Adicción ||Luke Hemmings

6- Situación post-fiesta

El resto del fin de semana me lo tomé con calma, prácticamente haciendo reposo al igual que medio alumnado del Royal College. Por desgracia, después de la calma, viene la tormenta, o siendo exactos, el huracán Hayley, que en estos momentos deambulaba por el pasillo con aires de grandeza. Tanto Regina como yo la miramos con repulsión a su paso, un gesto inevitable por nuestra parte.

-Espero que no sea un gran apuro traerme en tu coche.- cogí los libros de mi próxima clase.

-Para nada. Ya llevo al estúpido de Owen, que solo se dedica a dormir en el asiento trasero.- comenzamos a andar hasta la sala en la que imparten economía y la rubia se recogió el pelo en una trenza -Mientras no ronques como él, todo perfecto.

-Eh, yo no ronco, solo extermino el silencio con sonidos un tanto elevados e irregulares... -el chico aludido le dio un pequeño golpe en el brazo a su amiga, apareciendo tras nosotras tan imprevisible como siempre. En conclusión, Owen era nuestra sombra.

Ninguno de ellos fue advertido del desenlace de la fiesta, ya que lo último que quería era preocuparles después de que supieran que las animadoras y su estúpido amigo habían hecho de las suyas contra mí. Además, no tenían por que saber lo que ocurrió con Kyle, puesto que aquello no cambia el rumbo de mi vida ni les afecta en lo más mínimo, a excepción de mis deportivas robadas. Si, echaba de menos las malditas deportivas.

-Tranquila, para dormir ya están las clases de historia.- ambos asintieron -Por cierto, veo que tus arañazos casi han desaparecido.

-Sí, bueno, pero a Hayley le tardará más en crecer el pelo.- rio maléfica. Ciertamente, fue la animadora la que se llevó la peor parte, aunque su caro maquillaje era capaz de tapar las consecuencias de sus actos, sabía que la fiesta no fue más que la punta de iceberg.

-No quiero que pongas en peligro tu integridad física por mí, aunque admito que fue divertido.- pero a ella pareció importarle poco mi comentario.

-No me arrepiento lo más mínimo.

Entramos en la clase cuando el profesor aun no había llegado. Aproveché los escasos minutos del retraso del maestro para devolverle la ropa prestada y previamente lavada a Dixon. Sorprendentemente, el rubio estaba en el aula, cosa rara siendo que apenas venía a alguna clase. Aparte de su constante ausencia, el chico sacaba excelentes calificaciones, haciéndome cuestionar si realmente era humano. Kyle se encontraba en la cornisa de la ventana prestando atención a la pequeña pantalla de su móvil. El plan era sencillo: acercarme, darle la bolsa y las gracias para finalmente marcharme.

Me acerqué con el claro cometido cuando de pronto, algo vibro en mi bolsillo. Mi sonrisa de se desvaneció de mi cara cuando un número desconocido apareció en mi teléfono:

De: desconocido

Hora: 8:15

>Un paso más y me encargaré de que todo el instituto vea tu vídeo.- y junto al mensaje una grabación que era más que evidente de que trataba.

Hayley, sujetando su dispositivo de última generación, me saludó desde la puerta con dominancia. Aunque no quería obedecer a nadie, y menos a una persona tan frívola como ella, no tenía elección. Volví a mirar a Kyle, y este levantó su ceja dubitativo al verme. Si no rompía en contacto visual enseguida, el chico vendría, y era exactamente lo que quería evitar. Finalmente decidí hablar con Owen para salir del paso.

-Me alegra comunicarte que mis fosas nasales agradecen tu olor habitual.- me dirigí al chico recordando mi primer día en Royal College. Me senté en una mesa adyacente a la suya para observar como adelantaba algún deber atrasado. Elevé la vista: Regina falsificaba notas por sus abundantes faltas, el resto de compañeros hablaban entre sí y Kyle estaba conversando con su novia. Aquel engreído había sido amable todo este tiempo, aunque tuviera un extraño afán por pegar a la gente. Sin embargo, tras las numerosas veces intentando conquistarme, cosa rara teniendo a Hayley, parecía a jugar a dos bandas. Su extraño comportamiento solo me hacía dudar de cómo debía portarme yo con él, ya que podía ser todo una farsa solo para lograr algo que desconocía.