CAPITULO 21

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-Dulce, Christopher hizo el desayuno - dijo Saffa alegre comiendo una tostada con huevo.
-Que te paso Dulce - pregunto Andrés extrañado - ¿Ha pasado algo?
-Disculpen por no haberles hecho el desayuno, se me presento una urgencia en la mañana - dijo mientras se refregaba los brazos de frio y sus ojos estaban acuosos - necesitan algo mas - pregunto.
-No gracias - contesto Christopher.
-Vale, iré a avanzar en el almuerzo - dicho eso se retiró del lugar.

*************

-¿Haz visto eso? - pregunto Andrés a Christopher.
-Que - respondió este con indiferencia.
-Sus ojos, estaban como si hubiera llorado toda la mañana - detallo Andrés.
- No sé - dijo Christopher.
-¿Sabes Christopher?, a veces eres tan irritante, tan frio, somos tan diferentes, yo me preocupo por los demás mientras a ti, te dan lo mismo, tienes que superarlo algún día Christopher, no siempre tienes que vivir del recuerdo de Marian.
- ¿Podrías callarte? - reto el castaño.
- ¡NO! - grito - tienes que darte cuenta que Marian murió Christopher, ella ya no esta contigo, tienes que superarlo, tienes que salir, ¿No querrás ser un viejo soltero toda tu vida no?, supéralo. - dijo Andrés parándose de la mesa y retirándose de la sala, dejando desayunando solos a Saffa y Christopher.

**************

Dulce entró a la cocina, y se puso su delantal, se sentía devastada, sabía que su hermana ya estaba bien, pero no podía dejar de sentirse así, saco unas cebollas de un canasto y las empezó a picar.

-¿Dulce que ha pasado? - Pregunto Andrés entrando a la cocina.

Dulce se dio vuelta y lo miro a los ojos, no articulo palabra alguna solo se lanzo a los brazos del castaño, llorando.

-Que te ha pasado linda - pregunto Andrés, abrazándola y haciendo pequeños cariños en su nuca.
-No me siento bien Andrés - acoto deshaciendo aquel abrazo.
-¿Porque? - volvió a preguntar.
-No me gusta hablar de mis problemas personales, solo no me siento bien - explico ella secándose las lagrimas.
-Porque no me quieres contar, quizás si me cuentas te sientas mas aliviada - insistió el rubio.
-No Andrés, cuando me sienta preparada te hablaré de mi vida fuera de esta casa… tengo que cocinar, podrías... - Dulce hizo una mueca que indicaba que si la podía dejar sola, este solo asintió con la cabeza y le dio un beso cálido en la frente para después retirarse del lugar.

Ya eran las 22:00 hrs. Dulce se encontraba en el lago verdoso ahora de un tono color negro, abrigada con un polerón para aquella noche helada, se sentó en aquella banca blanca, se hundió en pensamientos, no entendía porque trabajaba en esta casa si ella podía optar por mas, pero si así lo hiciese, extrañaría mucho a Andrés y Saffa, pero también extrañaba a su familia estando aquí, anhelaba que los 3 meses pasen rápido para que ella pueda estar con ellos, para poder disfrutar de un desayuno, almuerzo o cena familiar, no pero aquí estaba, en esa banca blanco, pasándose de frio.

Sus profundos pensamientos fueron interrumpidos por una persona que se sentó al lado de ella, su mirada de desvió a aquella persona, su boca se entre abrió de la impresión, no podía creer lo que sus ojos veían, no podía creer que esa persona este al lado de ella, sentada como si nada, sin insultarla refregándole en la cara que era solamente una empleada, el silencio era profundo, ni ella ni Christopher articulaban palabra alguna, ella no lo hacía de nervios y miedo y el quien sabe porque.

-¿Que haces aquí?, la noche esta helada –articulo Christopher - ella lo miro.
-Lo mismo pregunto yo - dijo y desvió su mirada al lago.
-Siempre salgo en la noche a pensar y hoy es una de esas noches - informo.
-Yo solo lo hago cuando… cuando... - hizo un silencio - déjalo.
-Sabías que hoy en la mañana tuve que hacer yo el desayuno, porque la empleada de la casa no estaba - Dulce sintió un puñal en el pecho, jamás se le iba a quitar lo arrogante.
-Lo sé y lo siento - agacho su mirada.
-Ninguna explicación por tu ausencia en la mañana - preguntó Christopher.
-Problemas personales - respondió.
-No me convence - acotó.
-No es mi problema - dijo ella ya un poco irritada.
-Claro que lo es, era tu deber hacer el desayuno, y no lo hiciste - añadió el, acomodándose en el asiento.
-Mira... -suspiro - mi hermana se enfermo, solo eso.
-¿Y por eso llegaste con los ojos llenos de lagrimas?- preguntó.

Dulce no sabía que responder, no le gustaba hablar sobre el problema de su hermana, no quería que la gente sintiera lastima por ella y su familia, le gustaba conservar sus secretos, pero él estaba siendo muy insistente, si no paraba, Dulce  ya no sabía que iba a hacer, no quería que nadie se enterara del problema de su hermana, ni menos dar lástima por aquello.

SOLO SOY UNA EMPLEADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora