cuidando tu espalda todo el tiempo. Soy guardián de portales, no niñero de una raza ya casi extinta—

-Soy humana—Aclara ella—Y mi raza no está extinta—

-Un fénix—Luhan le repite como a un bebé—Eres un fénix. Y los fénix son la raza guerrera de brujos más fuerte que ha existido—

Lexi se detiene y se parta de él—

-Y si son tan fuertes como dices ¿Porque ya casi esta extinta?—

-Ya sabes. Criaturas con sobrevalorizaciones. Están destinado a una y otra profecías. Tú sabes.... "Decidirás el rumbo de la vida y tu culpa será la causa de tu perecer"...

-Cuéntame más—Ella se acurruca contra la cama—

-Hace muchísimos años—Dice él mientras se acerca a Lexi—Existían cientos de guerreros. Un Fénix... estaba destinados a perecer y renacer de sus cenizas, una y otra vez. Dicen que fueron un total de mil guerreros, que nacen, mueren y vuelven a renacer cada cierto tiempo. Tomados de las cenizas del ave mística y el fuego divino del gran Dios. Una raza para protegernos de las guerras y la oscuridad, pero hace mucho, alguien halló la forma de extinguirlos. Los guerreros ya no son capaces de renacer de sus cenizas. Una vez que mueren, ya no existen más. La raza ha sido cazada, y ahora, son solo leyenda.... Hasta hoy—Me sonríe—Eres un Fénix...

-Eso quiere decir—Murmura ella- Que cada fénix, probablemente tiene vidas pasadas—Luhan asiente mientras se apoya contra la pared y estira el brazo hasta la rodilla de ella—

-Exacto. A menos que sea su primera vida—

Lexi observa la mano de él sobre su rodilla, cuestionándose cuál es su naturaleza—

-Soy humana—Se responde—Mis padres son humanos, al igual que mi hermano. Jamás los he visto hacer algún tipo de rarezas—

-Quizá—Susurra él—quizá y ellos no son tus verdaderos padres—

Lexi se estremece ante el pensamiento—

-Por supuesto que sí. Yo tengo...-- No. ¿Qué rasgo de ella es característico en alguno de sus padres? Su cabello es de un rojo potente. Ningún familiar de su padre lo tiene.

-Jamás he tenido algún rasgo extraño en mí—

Luhan frunce el rostro y desliza los pulgares por las rodillas de Lexi, provocando que ella extienda la mano y le otorgue un manotazo.-

-Bueno...-- Luhan ríe entre sí—Los Feliz tardan en revelar sus poderes hasta los dieciocho, como máximo. Si has tenido una adecuado entrenamiento, mucho antes, pero si no, a los dieciocho.

Lexi niega con la cabeza—

-No he tenido ningún rasgo de ello. ¿Qué debería salirme? ¿Plumas? ¿Debería volverme roja?—Se bula ella, pero Luhan se inclina hasta que ella se quede en silencio—

-Transformaciones aleatorias—Le explica—La criatura que encierra su esencia y forma parte de un fénix, es liberada. Tienes que aprender a controlarla para que puedas usar su poder—

Lexi frunce el rostro—

-Yo no...-- De pronto se ha quedado muda. "Su fiebre después de su cumpleaños.... El despertar en el bosque" ¿Cómo había llegado hasta allí?—

-No es posible—Intenta convencerse—

-Lo es—Pronuncia Luhan mientras se acuesta sobre la cama—

Lexi solo lo contempla. Sus pensamientos están revueltos... se halla confundida. "No es posible" "Ella es humana" ¿Y si no lo es? ¿Cómo es que llegó hasta la familia que ahora la ha hecho suya?... ¿qué ocurrió?...

Lexi sacude la cabeza y se mete entre las sabanas sin comentar absolutamente nada. Jamás ha experimentado este miedo que le arrebata el sueño. "Lexi es un fénix" "Un poderosa raza guerrera" ¿pero qué tiene de guerrera ella? Ciertamente, eso