CAPITULO 68

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Podemos ver como dos corazones se unen por el sentimiento del "Amor". Aquel sentimiento que hace cambiar mucho a las personas, a veces para bien y en otras para mal, pero era obvio que los había cambiado para bien, especialmente a Christopher. Todo se estaba olvidando de a poco para él, jamás olvidará el amor de Marian, pero eso ya es pasado, ahora su presente es Dulce, es ella quien lo está haciendo feliz en estos momentos y se lo agradecía enormemente. Muy pocas personas hacían lo que había hecho ella.

Ella ahora es una parte importante en su vida, le había contado lo de su hermana, no cualquiera lo hace. La ayudaría en todo, pero primero que nada hablaría con sus padres sobre la relación que tiene con Dulce, les contaría pero si se interponían y le decían que no, no les haría caso, si fuese necesario, se marcharía de la casa junto con ella. Trataría de hacerla feliz, se lo merece, ahora es su novia y no la perdería, no la dejaría ir, jamás.

-Dulce - le susurro en el oído cuando entro a la cocina, ella se sobre salto.
-Me asustaste.
-Lo siento - rio - oye… - pero justamente cuando iba a decir algo apareció Madison a arruinar el momento.
-¡Hey Christopher! - llamó - anoche me viniste a dejar y luego te fuiste, ¿qué sucede contigo?.
-Hola Madison - sonrió - ¿qué me pasa? nada, solo tenía que ir a ver a mi novia - Dulce lo miro sorprendida ¿acaso le iba a decir?.
-¿Novia?, nunca me dijiste que tenías novia.
-Es que solo ayer se lo pedí.
-A si y de puede saber quién es la afortunada - levanto unas de sus cejas.
-Es Dulce - la abrazo.
-¡QUE! - aquella respuesta la sorprendió - ¿tu novia es una empleada?.
-Si - sonrió - ¿tiene algo de malo?
-Tus padres saben - pregunto.
-No, aún no, pero con Dulce pensamos decírselo aunque no tengan mucho que opinar al respecto.
-Esto es una locura – dijo Madison.
-¿Tú crees?, yo lo llamaría "Amor” - le dejo en claro Christopher.
-Saben tengo muchas cosas que hacer - hablo Dulce- así que les pediría que se marcharán por favor.
-Si - asintió Madison - prepárame un jugo de frutilla - ordeno.
-Okey - dijo ella y saco un vaso donde invirtió el contenido sabor a frutilla - aquí tienes.
-Gracias - bebió un poco del contenido y luego sonrió maliciosamente, para después vaciar todo el contenido en la ropa de Dulce.
-¡Hey Madison! - le dijo Christopher alejándola de su novia - ¡qué te pasa!.
-¿Quieres saber lo que me pasa? - miro a Christopher con rabia - que ¡tú! me gustas Christopher, me gustas maldita sea, y pensé que tú y yo podíamos tener algo, si ella - miro a Dulce - no se hubiera entro metido en esto - avanzo hacía Dulce - ¡TU! eres la culpable de todo esto maldita zorra.
-Yo no soy culpable de nada - se defendió - si Christopher no te eligió fue por algo ¿no?, no voy a dejar que me separes de él, ya bastante daño me han hecho.
-Eres solamente una empleada, no sé cómo Christopher se pudo fijarse en ti - atacó.
-Creo que tú no tienes derecho a opinar absolutamente nada - dijo Christopher- tu solo eres una visita en esta casa, mis padres te trajeron.
-No te preocupes que hoy mismo dejo esta casa...no quiero seguir viendo caras desagradables - miro a Dulce y se marchó.
-No te preocupes hermosa – Christopher abrazo a su novia - todo está bien.
-No quiero tener problemas Christopher- lo miro a los ojos - quiero hablar ya con tus padres - exigió.
-Si eso es lo que tú quieres... ¡vamos! - la tomó de la muñeca y la llevo hasta la oficina de su padre, allí se encontraban.

Christopher tocó la puerta, el nerviosismo recorría el cuerpo de Dulce, ella tampoco si le pidieran alejarse de el, no les haría caso, le costó demasiado tenerlo como para dejarlo ir así tan rápido. ¡Jamás!

-Pase - dijo un una voz grave, la del padre de Christopher.
-Hola papá - miro hacía el otro extremo - hola mamá - hizo pasar a Dulce- quería hablarles sobre algo importante.
-Qué cosa - pregunto su padre.
-Hola - interrumpió Dulce- ustedes ya me conocen - hablaba nerviosa - eeeeh... con Christopher...
-Quieres que te subamos el sueldo – pregunto Alexandra.
-No... No nada de eso - respondió ella.
-Mamá... lo que pasa es que Dulce y yo tenemos una relación - soltó cada palabra sin pelos en la lengua, los rostros de sus padres eran de sorpresa.
-¿Relación? - pregunto.
-Si relación papá -afirmó.
-Eh - se aclaró la garganta - bueno es tu relación ¿no? - miro a su esposa.
-¿Qué pasa con Marian, Christopher? - pregunto su madre.
-Mamá - suspiro – Marian ya es mi pasado, debo admitirlo fue un pasado hermoso, pero ya paso, ella ya no está conmigo y no puedo hacer nada al respecto, conocí a Dulce- la miro - ella ahora es mi presente y mi futuro - tomo aire - ella me ayudo a salir adelante en todo, si la conocieras más te darías cuenta de lo hermosa que es.
-Christopher... se la clase de persona que es Dulce - hablo Alexandra - y déjame decirte que estoy de acuerdo con tu relación con ella, eres mi hijo, mi bebe, y créeme me dolía tanto verte sufrir, quería abrasarte en todo momento, pero siempre me arrepentía por miedo, miedo a que rechazarás mi abrazo de madre, nunca fue allegada a ti - la mujer sollozó - perdóname mi amor.
-Mamá - Christopher camino hacia ella - yo no tengo nada que perdonarte - abrazo a su madre - tu eres mi mujer favorita a pesar de todo, tu eres mi favorita - beso su frente - y gracias, enserio Dulce me hace feliz.
-Eso espero hijo – Alexandra miro a su nuera - gracias por hacer que mi hijo vuelva a sentir y amar nuevamente - abrazo a Dulce, ella solo correspondió a su abrazo.
-De nada señora - sonrió.
-Bueno Christopher - su padre se paró del asiento y camino hacía el - déjame felicitarte, también creo que Dulce es una buena muchacha, respétala, amala, cuídala, y confía en ella.
-Gracias en serio - se dirigió hacía Alexandra - necesitaba su apoyo y ahora que lo tengo, soy mucho más feliz.
-¿Oye?, ¿porque Dulce tienes la blusa manchada? -pregunto su madre.
-Ah - Dulce miró su blusa - he tenido un accidente en la cocina - rio.
-Ah... bueno – Alexandra rio junto con ella.
-Les aviso que Madison dejará la casa hoy - le informó Christopher a sus padres.
-¿Por qué? - pregunto su padre.
-Hemos tenido algunos problemas, nada interesante y ha decidido irse - respondió Christopher.
-Está bien - hablo Alexandra - bueno como ahora Dulce es tu novia tendremos que buscar a una nueva empleada, porque ya no eres solo una empleada, ahora eres la novia de mi hijo por lo cual, no te quiero trabajando aquí.
-Está bien señora - asintió ella - muchas gracias por todo y entendernos.
-De nada niña, ya vallan a cualquier parte tenemos bastante trabajo.

Los dos salieron de la oficina y salieron al patio trasero estaban Saffa y Andrés jugando, se veían completamente adorables.

-Hola enanos - saludo Christopher.
-¡Christopher! - dijo la pequeña y corrió a los brazos de su hermano, este la cargo.
-Hola - saludo Andrés - que hacen ustedes - miro las manos entrelazadas de Dulce y Christopher- no me digan que...- sonrió.
-Exacto - confirmo Christopher - te presento a tu nueva cuñada.
-Siempre lo supe – Andrés abrazo a su hermano.
-Ósea que ahora si eres mi cuñada – pregunto Saffa.
-Si pequeña - asintió.
-Ósea que cumpliste mi promesa - una hermosa sonrisa se formó en su rostro.
-¿Que promesa? - pregunto el castaño.
-Dulce me prometió que te conquistaría - le dijo Saffa.
-¿Enserio? - Christopher le pregunto a su novia.
-Si - asintió tímida ella.
-No sabes cuánto te quiero - beso cortamente sus labios.
-Puaj - dijo Saffa en tono de asco a lo que sus ojos vieron.
-Si espero que digas puaj hasta los 20 años - todos rieron y Saffa no entendió.

Todo había tomado su camino derecho, que más le podían pedir a la vida, solo el destino se encargaría de todo, por el momento nada ni nadie los podía separar, estaban hechos el uno para el otro. La felicidad inundaba sus corazones.

SOLO SOY UNA EMPLEADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora