CAPITULO 28

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Cuando Saffa y Andrés salieron de la casa junto con Gonzalo, quedo ella sola con Christopher, el cual no sabía en donde estaba, quizás durmiendo, dándose una ducha, comiendo, simplemente no sabía.
Estaba picando zanahorias cuando un dolor inmenso recorrió su cabeza, aquel dolor la hizo soltar el cuchillo y sentarse.

Aquellos dolores de cabeza la estaban aburriendo. Claro estrés, como dijo el medico, quería descansar como le habían recetado pero no podía, no podía dejar las cosas a medias, lamentaba que Gloria no este en casa para que la pudiera ayudar.
En un instante Christopher entró a la cocina, solo la miro de reojo, saco una manzana de las había en la canasta y la lavo, para luego darle una mascada.
Dulce levanto su mirada hacía donde el estaba, parecía disfrutar esa manzana. Ella se levanto, para ir a buscar un vaso y llenarlo de agua para beberlo, pero al instante de levantarse se tambaleo, alcanzo a sujetarse de la mesa.

-Te encuentras bien - pregunto Christopher, limpiándose los labios con la mano.
-Si, si - respondió esta sentándose nuevamente – solo… déjalo.
-Te... pusiste pálida de repente, segura estas bien - insistía este - quieres un vaso de agua - pregunto.
-Si, gracias - dijo.

No. realmente no se sentía bien, aquellos dolores de cabeza eran muy fuertes, era como si le enterrarán miles de agujas en el.

- Toma – Christopher le hizo entrega del vaso, el cual ella recibió y bebió un poco del contenido.
-Gracias - dijo ella, dejando el vaso en la mesa.
-¿No quieres que llame a un médico? - pregunto.
¿Un medico?, es que ahora se estaba preocupando por ella?, desde cuando lo hacía, realmente nunca iba a terminar de conocer al verdadero Christopher.
- No, no es necesario, ya me siento mejor - respondió ella mirándolo.
-Ya veo, ya recobraste tu color habitual - dijo este indicando el rostro de ella.
-Eso es bueno - añadió ella.
-Quien fue a dejar a Saffa y a Andrés al colegio - pregunto.

Ella se dio cuenta que Christopher no sabía nada de la llegada de Gonzalo a la casa.
-Los fue a dejar Gonzalo - respondió.
-¿Quien es Gonzalo? - pregunto, haciendo una extraña mueca.
-Es el nuevo chófer que ha contratado la señora Alexandra - informo ella.
-Ah, debe ser un viejo amargado - artículo este, dando una mordida a su manzana.
-Te equivocas - dijo ella parándose de la silla - Gonzalo, es como de tu edad, rubio, ojos azules, bastante simpático, lo conocí en la mañana, se ve que es una persona muy humilde… ah... - se acercó a el - Y veo que el aparenta ser el mismo, no otra persona que no es verdaderamente… no tiene caretas - dicho eso, abandono la cocina dejándolo solo.

Se quedo solo en la cocina. Caretas. Era verdad, siempre era así, aparentaba ser uno y después aparentaba ser otra persona, totalmente bipolar. Y así realmente uno no sabe quien es el verdadero. Aunque a Dulce le encantaba el Christopher preocupado y cariñoso, como lo fue recién, ojala el pudiera ser así todo el tiempo - pensó ella.

************

Barría el patio cuando un auto descapotable se estacionaba en la casa. Lo miro, el auto se apagó y de allí salió Gonzalo. Este la miró y le sonrió a lo lejos.

- Hola Dulce - dijo este acercándose donde ella estaba.
-Hola - saludo de vuelta.
-¿Quieres que te ayude en algo? - pregunto el amablemente.
-Lo dices enserio.
-Si, ¿Por qué?.
-Es que nunca en esta casa... bueno casi nunca me habían preguntado eso… creo que solo una vez.

Si y se acordaba perfectamente de aquella vez, solo recordaba las palabras: Azotea + Christopher = beso, como no olvidar.

-Podrías traerme algo para botar esta basura - pidió ella - si es que no te molesta.
-Claro que no, lo traigo inmediatamente.

Al minuto el apareció con una bolsa de basura, juntos pusieron aquellas hojas y otras mugres a la bolsa, en un improviso, Gonzalo rozo la mano de Dulce, un  cosquilleo recorrió todo su cuerpo.

-A si que tu eres Gonzalo - esa voz la reconocía, como no reconocerla no.
De inmediato Gonzalo se levanto, acto seguido de Dulce.
-Buenas tardes, si yo soy Gonzalo  - se presento el, estrechándole la mano.
-Que bien - dijo este ignorando a Gonzalo  y dejándolo con la mano estirada - Dulce- esta lo miro - sírveme el almuerzo - ordeno.
-Como ordenes - dijo ella y se dirigió a la cocina.

¿Porque tenía que ser así?, Gonzalo lo saludo amablemente, porque el no lo podía ser también, que acaso no le habían enseñado educación - pensó Dulce en sus adentros.
En una bandeja, llevaba el plato con comida al "Señor Christopher", quien estaba en sentado en la mesa, esperando su plato de comida.
Ella no dijo nada, solo saco de la bandeja el plato y lo puso en la mesa para que Christopher comiera.

-No tenías que ser tan mal educado con Gonzalo- reprocho ella sirviendo jugo de naranja al vaso.

SOLO SOY UNA EMPLEADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora