La mañana era fría y las personas comenzaban a ir a sus trabajos. Una pequeña niña trataba de atar las agujas de sus pequeñas botas. Trataba de recordar como su padre le había enseñado, pero el conejito no era sencillo de hacer.
— ¿Qué haces enana? — la pequeña niña giró su pequeño cuerpo y miro como un padre bajaba las escaleras luchando con atar la corbata que se encontraba en su cuello. La niña miro sus botas, donde las agujetas se encontraban desatadas. Dándole una señal de cual era el problema al que se enfrentaba - Ya veo. Ven aquí.
El chico se sentó en las escaleras. La pequeña se acercó, elevó su pie y él comenzó atarlas, recordándole como hacerlo. dictando con cada movimiento. La pequeña lo miraba con una leve sonrisa, tratando de recordar aquellos pasos para volver a repetirlos cuando lo volviera a requerir.
— Gracias — la pequeña beso la mejilla de su padre y se fue corriendo por su mochila, la cual tenía algunos juguetes para divertirse mientras su papá trabajaba.
El chico suspiro, no se imaginaba su vida sin esa pequeña. El teléfono de la casa sonó haciendo que el chico se levantara y fuera atender.
— ¿Hola? — preguntó cuando tuvo el teléfono en sus manos. Era extraño que hablaran por el teléfono fijo de la casa, al menos de que se tratara de algún familiar del personal que trabajaba ahí.
— Hey amigo, ¿vamos a salir hoy? — fue aún más extraño que su mejor amigo llamara ahí. Fue ahí cuando recordó lo que había pasado con su teléfono celular, lo había perdido dos noches atrás cuando salió de un bar con una linda morocha en sus brazos.
— No creo, la niñera de Sofia renunció — las niñeras que solían trabajar para él por las noches solían renunciar después de haber solo trabajado una noche, no entendía el porque, pero trataba de hacer las ofertas de sueldo más tentadoras si se dedicaban a cuidar a la pequeña prácticamente todo el día, pero nadie parecía aceptar, comenzaba a creer que todo era plan de su hija.
— Pues consigue otra.
— ¿Crees que es sencillo?, además, ¿por qué tanto interés en que vaya?
— Bueno, es que quería presentarte a algunas chicas — ambos sabían que era lo que querían, ambos estaban ansiosos por salir de nuevo.
— Sabes que no estoy pensando en conseguir novia.
— Lo sé, por eso solo serán de una noche.
Ambos chicos rieron. Puede que Agustín sea un chico con una responsabilidad enorme, pero era un padre soltero, de corta edad, que aún tenía una esencia de aquel adolescente que no pudo ser. A veces quería ser un padre responsable, pero su deseo de estar con otras mujeres para satisfacer sus necesidades era más grande.
— Buscaré la manera de ir — Agustín corto la llamada. Sus ojos se posaron en su pequeña hija Sofia quien estaba guardando unos peluches en su mochila, la amaba y sabia que estaba mal dejarla para ir con sus amigos de fiesta, pero nuevamente aquellos instintos siempre lo dominaban — Vámonos enana — informó a su hija.
Sofia cerró su mochila, la colgó en su espalda y corrió para alcanzar a Agustín. Tomó su mano y ambos salieron de casa. Rumbo a la empresa que el joven manejaba en su poder. Seria joven, pero manejaba una de las empresas constructoras mas importantes, todo para consentir a su hija, era la forma en la que compensaba aquellas salidas nocturnas.
(...)
— Creo que es momento de darme por vencida — Carolina continuó lavando los platos mientras su tía limpiaba la mesa. Su desayuno matutino había terminado hace unos minutos y ahora arreglaban el lugar.
— Tranquila cariño, ya verás como pronto conseguirás un trabajo — Carolina sonrió de lado. Ojalá, pensó. Llevaba ya unos días desempleada, aunque no le faltaba nada se sentía como una intrusa en casa de su tía sin ayudarla a sustentar los gastos de la casa.
Aquella pequeña tienda de ropa en la que solía trabajar notó que no generaban las ganancias necesarias para tener empleados, así que con una linda carta la habían despedido.
— Veré que puedo conseguir hoy - la esperanza se mantenía viva.
— Suerte con eso, debo de irme — su tía se acercó y la despidió con un beso en la mejilla.
Cuando Carolina terminó con los platos decidido arreglarse para comenzar con la rutina de buscar trabajo, cosa que resultaba imposible, pero no regresaría a un lugar donde estaba segura que no le darían una segunda oportunidad, ni siquiera rogando por ello.
Decidió por usar unos pantalones, una remera y un gran abrigo, sin duda era uno de los días más fríos. Se colocó sus botas y tomó su bolso. Por alguna extraña razón se sentía bien, tenia un presentimiento, como si el destino le dijera que estuviera atenta a cualquier cosa, pues algo bueno vendría.
Caminaba por las calles de Buenos Aires, miraba detenidamente como todos se mantenían tan ajenos de la presencia de otros, todos sumidos en sus propios asuntos, tal vez ella aun no era consumida por aquellas nuevas tecnologías que cortaban la comunicación, pues no podía pagarlas, pero no era algo que la incomodara, se sentía diferente al resto, y amaba serlo.
Mientras venia cuestionandose sobre la vida de los demás detuvo y en el momento que vio un anuncio fuera de una tienda de ropa, necesitaban personal, tal vez esa era la señal que ella necesitaba. Además, tenia experiencia en el asunto; con algo de suerte seria contratada al instante.
(...)
Agustín había estado ocupado llamando a niñeras que pudieran cuidar de su hija, pero hasta ahora no había tenido éxito en su búsqueda. La larga lista de números que había estado recolectado por anuncios había llegado a su fin. En ese momento Amanda entró en su oficina, ella era su secretaria, la cual dentro de unos pocos meses se jubilaría. Traía unos papeles en mano.
— ¿Podría firmar estos papeles? — Agustín asintió. Tomó una pluma y le extendió la mano para que le pasará los papeles.
— Amanda, ¿tu conoces alguna niñera? — Amanda se quedó pensando. No conocía alguna que se dedicara específicamente a ello, pero conocía cierta chica que si lo podría hacer.
— Si, creo que sí, ahora le confirmo — Amanda salió de la oficina para marcarle a su sobrina, tal vez aún no conseguía un empleo.
(...)
[Capítulo editado]
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Buscando a Mamá (BAM#1) | Aguslina [ Editando ]
FanficSofía Bernasconi, una pequeña niña que vive con su padre, en busca del amor maternal que por cuestiones del destino lo encuentra un noche en las que su padre sale solo para conquistar chicas. Carolina Kopelioff, una chica en busca de un trabajo, co...