CAPITULO 51

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Con delicados y lentos pasos ella subía la escalera con una bandeja en sus manos, en la cual llevaba el desayuno para dos personas, abrió la puerta de la habitación con el pie, ya que sus manos estaban ocupada, Christopher la miro y se acomodó bien en la cama, preparado para disfrutar un rico desayuno con Dulce.

-Ya está - le dijo ella depositando la bandera en la cama, Christopher se movió un poco haciendo un espacio en la cama.
-Siéntate - le ordeno y ella obedeció tímida.

Juntos comieron entre risas y conversas, en una ocasión Christopher le dio un bocado en la boca a Dulce lo que hizo que esta agachará su cabeza avergonzada. Sintió como unos dedos de posaron en su mentón, obviamente eran los dedos de Christopher, quien levanto su rostro y deposito un hermoso y tierno besos en sus labios, Dulce sabía que en algún momento iba a pasar de nuevo y ahora estaba pasando.

Los labios de Christopher eran suaves y esponjosos, si ella pudiera los besaría hasta que el mundo se acabe, pero eso era completamente imposible. Agradeció que la bandeja ya la habían puesto en un mueble porque o si no, ya estaría todo desparramado en la cama.
El beso que comenzó tierno, ahora se estaba convirtiendo más pasional, solo se dejaban llevar por lo que sentían.

Christopher la tendió en la cama quedando el encima de ella, siempre procurando no aplastarla. Hace mucho tiempo que no besaba a una mujer como lo estaba haciendo ahora.
-Chris… Christopher - susurró Dulce entre sus labios, estaba excitada, con nadie, jamás se había sentido así, sabía que si no detenía aquello, podrían pasar a una etapa mucho más sería, y ella no estaba segura de hacerlo – Chris… Christopher - este la miro a los ojos como diciendo "Que"
-Creo que estamos yendo muy rápido.
-Perdón - esté se paró de la cama, tendiendo una mano a Dulce para ayudarla a levantarse, ella acepto.
-No tienes por qué disculparte… fue algo de los dos.
-Tienes razón... espero no haberte pegado el resfriado - ella sonrió, negando con su cabeza, se estaba preocupando de ella y era, muy hermoso su gesto protector.
-Bueno me tengo que ir, deberías de acostarte, aquí parado dudo que te puedas sanar - le recomendó ella.
-Eso haré.

¿Podrán dos personas que se odiaban, amarse?, si, si pueden, uno no manda el corazón ni menos en destino, quién es el encargado de escribir el futuro. Ahora todo estaba cambiando, ya no se podían mirar a la cara sin sentir ese deseo de besarse uno al otro. Sin sentir esa química que ahora se sentía mucho más fuerte.

El amor, es el sentimiento más bello que una persona pueda experimentar, pero aun así tiene sus desventajas y ventajas ¿Cuáles? puede ser hermoso y todo perfecto, pero ¿Qué pasa cuando la llama del amor se apaga?, solo queda el sufrimiento.
El amor, era algo que Christopher ya había experimentado, él sabía cómo se sentía estar enamorado, pero, ¿Que le paso? su novia murió ¿Y qué quedo?. El sufrimiento. Aquel doloroso sentimiento que poco a poco estaba desapareciendo con la llegada de Dulce a la casa, quien ha sido la encargada de poner el mundo de Christopher patas arriba.

Y el amor en Dulce, bueno ese sentimiento ella jamás lo había experimentado, pero ahora, ahora lo estaba sintiendo, pero también tenía miedo. Siempre se había dejado llevar por libros, películas o novelas de amor, pero no todas tenían un final feliz, y de eso tenía miedo, de que la historia de ella no tuviera un final feliz. Pero como se dice, si quieres obtener la felicidad, búscala y lucha por ella. La felicidad es algo que se gana.

****************

-Saffa - llamo Dulce entrando al dormitorio de la pequeña.
-Aquí estoy Dulce - le dijo la pequeña saliendo del baño de su habitación
-¿Me acompañaras a ver a Lizy? - pregunto.
-Si, si Dulce - la pequeña Saffa estaba entusiasmada se notaba en sus hermoso ojos, ¡Cómo no! si nunca había tenido una amiga ya ahora que había conocido a Lizy sentía que debía cuidar de ella y jamás dejarla ir.
Juntas pasaron por Lizy y ahora las tres de camino hacia la rehabilitación.
Cuando llegaron, la doctora ya la estaba esperando.
Tres horas de rehabilitación, fueron necesarias para Lizy, la cual se encontraba ya cansada, pero feliz por su gran avance, había dado si quiera un paso sola, Dulce tuvo que irse a un rincón a llorar, le fue algo hermoso ver a su hermana parada sola y dar un paso.

Las esperanzas de que Lizy pudiera caminar eran tremendas, tenía las esperanzas de que su hermanita pudiera correr y hacer su vida como una niña normal. Saffa estaba afanada ayudando a Lizy en su tratamiento, era algo nuevo para ella, pero aun así amaba ayudar a su nueva amiga.

Después de haber pasado a la casa de Dulce a dejar a Lizy, ahora estaba abriendo la puerta de la casa de los Uckermann de vuelta.

-Iré a mi cuarto a ducharme - le informo la pequeña, Dulce solo asintió y miro como la pequeña iba subiendo las escaleras.

Quedo mirando al vació, su mente estaba en blanco, pestañeo firmemente y volvió a la realidad, como un flash, lo primero que se le vino a la mente fue "Christopher", tenía que ir a verlo, tenía que saber si ya se sentía mejor o estaba igual, aquella curiosidad la comía por dentro.

Caminaba lentamente por las escaleras, estaba agotada, quizás podría relajarse hablando con Christopher, él era el único que hacía que sus cosas se le olvidarán rápidamente.
Cuando abrió la puerta del cuarto de Christopher, lo vio en su cama… durmiendo.

Se veía extremadamente tierno ¿Lo despertaba o no? una parte de ella si quería, porque necesitaba escuchar su voz, pero la otra parte le decía que no, que a lo mejor él quería descansar porque no se sentía muy bien.

SOLO SOY UNA EMPLEADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora